Namjoon repiqueteaba el cuero del volante a medida que avanzaba a través de las calles, acercándose cada vez más a su destino y sintiendo los nervios ir en aumento por su sistema.
—Tu padre pondrá el grito en el cielo cuando se entere sobre la noticia, amor.
Y me matará, claro. Pensó el alfa.
—¿Tú crees, alfa? —cuestionó el menor con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Por supuesto —habló el mayor girando el volante mientras estacionaba sobre la acera.
Ambos habían viajado hasta la casa de los padres del omega para contarles sobre su embarazo.
No quedaba tan lejos de la capital de Seúl, pero tanto a Namjoon como a Jimin les encantaba la paz y tranquilidad que se podía respirar en el aire. Algo completamente opuesto a donde residían más la vida tan movida que ellos llevaban.
Jimin admitía que estaba algo nervioso, pero el mayor por más que intentara ocultarlo de su pareja se encontraba igual o peor.
¡Y con razón!
El padre del omega, un alfa de alta categoría y linaje puro se enteraría que su hijo, el niño de sus ojos y consentido estaba en cinta. Y el padre de ese futuro cachorro era Namjoon.
Sabía que no haría nada en contra de su hijo, pero lastimosamente él no correría la misma suerte. Posiblemente le lanzara algo por la cabeza o lo abrace con el fin de quebrar todos los huesos.
De solo pensarlo el mayor sintió un escalofrío al imaginarlo.
Si bien el señor Park era normalmente simpático y carismático, alguien con quien se podía entablar una conversación con facilidad, en realidad cuando se enojaba o se sentía amenazado era otra persona. El alfa lo había conocido tan solo una vez en ese estado y supo que ese era un terreno peligroso que no estaba dispuesto a pisar, hasta hoy.
—¡Amor! —chilló el omega sosteniendo entre sus manitos el rostro del alfa para buscar su mirada—. Te quedaste mirando un punto fijo por minutos y no me escuchabas. ¿Está todo bien?
El calor que transmitían las pequeñas menos de su omega lograron que su lobo se calmara y regocijara en su interior, y como pudo con su rostro apretujado por aquellas manos sonrió y asintió.
—Estoy bien, Minnie.
—Me asustaste, Joon. Si quieres podemos venir otro día y-
—¡No! —gritó el mayor y carraspeó ante su brusco tono de voz. Él jamás solía perder el control—. No, bebé, es hoy.
Jimin sonrió entendiendo a su pareja y atrayendo el rostro que estaba entre sus manos hacía él, plantó un casto beso.
—¡Entonces, vamos! —dijo alegre y bajó del auto siendo seguido rápidamente por el alfa.
Con cada paso que daban Namjoon sentía su lobo removerse nervioso en su interior.
Estaba seguro que, de no ser porque su omega prácticamente lo jalaba hacia la puerta de entrada o mejor dicho lo que él consideraba su fin, volvería corriendo hacía el auto y se quedaría ahí escondido entre los asientos.
Volvió en sí cuando notó que el pequeño dedito rechoncho de Jimin había presionado el timbre dejándose escuchar una suave melodía en el interior de la casa.
Los segundos pasaban y los nervios del mayor solo iban en aumento, hasta que escuchó como unos pasos se acercaban del otro lado.
—Todo saldrá bien —dijo Jimin mirándolo con aquellos preciosos ojitos que Namjoon tanto amaba. Si su omega lo decía, entonces así sería.
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Serendipity [Nammin]
Fanfiction♥︎• Nuestra felicidad fue planeada, porque me amas y te amo. 🍬 Nammin. 🍬 Namjoon top; Jimin bottom. 🍬 Omegaverse. 🍬 M preg. 🍬 Capítulos cortos. 🍬 Fluff.