Arya (2)

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ARYA

Cuando Arya se despertó, tenía todo el cuerpo magullado después de la noche anterior practicando la danza del agua. Ayer había echado de menos a Aguja y necesitaba volver a sentirla entre sus dedos mientras la esgrimía en la oscuridad de la noche.

Apenas había dormido y le costaba mantenerse erguida sobre su caballo pero se esforzaba por aparentar compostura delante de Yoren. Cuando llevaban medio camino recorrido, Arya no pudo aguantar más y se cayó del caballo. Al caer, su montura se asustó y se alejó a saltos. Yoren se dio cuenta a tiempo y la persiguió mientras Gendry fue a ayudar a Arya a levantarse.

-¿Estás bien Arry?- dijo tendiéndole la mano. Arya la cogió agradecida mientras se levantaba entre quejas y magulladuras.

-No pasa nada, gracias. No entiendo cómo me he podido caer.

De repente, Yoren apareció con las riendas del caballo de Arya en las manos y con cara de enfado.

-¿Se puede saber que coño acaba de pasar para que tengamos que parar el puto viaje?

Arya se limpió rápidamente el barro de la ropa y se colocó al lado de Gendry que miraba a Yoren con miedo.

-¿Por qué te has caído chico?- le espetó Yoren escupiendo a Arya en la cara. Si le digo que no he dormido por practicar la danza, me quitará a Aguja para siempre.
-El caballo se ha vuelto loco. No paraba de agitarse y revolverse y no podía hacer nada- respondió Arya mirándolo fijamente a los ojos. Yoren le sostuvo la mirada hasta que se hartó y decidió que Gendry se ocupase del caballo de Arya haber si él era más hábil que ella manejando animales.

Arya se subió a su nueva montura, una yegua más robusta y fuerte que su anterior caballo pero mucho más tranquila y relajada. Cabalgó en silencio al lado de Gendry hasta que Yoren se alejó lo suficiente de ellos.

-Te estabas durmiendo. Tenías los ojos cerrados y los hombros relajados. Te ibas desviando cada vez más del camino. Te estaba observando todo el rato, Arry- le susurró Gendry inclinándose hacia ella.

Arya levantó la mirada y vio como sonreía cómplice.

- Yoren me mataría si supiera la verdad- admitió a regañadientes, era inútil negarlo. Pero no si puedo confiar en él.

- Será mejor que hoy duermas más tiempo. Nadie te creerá si tu nuevo caballo vuelve a ser un rebelde - le contestó Gendry riendo.

Arya le dio la razón y siguió cabalgando mientras agarraba Aguja, prometiéndose practicar lo más posible.
Se lo debo a Syrio.


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