Lo Que Empieza Jugando, Termina Gustando (Ed Sheeran)

Capítulo 7

El viernes después de clases, Ed fue conmigo a mi casa con la ropa que usaría en la fiesta en la mochila.

Nos sentamos en mi cama y yo saqué una hoja de papel de mi mochila.

-Ten. Practícalos. -le tendí la hoja.

-¿Qué es?

-Piropos, para que ligues con Athina. Vamos, levántate, nos queda poco tiempo para la fiesta y todavía me tengo que arreglar. -lo tomé por el brazo y lo levanté de un salto.

-¿Piropos? ¿Por qué ligaría con Athina si le dijera: "¿Dónde está el papel? ¿Cuál papel? El que te envuelve el bombón."? -leyó cada frase frunciendo más el ceño mientra yo me partía de la risa.

-Tienes que admitir que ese fue muy bueno. -dije entre carcajadas.

Saqué la ropa de su mochila y se la pasé. Lo empujé hasta el baño y cerré la puerta.

-¡Te quiero ver listo en 5 minutos! -le grité.

Saqué mi vestido del clóset y me quité la ropa en unos segundos. Vestí el vestido (?) y me giré encontrándome con Ed parado en la puerta del baño. Estaba vestido y sostenía el papel con piropos en la mano.

-El policía pasó y te entregó una multa.

-¿Por qué?

-Por exceso de belleza.

Me reí. Demasiado fuerte.

-¡Al parecer estás memorizando! -lo felicité.

-Aunque de verdad te ves muy hermosa en ese vestido. -confesó. Lo miré con las mejillas sonrojadas.

-G-Gracias cre-creo...

-Acá hay un piropo mejor. -dijo leyendo mientras me acercaba y le empezaba a ordenar el pelo.

-¿Cuál es?

-Este enamora, estoy seguro: "Eres tan dulce que con solo verte, engordo." -me dio una pícara sonrisa y me reí nuevamente.

-Ojalá a Athina le gusten los piropos de humor sacados de internet.

-Si a ti te gustaron, a ella también le gustará. -dijo como experto en mujeres.

-¿Cómo lo sabes? -terminé de arreglar su pelo y fui al baño por maquillaje.

-Bueno, ambas son chicas, creí que pensaban en más o menos lo mismo. -lo escuché decir.

-A Athina le gustan los chicos malos y sexys, a mí me gustan los tiernos y adorables. -dije volviendo del baño ya maquillada y cepillándome los dientes.

-Entonces no soy tu tipo.

-¿Por qué? Es que eres un tigre GRRRR

-Estuvo malo tu piropo. -dijo rodando los ojos.

-A mí me pareció gracioso... -hice un falso puchero. Volví al baño y escupí en el lavamanos.

-¿Te digo uno gracioso? "Las rosas son rojas y el viento las mueve. Ojalá fuera el 6 para que tú fueras mi 9". Con este garcho, a que sí. -me dijo sonriendo de nuevo.

-¡Pervetido! -le grité contagiada por su sonrisa.

-Ahora uno especial: "Si belleza fuera un pecado, ¡ya estarías en el infierno!"

-Ese estuvo pésimo. -dije rodando los ojos, me giré hacia el closet pero su mano tocó la mía y me impedió seguir caminando.

-De verdad te ves muy bonita hoy. -dijo con una sinceridad extraña en sus ojos.

Me levanté ruborizada y me calzé los zapatos con tacones que me hacían llegar a casi la altura de Ed.

-¿Nos vamos? -preguntó esperándome en la puerta.

-Sí. -caminé hacia él.

-Un último piropo para ver si aprendí: "Si ser sexy fuera un delito, pasarías tu vida en la cárcel." -me arqueó ambas cejas esperando mi respuesta.

-Demasiados piropos por hoy. -comenté divertida cerrando la puerta de la casa.

-A camino, mademoiselle. -dijo tomando mi mano.

-Ed, nadie nos ve. No necesitas fingir que eres mi novio. -dije fríamente soltando su mano y enpezando a caminar hacia el auto de sus padres.

-L-Lo siento. -murmuró siguéndome a paso lento.