Lo Que Empieza Jugando, Termina Gustando (Ed Sheeran)

Capítulo 10

TANTO TIEMPOOOOOO

Bueno, desearía subir más, pero ahora mi mamá me quitó el celular y se me hace difícil escribir en el computador ya que todos me miran O.o

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-¿Quieres ir a mi casa? -susurré en el oído de Ed, podía sentir su erección en mi muslo por la cercanía.

-S-Sí... -respondió él bajando su mano de mi cintura hasta mi culo.

-Vamos. -le dije tomándole la mano y corriendo con él por fiesta hasta que salimos finalmente a la calle.

Caminamos hasta mi edificio y entramos en el ascensor.

-Te deseo tanto, bebé... -susurró Ed.

-Y-Yo ta-también...

Nos besamos apasionadamente hasta que, desafortunadamente, el ascensor se detuvo en mi piso.

Salimos y abrí la puerta con la llave, sinceramente, no esperaba que mi madre estuviera viendo Two And A Half Men sentada en el sillón.

-¿_____, ya llega... ¡EDDIE! ¡TANTO TIEMPO, CARIÑO! -gritó mamá levantándose rápidamente para abrazar a Ed, el pobrecito estaba completamente incómodo.

-Ho-Hola, tía, un placer en volver a verla. -dijo Ed.

-¡Dios, que ya estás un jovencito! -exclamó ella de nuevo.

-Bien, mamá, Ed va a dormir en mi pieza esta noche, ¡hasta luego! -di la conversación por finalizada y jalé a Ed del brazo para que me siguiera hasta mi habitación.

Se sentó en mi cama y me senté con él.

-Lo siento por lo de mi madre, no sabía que seguía despierta, creo que tendremos que postergar tu lección final para otro día.

-¿Quien lo dijo? Solo tendremos que hacerlo con cuidado para que tu madre no nos escuche. -me dio una de esas sonrisas pícaras y me levantó para arrinconarme contra la pared.

Mis manos estaban en su pelo suave. Cuando mordió mi labio mis manos bajaron a su espalda y jugué con el borde de su camiseta antes de sacarla completamente.

Su boce fue a mi cuello y su mano jugaba con la falda de mi vestido mienstras la otra me acariciaba el estómago por sobre la tela. Finalmente me sacó el vestido y masajeó mis pechos mientras yo le mordía el hombro para reprimir los gemidos que estaban a punto de salir. Una de sus manos viajaron hacia mi espalda para desabrochar mi sujetador.

Su boca bajó directamente a mis senos y su mano debajo de mi calzón. Mis manos desabrochaban sus pantalones hasta que finalmente salieron juntos con sus bóxers, dejando a vista su prominente erección.

Bajó mi calzón y quedamos ambos desnudos. Me miró pidiendo permiso, simplemente asentí sin saber muy bien que haría.

Ed se agachó hasta quedarse de rodillas frente a mi vagina. Su lengua se acercó a mi clítoris y... ¡JODER, QUÉ BIEN SE SENTÍA! Morió mi clítoris con los dientes y, de esta vez, no pude reprimir el gemido que salió de mis labios.

-Vamos a la cama. -dijo decidido. Me acosté en la cama y lo vi sacar un condón del bolsillo del pantalón.

-Rá-Rápido... -pedí. Se acercó rápidamente y le miré a los ojos segura. -Sabes cómo hacerlo, solo hazme tuya de una puta vez.

Ed asintió y se puso encima de mí. Rápidamente sentí uno de sus dedos entraren en mí. Le mordí el hombro y lo escuché gruñir antes de besarme salvajemente.

-O-Otro. -murmuré entre jadeos. De pronto, tenía a dos de sus dedos adentro mío abriéndome para él. -Es-Estoy li-lista.

Ed sacó sus dedos, se puso rápidamente el condón y se acercó a mi entrada. Empezó a introducirse de a poco. Reprimí un quejido de dolor, Ed lo notó y dejó de moverse.

-¿Estás bien? Podemos parar cuando quieras. -dijo inseguro.

-N-No... dé-déjame acostumbrarme a ti. -susurré. Pasamos unos segundos así, en los cuales él me besaba la mejilla y el cuello para que me calmara, hasta que no sentí más dolor, solo placer. -Má-Más... te necesito.

Asintió y siguió penetrándome. -Di-Dios... eres perfecta. -dijo Ed cuando estuvo completamente adentro mío.

Le di una mirada de confianza y Ed empezó a moverse. Sacaba y metía su miembro mientras me besaba y gemía en mi boca.

-E-Eddie... -gemí suavemente mientras sentía que llegaba a mi orgasmo.

Ed susurró mi nombre en mi oído y lo sentí correrse en el condón. Cayó exausto encima mío, lo único que se escuchaba en la habitación eran nuestras fuertes respiraciones. Se sacó el condón e hizo un nudo antes de botarlo en el baño.

Volvió a la cama y me abrazó contra su pecho mientras me acariciaba el brazo.

-Fue maravilloso, _____. Te quiero demasiado. -dijo Ed.

-Yo también te quiero, Eddie, más de lo que imaginas. -dije medio dormida antes de cerrar finalmente mis ojos con una perfecta sensación de paz en mi pecho.

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Capítulo largo y con porno para que acalmen las vaginas.

Espero que mi madre me devuelva el celular lo antes posible para que suba el próximo capítulo.