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-Linda...

Oliver

-Me salvo la vida... y no literalmente. Creo en el fondo que puedo admitir que me ha salvado la vida de maneras que no creía necesitar.

Laurel asintió ante las palabras de Oliver animándolo a continuar.

-Si le preguntarás a una persona positiva como lo es Felicity seguramente te dirá que es el destino. Desde nuestro primer encuentro hace unos años, ha estado ahí sabes? Es decir me salvo mucho antes de que tuviera esas habilidades, su presencia trae en mi una calma que no creo poder describirlo con palabras.

-Oliver...

-Yo se que lo que he hecho, no me hace una persona digna de poder estar, de sí quiera poder imaginar estar cerca de alguien... el simplemente trajo luz a una vida que sentía había sido consumida por la oscuridad absoluta. Ni siquiera se cuando pasó realmente, solo se que de repente no podía sacármelo de la mente, de querer verlo y cuando lo veía era como si pudiera ser real.

Laurel había intuido al principio que era lo que ocurría. No los había podido observar mucho pero jamás espero que Oliver le narrara a detalle lo que pasaba con el héroe de Ciudad central. Ella entendía claramente lo que pasaba y parecía que Oliver necesitaría un pequeño empujón para decirlo en voz alta de que se trata todo esto.

-Fueron que? Cinco años? Más, menos depende de cómo se vea no es así?

-Laurel de que estás hablando?

Laurel decidió ignorarlo un poco, decidió que era fácil decir lo que resultaba obvio después de la extensa confesión de Oliver y su justificado comportamiento, al menos según sus estándares.

Ella había escuchado con atención cada detalle, debe admitir que reconoció un poco de celos de una relación que parecía haber sido hace toda una vida entre ambos, pues no recuerda que Oliver alguna vez detallara con tanto cuidado algo de ella y con lo que parecía ser la más poética descripción de alguien para describir la sonrisa de una persona.

Camino por la base un poco alargando el momento. Analizando con cautela la información y la historia completa. Por que ella quería sonreír, quería abrazarlo y decirle que el merece eso y más. También se debate en si debería darle un golpe por haber actuado de esa manera ante el velocista de Ciudad central.

-Lo que trató de decir Oliver además de lo obvio. Se detuvo frente a el, noto como la miraba detenidamente, expectante a sus palabras. -Es que no eres la misma persona que quedó varada en esa isla, no eres el hombre que fuiste alguna vez, ni si quiera eres el hombre que crees ser después de convertirte en flecha.

-El ser humano es un ser de cambio por naturaleza. Adaptable. Las tragedias, los momentos difíciles en la vida son los qué tal vez nos hacen cambiar más que ningun otra cosa. Puedes decir que no crees ser merecedor de esa confianza, de ese... amor. Oliver seguía sin parpadear ante las palabras de Laurel, ella continuó con su explicación. -Es bueno tener un amigo, tener a alguien que esté a tu lado y tomar su mano en momentos en los que atravesamos en el infierno, que por esta vida no un elegimos parece ser seguido. Algo le dio el impulso, le hizo querer acercarse y besarte. Oliver la respuesta a las preguntas que te han acosado las conoces perfectamente.

Oliver medito lo que Laurel decía. Parto su vista cuando era claro que ella no agregaría más, tomó el vaso que tenía un poco aún de licor y se lo terminó de un trago.

Oliver Se sentía expuesto, no era regular en el expresar lo que pensaba, por lo que atravesaba o sentía en el fondo. Siempre se aseguró de crear una máscara ante lo que el pasaba, ante poniendo a cualquiera antes que a él mismo.

Dos partes de uno mismo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora