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Namjoon se despertó cuando no sintió a Jimin entre sus brazos a su lado y solo sintió algo frías las sábanas. Abrió los ojos y miró a su costado el reloj que reposaba en la mesita de noche. Algo confundido debido a que todavía era de madrugada comenzó a desperezarse para ir en busca del menor hasta que un pequeño ruido lo sacó de su ensoñación.

Detuvo todo movimiento para agudizar sus sentidos y lograr captar mejor el sonido hasta que volvió a escucharlo.

Jimin.

Completamente despierto dejó a un lado las sábanas que lo mantenían cálido y caminó hacia el baño donde el ruido era cada vez más fuerte.

Sus pasos se aceleraron cuando escuchó a su omega sollozar.

—Jimin… —musitó apenas llegó al umbral de la puerta y lo vió.

El menor se encontraba de cuclillas en el suelo a la vez que sus manos se sostenían de la tapa del baño para no caer y su boca expulsaba todo lo que había ingerido la noche anterior.

Náuseas.

El débil sonido de una arcada volvió a escucharse en todo el departamento y cerró sus ojos con fuerza. El mayor se agachó a su lado y sobó con inmenso cariño su espalda, tomándose su tiempo y brindándole palabras de amor. Jimin quería sonreír para el alfa, pero las náuseas parecían no querer dejarlo.

—Tranquilo, cariño, ya va a pasar —susurró Namjoon cuando vió al menor volver a agachar su cabeza en el inodoro.

Cuando parecía haber terminado, el menor apoyó su cabeza en la tapa del baño y lo miró con sus ojos algo cristalizados y con una sonrisa cansada adornando sus labios.

—Joonie… —dijo con su voz quebrada producto de haber estado sollozando.

El omega odiaba vomitar. No le gustaba para nada sentir su garganta arder. Formó un puchero abultando sus labios, quería llorar por el malestar que sentía.

—Ven, amor —habló después de haberse quedado unos segundos embobado viendo a su hermoso ángel.

Incluso si lloraba, el omega antes los ojos del alfa era el ser más hermoso del planeta.

Tomó a Jimin de la cintura y con extrema delicadeza lo puso sobre sus pies, para luego jalar de la cadena del baño. En todo momento sostuvo al menor y finalmente lo llevó hacía el lavatorio para que pudiera limpiar su rostro con agua fresca y sus dientes.

—¿Estás mejor? —preguntó cauteloso cuando terminó de asearse mirándolo con ojos preocupados.

Jimin observó a través del reflejo del espejo la mirada inquieta y preocupada de su alfa y sonrió mínimamente.

Él estaba tan enamorado.

Poco a poco los síntomas del embarazo comenzaban a apoderarse del omega. Sabía que a partir de ese momento los síntomas más comunes como el cansancio, las náuseas y los vomitos estarían ahí.

—Solo estoy un poco cansado, hyung.

Namjoon giró sobre su eje el cuerpo del menor y lo tomó entre sus brazos mientras que Jimin sin rechistar se sujetó del cuello del mayor y dejó descansar su cabeza sobre su hombro.

Lo meció tal como a un bebé moviéndose lento sobre el pequeño espacio del baño y tarareaba despacio sobre su oído una melodía que reconoció inmediatamente.

"cariño, yo..."

"podría hacerlo mejor"

"podría sostenerte más fuerte"

"en este largo camino"

"oh, tú eres la luz"

Sentía sus ojitos cerrarse en contra de su deseo de mantenerse despierto para poder seguir escuchando la voz ronca del mayor contra él. El alfa lo notó inmediatamente reforzando su agarre sobre sus muslos y lo atrajo aún más a su cuerpo si eso era posible.

—Vamos a dormir un rato más, ¿de acuerdo?

—Mhm... —murmuró a la vez que asentía adormecido por el arrullo de su pareja.

Caminó el trayecto hasta su habitación sosteniendo al omega junto a su pecho sin querer soltarlo y sin dejar de mimarlo.

El alfa de Namjoon se regocijaba en su interior al cuidar a su pareja tal como lo merecía y el omega de Jimin, por lo contrario, a pesar de los cambios que iba a tener de ahora en adelante estaba feliz de ver a su pareja ser tan atenta.

Él quería ser digno de su omega y lo sería.

—Jimin... —musitó suave dejando al menor recostado entre las sábanas de su cama y comenzaba a arroparlo junto a él.

—¿Sí?

El omega estaba tan relajado dejándose mimar al antojo del mayor que no se dió cuenta cuando sus ojos empezaban a cerrarse.

—Te amo —dijo totalmente seguro de sus palabras a la vez que dejaba un beso en la frente del omega.

—Yo también te amo, hyung —susurró aferrándose a su último momento de consciencia antes de caer dormido por las caricias que dejaba el alfa.

Sonriendo sintiéndose completo, el mayor pasó sus brazos alrededor de Jimin atrayendolo a su cuerpo en un abrazo y enredando sus piernas entre las suyas para poder dormir cálido.

El omega dormido por instinto se acurrucó contra el pecho del contrario y acomodando su cabeza en la curvatura entre su hombro y cuello donde el aroma del alfa era más fuerte sintiendo una especie de protección única y suspirando en el acto.

Estaban enredados con sus cuerpos pegados y el mayor no pudo hacer más que soltar una risita feliz.

Namjoon le demostraría que él podía cuidar tanto de su omega como de su cachorro en camino.

Que podía cuidar de su hermosa y futura pequeña manada.

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Serendipity [Nammin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora