𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟮

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El primero en bajar fue Taehyung, a quien llevaron en silencio. Jungkook era consciente que uno de los dos sería el primero en ser separado, el pobre no tenía más lágrimas que gastar pero su corazón seguía dando los últimos latidos.

El camión volvió a avanzar e iba en silencio mientras escuchaba de los soldados soltar burlas de cómo se sentía estar con un hombre judío en la cama para ver si el mito era cierto que se volverían locos por Jungkook. Entre bromas solían tocar sus piernas y acariciar sus brazos y efectivamente, tenía su piel suave y su cadera diminuta como sus piernas formadas, era un cuerpo por el que cualquiera podría desfallecer, pero Jungkook tenía sus reacciones bruscas para evitar ser tocado, ocasionando ser golpeado hasta llegar a su nuevo destino.

—Cambio de planes niño bonito, aquí estarás.

Jungkook seguía en silencio siendo bajado del camión hasta poder tener su vista completa, entre parpadeos notó un hospital enorme y apenas un poco silencioso pues había demasiada gente pero ¿Esto ayudaría en algo?

—Por si te lo preguntas, tu lindo amor está en el holocausto cerca, pero no creo que puedas echarle un vistazo.

Dijo en mayor burla pero Jungkook no dudó en ver a todos lados, notando a lo lejos ese horrible lugar, no estaba tan cerca y si se tomara su tiempo de correr pudo distinguir escondites que podría hacer, fue tirado de sus brazos hasta llegar a la entrada, notando varias personas ser bien atendidas, soldados o eso parecían, pero cada vez que iban avanzando se volvía totalmente oscuro.

Gente gritando de dolor al recibir destellos en su pecho y en su cabeza, otros parecían estar ahogándose en tinas congelados, otros encerrados y los peores, golpeándose la cabeza hasta sangrar frente la puerta y Jungkook temía por lo que iba.

—¿Está el Dr. Kim?

Le preguntó a uno de los médicos, quien estaba totalmente vestido a la perfección y al final asintió.

—¿Es otro para las pruebas?

—Sí, el comandante lo mandó aquí sin ninguna orden más.

—Entiendo, déjenlo aquí y ya nos encargamos.

Jungkook fue tironeado más hasta que lo escoltaron a una habitación limpia, aun así silenciosa y parecía agradable pero no quería confiarse. Fue sentado en la camilla cercana mientras los demás lo dejaban con varias llaves, ni siquiera la ventana podía usarse para abrir pero de un modo, la habitación se sentía un poco fría.

Jungkook se recostó quedando un poco adormilado por el viaje pesado pero solo pensaba en Taehyung ¿Estará bien? Era un soldado muy fuerte así que tenía fe en ello.

—Sí, sí, ya lo atiendo.

Escuchó cerca de la puerta antes de desviar su vista a ella, notando a un hombre de cabello oscuro con su traje de médico con unas cuantas carpetas en sus manos.

—Lamento la demora, bien, me imagino que ya sabes para que estás aquí.

Jungkook quedó en silencio y se resguardó más en la cama.

—Te ves demasiado joven ¿Cuántos años tienes?

Un silencio siguió ahí, al final le dio la espalda al más alto antes de que suspirara. No era el único paciente que no hablaba pero tenían sus razones.

—Soy Kim Seokjin, me conocen por ser el médico quien se encargará de métodos para buscar mejorar la imagen ideal de un soldado Alemán.

Explicó mientras tomaba asiento e iba comenzando a escribir en unas cuantas hojas, Jungkook seguía en silencio y pensándolo mejor ¿En que tipo de experimento sería usado?

—¿Te dedicas a algo?

Jungkook miró las macetas que decoraban la habitación, por un momento quiso confiar y siguió su mal instinto.

—Soy pianista.

—¡Oh! Un joven pianista, dime ¿Eres famoso?

—Soy Jeon Jungkook.

Seokjin quedó pensativo unos segundos pero finalmente lo recordó en unos de los viejos casetes, escuchando la melodía un poca borrosa del piano del video de Jungkook haciendo su solo. Nadie podía evitar caer en los encantos que sus manos creaban con sólo tocar una tecla.

—Te conozco, dime ¿No es un error que estés aquí?

Jungkook negó rápidamente, el ajeno quedó confundido pues este hombre siempre fue libre ¿Habrá negado alguna orden de un superior o algo similar? Pero claro, tomaban a quien sea como rehén y que sirviera para poder seguir sus planes de vida.

—Entiendo, bien Jungkook te haré elegir de la manera más responsable posible así que eres quien toma la decisión de sus consecuencias aquí.

Era extraño, demasiado extraño. El doctor era muy ''amable'' o al menos parecía querer hacer bien su trabajo sin querer salir mal, no como antes vio en los pasillos a los demás médicos tratar como animales a los pacientes.

—Puedes ser parte del experimento para saber si es posible colocar la mente o el cerebro de quien toma el control del cuerpo, en otro. La segunda opción es el tratar con medicamentos que estamos creando y en el tercero puede que quedes loco y parali-

—¡La segunda!

Pidió Jungkook, esta vez dándose la vuelta mirando del otro callándose de inmediato. Ocasionó una sonrisa al mayor para acercarse e ir soltando lo que fuera que sostuviera a Jungkook.

—Por favor, sólo te pido que cooperes y podrás vivir bien.

—Doctor...

—¿Si?

—Yo... yo ¿Puedo pedir favores?

—Sólo si completas las tareas, pero dime qué es lo que gustas hacer primero.

—Quiero salir, una vez que cumpla una orden suya, quiero salir a pasear.

Seokjin dudó ya que él tampoco sabía bien a donde iría, el holocausto estaba cerca pero al no ver desesperación o al menos tranquilidad en el menor era suficiente para confiar en él ¿Por qué? Porque la gente que se rendía y no tenía donde ir lo toma de la manera mas calmada posible, pero Jungkook sentía que le daría un infarto en cualquier momento.

—Esta bien, suena perfecto. Bien Jungkook, te veré mas tarde entonces.

Seokjin estrechó ambas manos cerrando el trato y salió de la habitación sosteniendo sus cosas de nuevo mientras Jungkook volvía a estar cómodo mirando la ventana, nada de esto se comparaba con estar acostado y descansando al lado de Taehyung.

La lastimosa canción sonaba en la cabeza de Taehyung mientras estaba descansando en las literas con los demás prisioneros, de los cuales algunos no les entendía mucho en su idioma, el uniforme de rayas lo hacia sentir deplorable mientras imaginaba a Jungkook al lado suyo, el triste deseo de sentirlo hizo que su propia mano fuera a acariciarse como el otro lo haría para relajarlo, sus dedos paseando por sus brazos, por su rostro, lo que ocasionó que tuviera una leve erección por querer hacerle el amor una vez más a su amado.

—Jungkook...

Murmuró con tristeza y deseo en silencio mientras le daba la espalda a quien sea quien pudiera verlo, la culpa lo comía por dejarlo solo sin saber dónde podría encontrarse pero podía sentirlo, lo único que sentía de su parte era presentir el dolor de Jungkook, quien ahora sufría tales crueldades en su salud, mientras Jungkook en gritos lloraba mirando la única luz que pegaba encima de él para alumbrarlo mejor a la vista de los científicos.

'Mi Dios, siempre te seguí desde que nací y te pedí tu ayuda de escapar a salvo con Taehyung ¿Por qué me has abandonado, Dios? ''

𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒍𝒐𝒅𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝑱𝒆𝒐𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora