Once

Arya (1)

ARYA

Avanzaban por el Camino Real con dolor y profundas heridas en todas las partes del cuerpo pero no se oía una sola queja. Ya habían perdido a varios hombres, la mayoría ancianos, que habían muerto de fiebres. No se les pudo enterrar como es debido así que les tuvieron que dejar tirados debajo de un árbol, después de robarles sus pertenencias. Arya le había cogido un par de botas al cadáver de un niño ya que las suyas estaban destrozadas de tanto caminar. Le quedaban un poco grandes pero era mucho mejor que andar descalza por el camino pedregoso. Los pies se le habían llenado de callos y ampollas y, durante la primera semana, el dolor era insufrible. Pero pronto, los callos se le endurecieron y las ampollas reventaron, y pudo seguir el ritmo del grupo sin problemas.

Según Yoren, estaban a la altura del Valle Oscuro pero aun quedaban varias semanas de viaje hasta llegar al Norte y alejarse lo mas posible de Desembarco del Rey y de los guardias de la ciudad.

Arya iba a lomos de un caballo, a la par de Gendry mientras oía a Yoren reñir a dos muchachos por alejarse del grupo.

-La próxima vez que os alejeis, os juro que os cortaré el cuello y os serviré en la comida del próximo día.

-Estoy segura de que ya lo hizo anoche. No he visto a Arañazos desde el mediodía.- le susurró Arya a Gendry. Este gruñó a modo de respuesta mientras seguía observando el camino. Gruñir es su respuesta para todo- pensó Arya y se dirigió hacia la jaula de los prisioneros, dejando solo a Gendry con sus pensamientos.

Mordedor tenía los ojos cerrados y murmuraba maldiciones entre dientes. Los otros dos encadenados estaban despiertos con la mirada puesta en aquel extraño cometa rojo que tanto llamaba la atención. Arya los observó sigilosa,mientras pensaba en la causa de su encarcelamiento. Jaqen H'ghar se dio cuenta de su presencia y se volvió sonriendo.

-El chico está observando a uno y sus compañeros. Uno se pregunta por qué.

- ¿Por qué os encarcelaron? Me imagino que a los otros por asesinato o violación, pero tu no tienes cara de asesino ni violador.

-Una cara no define una personalidad y menos la cara de Uno. Puedo esconder muchas cosas, chico. No me conoces por saber como es mi cara, simplemente no me conoces.-

Arya le dirigió una mirada fría. Los ojos de Jaqen la miraban con interés mientras sus pupilas bailaban con la luz del cometa. No había nada en su rostro que pudiese darle una pista acerca de él. Todos sus rasgos eran misteriosos, con gesto bondadoso pero ocultando un secreto.

Arya se alejó de la jaula de los prisioneros, y galopó en silencio hasta que cayó la noche.