Capítulo 5 : El rencor de Severus

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El piso de piedra de la oficina giró, precipitando a Draco por segunda vez en ese día en un mar de fragmentos revueltos. Temió que su mente no sería capaz de ser afectada de nuevo tan pronto y no romperse. Pero eventualmente, lo que fuera que representara a una conciencia apareció a través de la oscuridad como un atardecer sobre Hogwarts, como si el sol se hubiera puesto de nuevo. El olor en la nariz de Draco también le era familiar: díctamo, una esencia que siempre asociaba con su padrino.

Y ahí estaba, ese amarillento rostro con largo cabello negro, pero joven. Dracó se quedó parado sin ser visto, mirando a su padrino levantar hojas de díctamo de las flores moradas en el invernadero de Herbología, con el sol poniéndose sobre la cabaña del guardabosques y el Sauce Boxeador en aquel brillo dorado detrás del cristal.

"Severus", Draco intentó decir. Severus no lo escuchó. Cuando agitó su mano frente a los ojos de Severus, él no respondió. Severus terminó de escoger las hojas, presionando y guardándolas de una forma más eficiente de la que había aprendido Draco, y salió del invernadero con paso rápido, regresando al castillo-

Hasta que dos figuras pasaron caminando abruptamente desde la dirección opuesta, siluetas en la neblina, y Severus se detuvo completamente.

Draco siguió a las figuras antes de que Severus lo hiciera, prediciendo que el recuerdo lo llevaría ahí. La mujer lucía familiar, pero fue solo su ropa lo que le permitió saber a Draco que era Madame Pomfrey, aunque más joven, con el brillo y la suavidad de su cabello diferente, pero no su atuendo. La primera suposición de Draco fue que el niño junto a ella era Sirius Black. Pero tenía cabello más claro que el lunático en la portada del Profeta, y una cara mucho más templada y tímida, que era difícil pensar que incluso décadas podían transformar al niño junto a Madame Pomfrey en el Prisionero de Azkaban. Aunque lucía de la edad de Severus, y vestía una corbata de Gryffindor.

Severus dio vuelta para seguirlos junto con Draco. Se dirigían en dirección al Sauce, en lugar de la cabaña de Hagrid. Cuando Draco giró hacia Severus y miró una dubitativa y hambrienta expresión, un sentimiento inquietante lo recorrió, como un presentimiento de la calamidad de ese encuentro por accidente, en el momento en que Pomfrey y el Gryffindor desaparecían de la vista.

El recuerdo cambió sin aviso alguno, como usualmente hacen los Pensaderos al seguir un hilo. Ahí estaba Severus, con la misma furtiva pero ansiosa expresión en su pequeño pálido rostro. Era sin lugar a duda Severus, pero sin nada de su arrogancia, gracia o confianza.

El Gryffindor al que Severus se acercó en el corredor de Hogwarts no tenía falta de ninguna de esas características. Como Severus, tenía cabello y ojos oscuros, su largo cabello cayendo sobre una cara angular, pero estaba bendecido de formas en las que Severus no. El cabello de ese niño era grueso, ondulado y hermoso, igual que el resto de él. Había una arrogancia emanando de sus poros que lo hacían tan atractivo como repulsivo. Su rostro se inclinó hacia lo último cuando vio a Severus, o al menos en su propia repulsión.

"Quejicus," el niño le dijo en forma de saludo, con desdén en su rostro, como si Severus tuviera suerte de que ese atractivo niño le hiciera caso lo suficiente como para insultarlo. Hizo a Draco sentirse pequeño, el ser atrapado en la dirección de esa mirada, aunque no fuera para él. "¿Te escabulles en el castillo para espiarnos de nuevo? ¿No te cansas de perder tu tiempo?"

"Pero no lo estoy haciendo", dijo Severus, avanzando hacia el niño con una pobre imitación de la forma en que acecharía a tantos estudiantes, la inseguridad tan evidente en su porte como el aire tentativo de triunfo. "Conozco todos sus trucos. He descubierto a donde va tu novio cada mes, Black. Vi a Pomfrey llevando a Lupin hacia el Sauce Boxeador"

Black. Si, podías saber que era Sirius Black por el cabello, y algo de los ángulos aristocráticos en sus facciones, que aún portaba incluso en las fotografías más macabras del prisionero fugitivo.

Draco Malfoy y la Casa Black (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora