Capítulo 1

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La música sonaba estridente, con las canciones de desamor y despecho, estaba sentado en la mesa de la cocina, con un traje rojo, ceñido a mi cuerpo, en mi mano una copa de vino, que pasó por mi garganta como si de agua se tratara, a lo lejos el jarrón con las flores que me había traido esta semana, reí sonoramente, pará después llorar como un niño, el calendario marcaba 21 de septiembre, nuestro aniversario, el aniversario numero 8, se dice facil, pero son 8 años de mi vida, que ahora parecen que han sido votados a la basura.

Me levanto en un ataque de enojo, tomo esas flores para aventarlas al fondo de una bolsa negra, aquel traje que traía puesto me hace ver condenadamente atractivo, lo sabía bien, era nuestro aniversario, quería verme bien para el, pero hoy, por fin me doy cuenta que estamos rotos, lo que tenemos solo es una utopía de lo que fuimos, de nuestro pasado, de lo que tu hoy rompiste.

Siempre fui un niño mimado, un chico que no sabía de corazones rotos ni de amor, crecí a lado de un alfa amable que me protegía, como padre y un alfa amoroso que me consentía como hermano, crecí lleno de amor y respeto, los alfas asi debían de ser, pero no todos fueron asi, tu eras la jodida excepción.

Mi cabellera rubia, mis ojos verdes, y mi cuerpo delgado llamó tu atencion, justo cuando iniciabamos la universidad, tu llegaste con aquel auto haciéndote ver el chico malo, el alfa malo que me robó el corazón, un alfa llamado Jean Jacques Leroy.

Yo era un niño con ganas de amar, pero uraño con el mundo, pero tu, túmbaste cada una de mis barreras, hasta hacerlas cenizas, tu supiste que palabras decir, que detalles regalar, como comportarte y como ocultar tus andanzas, ahora me miro en el espejo después de vaciar todo mi contenido gastrico en el retrete, me veo terrible, mis ojos estan irritados, mi cabello esta enredado, me siento un perdedor, un perdedor que dio y confío demasiado.

Tecleo un número en mi celular, por un momento pensé llamar a Viktor mi hermano, pero aun tengo consideración de ti, porque el te molera a golpes, te hara en albondigas y te dara como comida a los perros en cuanto sepa que quebraste tu promesa, aquella donde dijiste que me cuidarias, que me darias amor sincero, aquella donde me dijiste que me llevarias al altar lo más pronto posible, todas aquellas mentiras que salieron de tu boca venenosa, para llevarme a vivir contigo.

Después de pensarlo demasiado, elijo el numero de mi futuro cuñado, Yuuri Katsuki, un chico que se merece el cielo por soportar a Viktor, suena varias veces, hasta que por fin aquel omega me contesta - Yuri?, sucede algo?, es muy raro que me llames.

- Recuerdas que me dijiste, que correrías a mi lado cuando más te necesitara?.

- Si lo recuerdo, pasó algo?.

- Viktor esta contigo?.

- Si...

- Se me está cayendo el mundo, te necesito aqui en mi departamento, necesito un abrazo sincero, pero... no es momento que mi hermano lo sepa, crees poder deshacerte de el?.

- Claro... me das media hora?.

- Trae una botella de vino, una playlist de odio y despecho, y... una caja de pañuelos, y si puedes... algun objeto punzo cortante, por si se necesita - aquel chico reia, era un omega demasiado paciente y considerado, demasiado para mi hermano que era una bomba de testosterona y orgullo.

Colgué la llamada, un mensaje de texto de aquel alfa:

"Amor llegaré un poco tarde, la junta se extenderá, prometo recompensarte "

Aventé el celular lo más lejos posible, era un idiota, un idiota enamorado de un tipo que se pasó toda nuestra historia por el arco del triunfo.

A mi mente venia a mí, aquella primera vez que lo vi llegar a la universidad, sus botas negras, su chamarra de cuero, un alfa con aroma a cafe desbordando seguridad y masculinidad, que tenia a más de una pendiente de su llegada, mi corazón latía como loco, nuestras miradas se cruzaron, nos sonreímos, pense que era el destino, cuando era la tragedia personificada en un hombre, lleno de músculos.

Nuestra primera cita no se hizo esperar, después de varias semanas de su galanteo constante, después de fingir que me amaba, cuando no era verdad, a mi llegaban sus palabras, aquellos te amo que siempre me decía antes de dormir, aquellos momentos donde sentíamos que tocábamos el cielo, con sus besos y sus caricias, su manera de hacerlo, al ritmo de su cadera, un cielo que ahora mismo es la antesala del infierno.

La sala estaba llena de nuestras fotografías, fotografias que no eran mas que la prueba viviente de lo tonto que te hace el amor, de mis ojos salen mas lágrimas, una y otra como un caudal, un caudal que no podía detener.

No detenía ninguna de las gotas saladas que salian de mi, no era tan fuerte y rudo como pensé, me estaba deshaciendo en dolor y no me reprocharia por eso.

Las tomé una a una, y las aventé, los vidrios crujían, al tocar la pared, se rompían sin trabajo alguno como el amor que me juró.

El timbre del departamento sonó con insistencia, miré por la mirilla, un omega de piel palida azabache estaba afuera, abri la puerta dejandolo pasar - Qué sucede?, se escucha mucho ruido afuera, estás bien? - mira con asombro mi obra maestra - Qué hiciste con tus fotos?, estás bien?.

- Te gusta mi obra?, soy un artista verdad?.

- Qué esta sucediendo Yuri?, me estas asustando.

- Te gusta como me veo? - me levante dejandole ver mi ropa

- Si... te ves muy bien, pero no has contestado mi pregunta.

- Este traje lo mande a hacer porque hoy es nuestro aniversario, 8 años de relación, 2 desde que vivimos juntos, todo listo para una cena agradable y un buen cuarto de hotel reservado para la ocasión, todo... para encontrarlo en su oficina jodiendo con su asistente.

- Qué dices?.

- Fuí a buscar a JJ y el muy bastardo me estaba siendo infiel.

- No puedes hablar encerio?.

- Bienvenido Yuuri Katsuki, bienvenido a esta parte de mi vida que se llama, destrozando el corazón de Yuri Plisetsky.

Tu no sabes amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora