Capítulo 16

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Un pequeño tip antes de que empiecen con el capitulo. Escuchen la canción mientras leen, no por qué no se podía vincular con el vídeo oficial, pero ustedes pueden ponerlo.
Disfrútenlo
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Newt PROV.

Más que correr por lo que pasa con Alby, corro porque me entró en mi jodida cabeza algo importante. Que garlopo soy por no darme cuenta antes.

Consigo ir más rápido, pero tambaleo por un dolor fugaz en mi tobillo. Eso no impide que continue mi camino.

Algunos Habitantes me saludan o preguntan si estoy bien, pero los ignoro.

Debe de estar en la Sala de Mapas.

Mi respiración es agitada y comienzo a sentir el sudor recorriendo mi espalda. Debería sentirme agotado, pero tengo toda una descarga de adrenalina en mi cuerpo.

Ni siquiera paro solo abro la puerta.

- Thomas -lo llamo.

- Aquí no está -dijo Minho.

- ¡Shunk! -maldije- ¿Sabes dónde plopus se metió?

- ¡¿Qué demonios les pasa a ustedes dos?!

- Contesta, Minho.

- Oye, calmate, Shank -frunce el ceño- ¿por qué tanta prisa por encontrar a ese Larcho?

- ¿Sabes dónde está o no?

- Creo que también te está buscando, hace un rato me preguntó por ti.

A este paso tardaré en encontrarlo, y no quiero que pase el momento, no quiero.

Salgo corriendo, apenas gritándole un 'gracias'. Mi cabeza funciona a mil por hora. Podría estar en el comedor, o con Chuck, o con Teresa, o en el Bosque, o en la Finca.

Demasiados lugares. ¿Pero dónde podría pensar que estoy? En mi habitación.

Haciendo caso omiso al ardor de mis pulmones por la falta de aire, sigo a mi instinto que me guía por este miertero lugar.

Subo a grandes zancadas las escaleras y abro la ultima puerta del pasillo. Choco con Thomas y quedo sobre él.

- Ahí estás, Tommy

You're the light, you're the night. You're the color of my blood.

Sonrió y él también. Su respiración también es agitada, y por un momento no nos movemos.

- También me alegra verte, Newt, pero me estás aplastando.

- Lo lamento.

Me levanto y le tiendo la mano para ayudarle, justo como en su primer día en el Área.

- Tengo que hablar contigo -le digo.

- Yo también, pero empieza tú.

El nerviosismo comienza a llevarse mi voz. Trago sonoramente. Si voy a decir algo y no quiero que sean idioteces, tengo que enfocarme.

Perderé la memoria, pero jamás mi amor por ti (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora