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— ¿Eva? ¿Dónde está Eva? — les pregunto alterado a los policías que hay alrededor del camerino.

— Una chica que llevaba un arma encima se ha atrincherado dentro del camerino secuestrando a Eva con la intención de matarla. La hemos escuchado gritar pidiendo ayuda, por lo que suponemos que aún sigue con vida. Estamos haciendo todo lo posible por negociar con la chica para que la deje libre, pero dice que quiere hablar contigo — ¿conmigo? ¿Por qué? No entiendo nada.

— ¡Eva! — la llamo desde detrás de la puerta.

— ¡Hugo! ¡Ayúdame por favor! — la oigo gritar.

— ¡Cállate zorra! — oigo un golpe seguido del llanto de Eva. No puede ser, ella otra vez no por favor. Reconozco esa voz perfectamente, es la loca de mi ex, Sara. ¿Cómo ha podido venir hasta Nueva York a hacernos esto? La hija de puta no ha tenido suficiente con las fotos que colgó en las redes.

— Eva, mi niña. Voy a sacarte de ahí, ¿vale?

— "Mi niña", qué bonito — me imita Sara cínicamente — ¿pues sabes qué Hugo? A tu niña no le queda mucho tiempo de vida, una pena... — se ríe y me quedo paralizado al escuchar otro disparo. Pero suspiro aliviado cuando escucho la voz de Eva.

— ¿Qué coño quieres Sara, eh? ¿No has tenido suficiente ya con todo lo que nos has hecho pasar? Mátame a mí, pero a ella déjala en paz por favor. Eva no tiene la culpa de nada — le suplico.

— ¿Y qué de divertido tendría eso? — se ríe con una risa malvada. Madre mía, está loquísima. Me pregunto cómo pude estar con alguien así... — ¡vuelve conmigo ahora o la mato! — me amenaza.

— ¡No pienso volver contigo! — le grito furioso.

— Bueno, pues tú lo has querido. Pobrecita Eva — se vuelve a reír maliciosamente. Oigo cómo aprieta el gatillo y cuenta hasta tres antes de dispararla.

1...

2...

— ¡Está bien! ¡Volveré contigo! — grito rendido.

— ¿No me estarás tendiendo una trampa, no?

— No, te lo prometo. Tienes razón, no sé qué coño hago con Eva si a la que quiero es a ti Sara. Nunca debería haberte dejado cariño. Estaba muy confundido y por eso me fui con ella, pero me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti. Lo siento muchísimo, quiero que volvamos a estar juntos por favor. Te echo mucho de menos — le digo llorando.

Espero que mi intento de actor haya funcionado. Es la única esperanza que me queda para salvar a Eva.

No tarda en abrir la puerta y tirarse a mis brazos.

— Yo también te he echado mucho de menos bebé — Sara solloza en mi cuello y la abrazo mientras les digo a los policías con la mirada que se la lleven — ¡No! ¿Qué estáis haciendo? ¡Soltadme! — la esposan llevándola lejos de mí — Hugo, mi amor, diles que me suelten por favor — me ruega.

— Lo siento mucho, pero has caído en la trampa. Te creía más lista la verdad... — esta vez soy yo el que se ríe — adiós Sara, espero que te diviertas en la cárcel — le digo con una sonrisa vengativa.

— ¡Hijo de puta! ¡Te odio! — maldice mientras se la llevan fuera de aquí. Entro corriendo al camerino a desatar a Eva y cuando acabo, me abraza fuerte.

— Gracias a dios que estás bien Eva, no sé qué haría si te hubiera... — no puedo ni decir la palabra. Veo que tiene las marcas de las bofetadas que le ha pegado la zorra asquerosa de mi ex en sus mejillas.

— He pasado mucho miedo Hugo — solloza.

— Ya está mi niña, ya estoy aquí contigo. Se la han llevado. No volverá a hacernos daño nunca más

— ¿No era verdad, no? Las cosas que has dicho... — cojo su cara entre mis manos para que me mire.

— Eva, todo lo que he dicho ha sido para que Sara cayese en la trampa y así los polis se la pudiesen llevar. Ni loco me quedo con ella, ¿vale? Te quiero a ti — nos sonreímos entre lágrimas.

Nos quedamos un rato así abrazados, hasta que consigue calmarse un poco. Los del equipo nos piden perdón por lo que ha pasado y nos ayudan en todo para llegar cuanto antes al hotel a descansar.

Cuando llegamos allí, nos despedimos de Sam y Flavio que también lo han pasado fatal porque estaban súper preocupados por nosotros. Y luego, entramos en nuestra habitación. Nos tumbamos directamente en la cama ya que estamos agotados después de todo lo que ha pasado esta noche.

— No sé si voy a poder dormir Hu... — la abrazo acariciando su pelo para intentar tranquilizarla. Aún sigue en shock y me siento culpable porque si no tuviese una ex loca, no le habría pasado nada. El que debería haber pasado por eso era yo y no ella.

— ¿Quieres hablar de ello? — niega con la cabeza.

— Quiero olvidarme de eso para siempre — suspiro.

— Vale...¿y si te canto algo?

— Sí, cántame porfa — sonrío.

Empiezo a cantarle una canción que he escrito hace unos días que se llama "Todo", y siento como poco a poco se va quedando dormida acurrucada a mí.

— Buenas noches — susurro dejando un beso sobre su frente antes de caer en los brazos de Morfeo.

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Espero que os esté gustando!!🥰
Solo queda el final y el epílogo🥺❤️

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