Compendio de Cuentos [Hanami]

La Orden de las Lechuzas (III)

[...]

"Y así fue como aceptamos el Castigo del Diezmo: La décima parte de nuestros pequeños a fin de evitar que la crueldad gobierne la casa. Entonces, ¿cuál es la semejanza entre ambas historias?"

"Que el dueño no seguía el camino correcto"

"Que los animales suplicaron ayuda"

"Que el malvado dueño fue reemplazado"

"Que en ambas historias luchamos"

"¿Algo más?" preguntó la lechuza sabia mientras contemplaba con paciencia a su grupo de aprendices cuyos murmullos tenues sacudían las sombras de la noche. Ninguno de ellos era una ave completa, pero todos lo serían al final del camino. Todos cargarían con el juramento y el honor de pertenecer a la familia de las lechuzas. "¿Qué otra semejanza encontramos entre ambas historias?"

"La injusticia" respondió la voz de campana, tan estable y clara como el eco del agua. Todos se giraron para escuchar al diminuto zorro de morro oscuro que miraba a la lechuza sabia con sus ojos inmensos, "aun si la razón estaba de parte de las lechuzas, la muerte cayó sobre aquellas que se alzaron en contra del dueño"

"Muy bien" respondió la lechuza sabia. "¿Y por qué fue eso?"

"Porque no somos jueces" fue la respuesta unánime, "somos sombras que vigilan y protegen"

"¿Proteger al hombre que le arrancó las plumas a uno de los nuestros?" preguntó la voz clara inclinando la cabeza.

"Suena injusto, lo sé, pero... ¿qué nos da el derecho de decidir quién debe ser el dueño? Elegir no es simplemente señalar y escoger, pues fiarnos de las apariencias es tan terrible como confiar que somos la noche. Han sido muchos los señores que se han sentado en la gran mesa del salón, algunos han sido mediocres y otros ejemplares, algunos han sido severos y otros amables, pero solo en la acción y el trabajo la diferencia ha sido clara. Y nuestro deber es protegerlos a todos porque solo en la neutralidad evitaremos la innecesaria muerte de los nuestros... Ahora, ¿cuál es la diferencia entre ambas historias?"

Esta vez las respuestas fueron más vagas y simples pues las diferencias parecían incontables.

"¿El fuego?"

"¿El ataque?"

Y así continuaron hasta que la clara voz del zorro se elevó sobre el resto.

"El regalo. Solo un líder hizo uso de él, pero... al final no sirvió de nada, maestro; aun rechazando la voluntad del dueño el castigo fue el mismo"

"¿Lo fue?" pregunto la lechuza. "La muerte de cien lechuzas leales contra el exterminio de la décima parte de nuestra familia. ¿Es un castigo igual?"