˚⋆.* ◞ 𝟬𝟬𝟐┊ ❪ 𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌 ━ 𝒉.𝒑𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓 ❫ ·˚ ༘𖤐 🦊
⤷ ❝ celeste andrómeda black tiene un deseo de muerte ❞
▍·˚ ༘ミen donde reyna y regulus dejan atrás otro recuerdo
de ellos...
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▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃ CARPE DIEM ── ◦'𖥸'◦ ── ACTO UNO ↳ ❛ creen que soy la heredera de slytherin todo por mi apellido y mi casa ❜︎ capítulo tres ╱ ╱ 🏛🧺 ˚◞𑁍ﾟ
₊˚ 𖤐₊ ⁀➷ SEGUNDO AÑO ✩ el heredero de slytherin.
—Os habéis vuelto absolutamente locos. ¿En qué estabais pensando? ¿Volando en un maldito coche hasta la escuela? —la voz de Celeste Black sonó por casi todo el Gran Comedor. En todo caso, sonaba como un altavoz en un partido de fútbol.
Ron pensó que sonaba como la abuela de Neville Longbottom.
Los chicos no tuvieron más remedio que ir en coche a Hogwarts. Al ser vistos por muggles, Harry y Ron fueron castigados. Ron pasó su tiempo limpiando trofeos y Harry tuvo que ayudar a Lockhart a contestar el correo de sus admiradoras.
En el camino de vuelta, Harry seguía un ruido siseante. El chico Potter se topó en el camino con su amiga Celeste ━ que también estaba castigada por estar en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno.
Los gemelos Weasley le tiñeron el pelo al profesor Snape de color púrpura y como Celeste entraba en su clase en ese momento para entregar un trabajo, lo vio y se rió.
( Creyendo que Celeste era parte de la broma, recibió un castigo sin razón alguna. )
—¿Tú también has oido eso? —preguntó Harry, jadeando ligeramente de tanto correr. Ambos escucharon la voz pero ya no estaba.
Celeste soltó un chillido cuando vio la inscripción en el muro. Un gato ━ no, la señora Norris, la gata de Argus Filch flotaba en el aire.
Hermione y Ron se quedaron de pie junto a la chica de pelo cobrizo y el azabache, tan azorados como ellos.
—¿Qué es eso?
—¿Eso es sangre?
—¿Lo han escrito ellos?
—¿Enemigos del heredero, temed?
Celeste, que reconoció de inmediato esa voz condescendiente, se volvió hacia el platinado. Cuando Draco vio que Celeste le miraba, cambió rápidamente su mirada.
—¿Qué ocurre aquí? ¡Dejadme paso! ¡Apartad! —dijo el señor Filch mientras se abría paso a empujones. Una vez que vio a la Señora Norris, se echó atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara—. Señora Norris... ¡¿Qué le habéis hecho a mi gata?!
—¡Argus! —escuchó Celeste. Era Dumbledore. Detrás de él estaban la profesora McGonagall, el profesor Snape y Madame Pomfrey, todos congelados por el horror.
