Esto debe de ser una pesadilla. No puede ser real. Me niego a creer que mi hermana ahora mismo esté en un hospital, en coma, luchando por su vida.
— No la puedo perder Eva, a ella no... — rompo a llorar desconsoladamente en sus brazos mientras ella acaricia mi espalda intentando calmarme.
— Y no la vas a perder, ¿vale? Estoy más que segura que Mai va a salir de esta porque por lo que me has contado sobre ella, es una mujer súper fuerte, que no se rinde nunca, por nada en el mundo — me dice también entre sollozos y me aferro a ella.
— No, no puede dejarnos. Ni a mí, ni a Bruno, ni a Lucas... — solo pensar en que mi pequeño sobrino puede quedarse sin su madre, me parte el alma. No me imagino cómo tienen que estar pasándolo ellos.
Nada más recibir la noticia, hemos salido rápidamente de la fiesta hacía la mansión de Eva. Me siento sin fuerzas, completamente destrozado. No podría vivir sin mi hermana, lo es todo para mí.
Sam y Flavio intentan buscar vuelos a Madrid.
— Lo siento mucho Hugo, pero no hay ningún vuelo a Madrid hasta mañana — me dice Flavio.
— Pero no puedo esperar tanto, necesito estar allí con ellos como sea por favor — ruego desesperado.
— Espera, que igual puedo contratar algún avión privado — nos dice Eva cogiendo su móvil. Intento protestar para que no se gaste todo ese dinero en un avión por mi culpa, pero me calla con un beso — voy a hacer todo lo posible para que mañana estemos allí con tu familia amor — ¿estemos?
— Pero tú tienes trabajo aquí esta semana Eva...
— Hugo, me da igual, el trabajo puede esperar. Ahora lo que más me importa eres tú y tu familia, así que me voy contigo — la abrazo con fuerza. No sé cómo agradecerle todo lo que está haciendo por mí, he tenido muchísima suerte de conocerla.
— Gracias cariño, te quiero mucho
— Y yo a ti bebé — nos sonreímos entre lágrimas.
Al final consigue alquilar un avión privado que sale dentro de una hora, así que hacemos rápidamente las maletas. Flavio nos lleva en coche hasta el aeropuerto, donde nos despedimos de él y Sam.
— Todo va a salir bien, ¿vale? Te queremos mucho hermanito Malfoy — me dice Sam junto a Flavio.
— Y yo a vosotros — nos abrazamos.
Después de un rato, por fin despega el avión de Los Ángeles hacía Madrid. Hay hasta una cama aquí dentro, así que nos tumbamos juntos abrazados.
— Tengo mucho miedo Eva...¿y si cuando llego, ella...ella ya no está? — digo en un hilo de voz y siento cómo cada vez me cuesta más respirar.
— Hugo, mi amor, mírame — me pide cogiendo mi cara entre sus manos y mis ojos se posan sobre los suyos — eso no va a pasar, ¿vale? Venga, respira conmigo — inhalo y exhalo el aire a la misma vez que ella mirando sus ojos que imitan los mares, y consigo controlar mi respiración — ¿mejor?
— Sí, gracias — deja un beso sobre mi pecho.
— Ahora descansa bebé, necesitas dormir
— Te quiero muchísimo...
— Y yo a ti — nos acurrucamos juntos en la cama. Sus manos acarician mi pelo y me quedo calmado, cayendo poco a poco en los brazos de mi sirena.