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Al día siguiente tras despertarse y ver por un momento a Tanaka durmiendo como un bebé a su lado le hizo sonreír enternecido... Hasta que recordó que habían tenido varias rondas de relaciones sexuales anoche después de que ambos se confesaran. ¡Había sido tan rápido todo! Y eso explicaba porque ambos estaban desnudos.

Anoche; primero estaban hablando, después hubo un momento incómodo y luego cada uno salto por su cuenta a la boca del otro (o más bien él porque siendo sincero, estaba bien caliente) y fue correspondido. Luego de eso Tanaka llevándolo en brazos lo dejó encima de la cama comenzando a desvestirlo, y por supuesto que no quería quedarse atrás. También empezó a desnudar a Tanaka y a masajear esa zona erecta tan exquisita y dura. Todo había sido tan rápido, caliente, apasionado y mucho menos romántico. De hecho creyó que a ambos les gustaba un sexo salvaje o algo así, porque sus marcas sobre su nuca y pezones eran notorias, las veía en el espejo de su baño. Estúpido Tanaka, pero lo amaba... No podía enojarse con él.

-... Mira como me dejaste Tanaka... Estoy lleno de mordidas. - se dijo así mismo al entrar al baño viéndose al espejo a cada rato. En unas horas más tenía que estar en el trabajo, así que se levantó temprano. -

- ¿estarás bien?

de repente apareció Tanaka asustandolo un poco. No sabía a que se refería hasta que le indicó sus caderas en un ademán de ojos.

- idiota, no soy frágil. Para la próxima yo seré el que estará arriba. ¿Escuchaste? - mencionó enojado pero con una sonrisa pícara, mientras tanto el rapado sólo se alzó de hombros. - ¿no te molesta?

- todos tenemos hoyos - Soltó una pequeña risa y abrazó por la cintura a su ahora pareja cuando este comenzó a lavarse los dientes frente al fregadero - ¿por qué limitarme? ¿Por qué dañaria mi fragilidad? Por favor, hay que sentir placer mutuo ¿no?

- tienes razón, me gusta tu versatilidad, Tanaka.

- dime "cariño"

- en tus sueños. - a fin de cuentas rodando los ojos divertido, se enjuagó la boca sintiendo la menta esparcirse por sua dientes. Sonrió en el espejo y tras darse la vuelta rodeó los hombros del contrario, chocando sus labios en pequeños piquitos, besitos tiernos mañaneros. - prometeme que me visitaras en la cafetería hoy ¿si?

- lo haré... Ahora desayunemos algo antes de que llegues tarde a tu trabajo. - y con un último beso se separaron para ir a la cocina a desayunar algo simple. Quizás unas tostadas con mantequilla le vendría bien ahora mismo. Tenía demasiada hambre después de esas rondas tan sexys. Podía escuchar a Ennoshita gemir su nombre aún.

🍩🍩

- entonces... ¿Son novios?

Preguntó un curioso Asahi mientras batia con una cuchara de palo grande una mezcla de crema para decorar los cupcakes y se estaba esforzando bastante porque obviamente, Nishinoya las probaría primero.

- no necesitas preguntarmelo si ya viste la tremenda mordida en mi cuello Asahi. ¡Y no fue un mosquito! Ese Tanaka me las pagará.

- te entiendo... Nishinoya es igual...

- ¿acaso tu eres...?

- no, no... A Yuu le gusta estar abajo, pero es muy hiperactivo en la cama. Me dice que soy como un rollito de canela. - sonrió algo tímido, no hablaba mucho de estas cosas de parejas y amorosas en realidad -

- tan adorables... - acabó por reírse y siguió en su trabajo de hacer pequeñas decoraciones con fondat para los cupcakes y pasteles. Sin embargo un llamado de Sugawara-San los hizo reunirse en medio de la cafetería. Era la mañana aún, solamente que él y Asahi estaban preparando cosas frescas para cuando abriera la cafetería desde temprano.

Ya todos reunidos, Sugawara se subió a un piso.

- miren esclavos... Auch - mencionó el albino pero al instante el Moreno de Daichi le dio un leve codazo para que hablara mejor - bien, bien. Polluelos, niños, lo que sea. Adivinen quién vuelve...

Todos quedaron en silencio mirándose entre ellos. No sabían de que hablaba Sugawara-San, ni siquiera Daichi que lo miraba expectante. Pero al final todos rodaron los ojos cuando vieron aquel feo cartel del conejo con brazo corto y otro largo salir por detrás de la espalda del albino, esta vez con el anuncio que se necesitaba un repartidor a domicilio.

- ¡ya quema esa cosa Suga! - gritó Nishinoya siendo callado por su pareja al instante -

- como decía, volverá este ¡hermoso cartel! Porque esta vez vamos a ampliarnos a algo más moderno ¿bien? De hecho ya tengo un teléfono fijo para la cafetería para envíos y hasta una página en redes sociales.- sonrió de oreja a oreja y en ese mismo instante pegó con cinta adhesiva el cartel en la vitrina -

- ojala que la foto de perfil de la tienda no sea ese conejo feo... - mencionó en un susurro Tsukishima esta vez rodando los ojos -

- bueno, si hemos llegado la mayoría por ese cartel, demás que alguien va a entrar por esa puerta a pedir el trabajo. ¿No? - hablo Yamaguchi con su optimismo y obviamente Sugawara le acarició su cabello por ser un buen chico -

- si, lo malo es que ya todos estamos con pareja, y homosexuales, bisexuales, más encima. Tan hetero no saldrá de aquí después - comentó Kageyama cruzandose de brazos - tan hetero, hetero no somos aquí. Aquí hay una maldición.

- la mejor maldición - acabo diciendo Nishinoya abrazándose a Asahi por el torso donde apenas lo alcanzaba -

- bien, eso era lo único que quería mencionar... Ahora... - no obstante el abrir y cerrar de la puerta los hizo a todos mirar expectante a Tanaka, que apuntando al cartel, se acercó al albino. Lo miró curioso, hasta que este habló -

- ¡yo seré el repartidor! Tengo una motocicleta de hecho y conozco toda la ciudad. - habló emocionado y sintió las miradas asombradas por lo rápido que había llegado para el puesto, como si lo hubiera estado esperándolo -

- bien, confirmemos que Tanaka es muy hetero como para la cafetería - Nuevamente Kageyama habló - requisitos

- Claro que no cara de pescado, Yo estoy con Ennoshita - y este sin vergüenza apuntó al pelinegro y este quiso ocultarse atrás del grandote Asahi, pero fue imposible ya que Nishinoya lo echó-

- ¿el mejor requisito al parecer de esta cafetería es que todos sean pareja aquí o qué? - habló el rubio -

- ya callense todos, sus deseos se han cumplido que no veran otra vez este cartel del asco, porque tenemos un nuevo empleado... ¡Tanaka!

Y todos aplaudieron con pocos ánimos, menos Nishinoya que siempre iba a desbordar su gran energía en estos momentos, también Sugawara y Daichi que se veían como esoa padres orgullosos. Tambien Ennoshita que aplaudía con normalidad luego de ver que Tanaka, su pareja, ahora tenía un empleo y se verían más seguido. Estaba orgulloso de él.

- bien hecho Tanaka. - habló ya para cuando todos se disolvieron para volver a sus tareas antes de abrir la cafetería. Se acercó al contrario y lo tomó de las mejillas para besarle la punta de su nariz como máximo - no creí que te apuntaría al trabajo así de rápido... ¿Por qué?

- de hecho todo fue casualidad y me dije "así podré ver a mi Ennoshita más seguido" - un leve sonrojo apareció por las mejillas de este luego de este beso y le sonrió a Ennoshita - y también te podré llevar en mi motocicleta y tendremos donas para el camino ¿que te parece? Llegamos más rápido a tu linda morada y quizás, no sé, hacer cositas...

- hablas tanto, mejor renuncia - acabó por bromear Ennoshita pero no duró mucho su indiferencia ya que fue besado por el rapado, que aceptó con gusto. Ahora trabajarían juntos, verse y poder viajar ambos lado a lado con dulces donas en sus manos.

Y así otra vez la cafetería juntaba una pareja más con un dulce amor.

🍩 FIN 🍩

Donas para el caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora