Ángela– ¡Mamá me voy!– Cojo las llaves que están en el mueble de la entrada y voy a abrir la puerta.
– ¿A dónde? Son las 10 de la mañana. – Contesta mientras se abrocha la cinta de su bata rosa y se dirige hacia mí.
– He quedado con los mismos chicos de ayer. Y ahora me voy que llego tarde. – Le doy un beso en la mejilla. – Te quiero mamá – y salgo dejando la puerta cerrarse detrás de mí.
Estoy de camino mientras escucho música con mis auriculares y llevo mi skate en el brazo, al lado de mis mallas negras de Adidas. Llevo puesto un top negro sin tiras y una chaqueta larga de lana color beige. No se si lo habréis notado pero adoro ese color, de hecho es uno de mis favoritos.
Al llegar están todos patinando, me saludan a la vez, y yo les hago un gesto con la mano mientras me siento en el banco a recuperar aire. Me canso muy rápido y mas si es caminando o corriendo.
De mientras los miraba y me fijaba en los trucos que hacían, John es muy bueno, podría decir que de los mas buenos del grupo. Pero luego me fijé en los gemelos, ellos sí que eran buenos y también estaban buenos.
Lo siento, espasmos hormonales.
Tyler acabó de bajar una rampa y se dirigió hacia mí. Me quede mirándolo mientras se acercaba, su pelo negro se movía por el viento y sus ojos azul fuerte resaltaban en su piel blanca y cálida. Suponía que era Tyler ya que lleva una camiseta de manga corta negra y unos pantalones de chándal grises a conjunto con sus zapatillas, unas Jordan grises con toques negros. Cierto se me olvidaba que eran ricos.
– Avísame cuando acabes de follarme con la mirada. – Habló Tyler sentándose delante mío mientras dejaba el skate en el suelo y apoyaba sus brazos sobre sus rodillas.
– Un segundo– dije mientras le acababa de mirar de arriba abajo por última vez. – Ya he acabado.
– Joder, me vas a dejar en silla de ruedas. – Replicó sarcástico. Pero en su punto serio y sin ninguna expresión en su cara.
– Aún Gracias que sobrevives– le respondí continuando su juego sarcástico. El río y giró la cabeza para enfocarse a los chicos que ya estaban viniendo todos juntos.
– ¡Ey Parker! ¿Que te cuentas?– saludó Jackson mientras levantaba la mano para chocarla con la mía.
Cristian se sentó al lado de Tyler, agradecía que hoy vistieran diferente. Llevaba puesta una camiseta rosa con unos tejanos que le llegaban por arriba de la rodilla.
John se sentó a mi lado derecho mientras me hacía un gesto con la cabeza que lo interpreté como un "hola". El camarero y su color de ojos café que resalta con sus pestañas largas; de verdad no se que le dan a los chicos de Nueva York para que sean así de guapos.
Y por último Jackson se sentó a mi izquierda mientras cogía una coca-cola de la nevera pequeña que habían traído y dejado allí puesta por si nos entraba sed.
(-)
Paso la mañana volando, básicamente les conté mi historia y el porque me había mudado aquí, también les expliqué mi falta de dinero, a lo que me explicaron que no me preocupara que el instituto al que yo tenía pensado ir es público y que gracias a dios ellos también van a ese instituto.
Nos levantamos para ir a hacer la
puti-vuelta pero paramos al escuchar música rap que cada vez se acercaba más hacia nosotros. Nos quedamos quietos; no sabíamos de donde provenía ese ruido, hasta que lo vimos.
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Love among skates
Teen FictionÁngela Parker, una chica que por problemas económicos no podía quedarse a vivir en el mismo sitio más de un año. Hasta que un día, gracias a su tía Rose, ella y su madre se van a vivir a un apartamento lujoso en el centro de Nueva York. Antes de emp...