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Llevo una semana hecho una mierda. No tengo ganas de nada después de quedarme sin trabajo.

— Tío, no puedes seguir así — me dice Bruno al verme tirado todo el día en el sofá.

— ¿Y qué quieres que haga? No tengo nada que hacer con mi vida — niega cruzándose de brazos.

— Por lo menos podrías buscar trabajo, ¿no?

— ¿Para qué? Si no me van a coger en ningún sitio

— Eso no lo sabes Hugo — suspiro.

— Mañana empezaré a buscar algo, ¿vale? Te lo prometo — y me da palmaditas en la espalda.

— Ánimo Huguín, seguro que encuentras algo antes de lo que crees — le sonrío sin ganas.

— Eso espero — me sonríe.

De repente, oímos un grito y es Mai que viene corriendo hacía el salón a enseñarnos un vídeo.

"¿Te gustaría cantar con la estrella internacional Eva B? Pues solo tienes que apuntarte al nuevo concurso de Warner Music Group. Mándanos un vídeo cantando tu canción favorita, y entrarás directamente al sorteo donde no solo podrás cantar con Eva, sino que también tendrás la oportunidad de viajar hasta Los Ángeles para trabajar junto a ella en su nuevo single. ¿Increíble, verdad? ¡No te lo pienses más y participa!"

— ¿Qué nos quieres decir con esto Mai?

— ¡Hugo, esta es tu oportunidad!

— ¿Oportunidad para qué? — le pregunto confuso.

— ¡Pues para trabajar en la música tonto! — me río.

— Mai, estás fatal si piensas que me voy a apuntar a una tontería de concurso cómo ese... — resopla.

— Hermanito por favor, piensa en la gran oportunidad que sería para demostrar todo el talento que tienes. El mundo necesita escucharte Hugo, y qué mejor que hacerlo acompañado de una artista tan increíble cómo Eva — niego.

— Que no Mai, no pienso participar en eso. ¿Qué posibilidad hay de que me toque a mí entre las miles de personas que se van a apuntar ahí, eh? Ninguna. Además, ni siquiera sé quién es esa tal Eva B, solo la he escuchado una vez — rueda sus ojos. Admito que la canción estaba chula y me gustó cómo cantaba la tipa, pero me está cansando ya de tanto escucharles decir su nombre...

— Venga tío, hazle caso, apúntate. Que si tienes suerte, te puedes ir hasta Los Ángeles — me dice Bruno sonriendo apoyando la idea de mi hermana.

— ¿Con el inglés de mierda que tengo? — se ríen.

— Aunque lleve viviendo allí ya muchos años, ella sabe español perfectamente Hugo — ruedo los ojos.

— ¿Qué eres, fan de esa tía? — se ríe.

— Pues sí, me molan muchísimo sus canciones. Y actúa genial también — me dice Mai y niego riendo.

— Por mucho que me insistáis, no voy a apuntarme, lo siento — vuelven a protestar.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué le chilláis al tito? — les pregunta el peque entrando en el salón.

— ¡Pues porque es un cabezota! — le contesta Mai cabreada y nos reímos.

— Le intentamos convencer para que se apunte a un concurso en el que podría ganar un viaje a Los Ángeles para trabajar con Eva B — le dice Bruno.

— ¿Con Eva B? — pregunta Lucas sorprendido — ¡tito Hugo, te tienes que apuntar! — me río.

— ¿Tú también enano? — asiente sonriendo.

— Porfaaa, apúntate al concurso, por miii — me pide haciendo pucheros. ¡Maldita sea! No puedo decirle que no a esa carita tan adorable. Suspiro.

— Me lo voy a pensar, ¿vale? — asienten.

— Tito, ¿esta noche vemos una peli juntos?

— Claro mi amor, ¿qué peli quieres que veamos?

— !La de Batman, nuestra favorita! — me dice ilusionado y sonrío llenándole la cara de besos.

— Hecho enano — me sonríe.

Justo suena mi móvil y me voy para mi habitación.

— Dime cariño — le contesto a mi novia Sara.

— Holaa bebé, ¿cómo estás?

— Bueno, algo mejor...¿tú qué tal?

— Bien, pero te echo de menos — sonrío.

— Y yo a ti — llevamos una semana sin vernos porque no me apetecía ni salir de casa.

— ¿Por qué no te vienes a mi casa y pasamos la noche juntos? — me dice con su voz seductora.

— Me encantaría de verdad, pero le he prometido a Lucas que veríamos su peli favorita esta noche... — no oigo nada al otro lado de la línea y me da miedo que se haya enfadado — cariño, ¿estás ahí?

— Sí, estoy aquí. ¿Enserio me vas a dejar tirada por un crío? — bufa enfadada.

— No es cualquier crío Sara, es mi sobrino, ya sabes lo mucho que me importa — se ríe con sarcasmo.

— ¡Y yo soy tu novia Hugo! Pero ya veo que no te importo nada... — me dice triste y suspiro.

— Claro que me importas, ¿por qué dices eso?

— Pues porque siempre es lo mismo Hugo, si no es tu sobrino, es tu hermana. ¿Es que no piensas separarte nunca de ellos? — me grita enfadada.

— Lo primero, tranquilízate. Y lo segundo, es la única familia que me queda, a si que cómo es lógico, quiero estar con ellos. No me puedo creer que te pongas celosa solo porque quiera pasar tiempo con mi familia... — le digo defendiéndome.

— ¿Sabes qué? Me da igual, quédate viendo la estúpida peli con tu sobrino. Que yo también haré otros planes esta noche — me dice con retintín.

— Si piensas volver a ponerme los cuernos, ya te puedes ir olvidando de mí Sara. Te puedo perdonar una vez, pero no soy tan tonto cómo para perdonarte otra — le advierto cabreado.

— No amor, no me dejes. Te prometo que no te voy a volver a engañar más — me dice entre sollozos.

Mierda. Olvido todo lo anterior al oírla llorar.

— Eh cariño, no llores porfa. Soy gilipollas, lo siento por todo lo que te he dicho. Ahora mismo voy para allí, ¿vale? Seguro que a mi sobrino no le importa que veamos la peli en otro momento

— Vale, gracias bebé, te quiero...

— Y yo a ti — colgamos y me visto rápidamente.

Cuando salgo de mi habitación, me dirijo hacía el salón para avisarles de que me voy con ella.

— ¿Y la peli? — me pregunta Lucas triste.

— La veremos otro día, ¿vale?

— Me habías prometido que íbamos a verla esta noche — me dice enfadado cruzándose de brazos.

— Lo sé enano, pero al final no puedo. Me está esperando mi novia y tengo que irme ya...

— Tu novia me cae mal — me río.

— ¿Por qué? Si es muy maja — niega con la cabeza.

— En eso estoy totalmente de acuerdo con mi hijo, no me gusta nada esa chica para ti ranita. No lo ves, pero los demás sí que podemos ver que vuestra relación es tóxica — me dice Mai y ruedo los ojos.

— No empieces con eso eh...

— ¡Es que es la verdad Hugo! — suspiro.

— Mira, paso de discutir. Me voy ya. ¡Hasta mañana! — y me voy para la casa de mi novia.

Vida de ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora