Cap. VI

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Ángela


Estamos a sábado, ya ha pasado casi una semana después de lo sucedido. Mañana es la fiesta en casa de los gemelos, y la verdad es que después de como me hablo Tyler no me apetece ir, pero John me lo estaba rogando.

En cuanto llegué a casa y dejé mi skate me di cuenta de porque lo había cogido John aquel día; para apuntar sus números de teléfono.
Y si, ahora tengo los números de teléfono de todo el grupo pintado en el skate.

Ahora me encuentro sentada en el sofá mirando las noticias, esto de llevar el brazo escayolado no lo soporto, es demasiado incómodo. Pero gracias a dios me dijieron en el hospital que solo era un esguince que de aquí dos días me lo quitarían, el problema es que ya no aguanto más! Me estoy MURIENDO de calor, y encima yo, que soy muy impaciente...

(-)

A pasado una hora desde que he dicho que no tengo paciencia, y bien, ya lo podéis comprobar.
Estoy sentada con mi madre al lado en unos sillones blancos del fondo de la sala de espera.
¡Por fin me van a quitar esto!
Nos llaman y entramos en una sala donde nos atiende una enfermera muy amable que me está quitando la escayola mientras que otra enfermera de pelo negro charlaba con mi madre de qué pasos debía seguir para trabajar en el hospital. Aunque ella ya lo sabe, siempre le gusta informarse.

Ya hemos acabado y estamos de vuelta en taxi, no tenemos coche siempre nos desplazamos en taxi o bus. Supongo que cuando mi madre empiece a cobrar ya podrá comprarse uno.

Me llego un mensaje de mi tía diciendo que el próximo fin de semana vendrán a cenar a casa, es decir, la tía molona y el tío trabajador, esos mismos. Lo que más me sorprende es que vayan a traer un "regalo de bienvenida". Te puedes imaginar mil cosas viniendo de ellos.

Estamos subiendo las grandes escaleras del portal del edificio, hemos ido bastante rápido me esperaba que durara más. Al entrar mi madre se para a hablar con el señor que ligo con ella al segundo cero de entrar a vivir. Después de unos cinco largos minutos esperando decido subir por el ascensor y dejarlos allí hablando solos.

Estoy por salir cuando me topo con alguien. – Creo que el ascensor será nuestro punto de encuentro. – Dijo el chico de ojos verdes, Dylan.
– Yo también lo pienso. Hace mas de una semana que no nos veíamos. ¿Qué has estado haciendo?– Digo mientras acabo de salir del elevador.
– Pues no mucho la verdad, he estado conociendo la ciudad. ¿Quieres quedar mañana así te enseño unos lugares preciosos?

La fiesta en casa de los gemelos. Recuerdo lo que me dijo Tyler. "Me da muy mala espina ese chico. Así que en mi casa no va a entrar."
Bien, aunque no ganáramos el dinero no lo iba a invitar, Tyler lo verá y se enfadaría aún más, así que mejor que se quede en casa a salvo.

– Mañana...tengo planes con unos amigos. No puedo lo siento.

Y como no Dylan pregunto: – ¿Que planes? ¿Puedo unirme?– Pues NO todo por tu bien.
Ojalá haberle contestado eso con palabras tan claras.

– Es una fiesta en su casa, y ya sabes... no va todo el mundo. Son chicos con bastante dinero y no dejan entrar a  cualquiera en su casa. – Muy bien Ángela le acabas de llamar "cualquiera" ole tu.

– Así que para ti, soy un cualquiera. Bien, ya me dirás cómo te ha ido con tus súper amigos los ricos. – Dijo y se marcho por las escaleras dejándome ahí parada con una cara de fracasada enorme, lo que soy.

A este paso ya os habéis podido dar cuenta que siempre que abro la boca la cago, no es que sea una borde y creída, ni mucho menos, pero soy taaan patosa que no cuido mis palabras.

Love among skatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora