17

513 36 4
                                    

Hace ya dos semanas desde que los médicos le dieron el alta a Mai y volvió a casa con nosotros. Y aunque aún le quedan cicatrices por el cuerpo del accidente, se ha ido recuperando súper bien.

Por otro lado, Eva y yo volvemos mañana a Los Ángeles para grabar la canción en la que hemos estado trabajando juntos durante casi tres meses.

Ahora estamos Bruno, Lucas y yo sentados en el sofá jugando a la play. Y otra vez que nos gana mi sobrino. No sé cómo lo hace el renacuajo, pero siempre consigue ganarnos en todos los juegos.

— Yo no juego más — tiro el mando cabreado.

— El tito no sabe perder — se ríe junto a su padre.

— Es que no es normal que ganes todas las partidas enano, seguro que haces trampas — le acuso.

— ¡Yo no hago trampas!

— Siiii

— Nooo — y seguimos peleándonos.

— ¿Y ahora por qué os peleáis niños? — nos pregunta Mai apareciendo con Eva en el salón. Las dos se han vuelto inseparables en estas semanas.

— El tito está diciendo mentiras sobre mí mami — dice triste lanzándose a los brazos de su madre.

— Ranita, ¿qué le haces a mi pequeño? — me riñe.

— ¡Pero si yo no le he hecho nada! — me defiendo.

— Hugo, deja de comportarte cómo un niño y ven a pedirle perdón anda — me regaña Eva también.

— ¿Tú también estás de su parte? — asiente cruzando los brazos. Suspiro y al final me acerco hasta Lucas — ¿Me perdonas por acusarte de ser un tramposo enano? — duda unos segundos, pero al final se suelta de los brazos de Mai para abrazarme.

— Sí, te perdono tito — nos sonreímos y me lo como a besos. Es imposible enfadarse con este renacuajo. Le voy a echar un montón de menos.

— Venga, vamos a preparar la cena — dice Bruno y se separa de mí para ir con sus padres a la cocina.

Me acerco lentamente a Eva sonriendo.

— ¿Qué? — me pregunta poniéndose nerviosa.

— Te vas a enterar — y sale corriendo hacía mi habitación para encerrarse allí, pero consigo entrar antes de que pueda cerrar la puerta. Empiezo a hacerle cosquillas y nos caemos sobre la cama.

— ¡No! Hugooo, paraa — sigo haciéndole cosquillas hasta que ya nos duele la tripa a los dos de reírnos tanto. Intento darle un beso, pero me aparta.

— ¡Oye! Dame un beso — se da la vuelta enfadada.

— No quiero, eres un idiota — ruedo los ojos.

— ¿Y luego me llamas a mí niño? — se ríe.

Al final vuelve a girarse hacía mí y me besa.

— No quiero irme Hu, me lo estoy pasando genial aquí contigo y con tu familia... — me dice triste — me han acogido súper bien y por una vez, me he sentido parte de una familia — la abrazo fuerte.

— Ayy mi niñaa — esconde su cara en mi cuello.

— ¿Qué va a pasar después de que terminemos con el proyecto? No quiero que nos separemos bebé

— Yo tampoco quiero separarme de ti por nada en el mundo Eva. Por eso estaba pensando en que podría irme a vivir a Los Ángeles contigo, si tú quieres claro... — se ríe — oye, ¿por qué te ríes?

— Pues porque yo estaba pensando en mudarme aquí a vivir contigo Hugo — la miro sorprendido.

— ¿Enserio?

— Sí — nos reímos.

— Vale, ¿y entonces qué hacemos?

— No sé Hu...por parte de Sam y Flavio sé que no habría ningún problema porque echan mucho de menos vivir en España. Pero tampoco quiero dejar a mi abuela allí sola — asiento acariciando su cara.

— Entonces me mudo yo a Los Ángeles

— ¿Seguro? No quiero que dejes a tu familia por mí

— No les dejaría cariño, vendría de vez en cuando a visitarles y así... — suspira abrazándome.

—Bueno, ya lo decidiremos, ¿no?

— Sí, aún hay tiempo — asiente — te quiero

— Y yo a ti — nos sonreímos y nos besamos.

Seguimos besándonos y dándonos mimos hasta que está lista la cena y vamos para la cocina.

******

¿Se mudará Eva a Madrid, o Hugo a Los Ángeles?

Vida de ricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora