𝟬𝟬𝟲. harry blows up aunt marge

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CARPE DIEM ── ◦'𖥸'◦ ── ACTO UNO
↳ ❛ harry james potter, ¿has inflado a tu
tía sin mí? ¡debería darte vergüenza! ❜︎
capítulo seis ╱ ╱ 🏛🧺 ˚◞𑁍


Al día siguiente, el último día de vacaciones, Harry y Celeste bajaron al Caldero Chorreante, y fueron al Callejón Diagón, para hacer algunas compras de última hora si era necesario y para encontrar a sus amigos.

—¡HARRY! ¡CELESTE!

Giraron la cabeza para ver a Ron y Hermione sentados en la terraza de la heladería de Florean Fortescue. Se podían distinguir fácilmente esas pecas familiares y el pelo rojo en cualquier lugar. Y el pelo de Hermione, que antes era un matorral, se había domado un poco y ahora era rizado/ondulado, llegando hasta los hombros.

El Potter y la Black se dirigieron rápidamente hacia ellos con unas sonrisas de oreja a oreja.

—Maldita sea ━ Celeste, pareces una maldita diosa.

Celeste había crecido unos cuantos centímetros y su pelo se había vuelto más largo. Definitivamente había heredado el encanto de veela de Reyna De Martel a pesar de los rasgos del Black.

—¡Celeste! —Hermione sonrió y abrazó a su mejor amiga—. ¡Estás preciosa! ¿Qué has estado comiendo?

—¡No lo sé! Pero tú estás increíble, me encanta tu nuevo pelo.

Para muchos ojos de Hogwarts, que un Slytherin se hiciera amigo de un nacido de muggles era como un pecado para muchos otros sangre pura, pero a Celeste Andrómeda Black le importaba una mierda lo que pensaran.

Cuando Draco Malfoy la llamó sangre sucia en la invasión del campo de quidditch el año pasado, Celeste Black no dudó en darle un puñetazo en la nariz, haciéndole sangrar la nariz a pesar de los innumerables tirones de su túnica, apartándola del rubio platinado.

Se alejó del abrazo y esbozó una sonrisa burlona.

—Así que, ¿qué estáis haciendo vosotros dos aquí en Fortescue's? ¿Teniendo una pequeña cita?

Ron se atragantó con su helado mientras Hermione sufría arcadas ante la más mínima idea de tener una cita con el Weasley.

—¡No! En realidad pasamos por el Caldero Chorreante para buscarlos pero nos dijeron que habíais salido. Y luego hemos ido a Flourish y Blotts, y al establecimiento de la señora Malkin, y...

—¿Cómo os enterasteis de que nos alojamos en el Caldero Chorreante?

—Mi padre —contestó Ron escuetamente.

—Y yo les envié unas cuantas cartas... —dijo Celeste con descaro.

—¿Es verdad que inflaste a tu tía, Harry? —preguntó Hermione muy seria y él se puso rojo de vergüenza.

—Fue sin querer —respondió Harry, mientras Ron se partía de risa—. Fue un accidente.

—Un maravilloso accidente. Harry, ¡no puedo creer que hayas inflado a tu tía Marge sin mí! —bramó Celeste y Ron estalló en una carcajada mientras Hermione se burlaba, golpeando a los dos en la nuca.

Harry sacudió su cabeza.

—¡No tiene gracia! Podrían haberte expulsado, tienes suerte de no haberlo hecho.

Entonces Ron se volvió hacia Celeste.

—Celeste, ¿tu guardiana te envió lejos de casa?

—Bueno, si lo pones así, haces que parezca que me ha echado de ella —se burló Celeste con los brazos cruzados.

—¡Porque sois los famosos Celeste Black y Harry Potter! La Chica y el Chico que Sobrevivieron —añadió Ron señalando a su amiga rata de biblioteca—. No me gustaría enterarme de lo que me haría a mí el Ministerio si se me ocurriera inflar a mi tía. Pero primero me tendrían que desenterrar, porque mi madre me habría matado. De cualquier manera, tú mismo le puedes preguntar a mi padre esta tarde. ¡Esta noche nos alojamos también en el Caldero Chorreante! ¡Ah, y Hermione también se aloja allí!

La muchacha asintió con la cabeza, sonriendo.

—Mis padres me han traído esta mañana, con todas mis cosas del colegio.

—¡Estupendo! —dijo Harry, muy contento. Se alegraba de poder pasar más tiempo con sus amigos. No es que no le gustara Celeste, de hecho, le gustaba mucho, bastante. Harry echó mucho de menos a sus amigos durante el verano—. ¿Habéis comprado ya todos los libros y el material para el próximo curso?

—Mira esto —dijo Ron, sacando de una mochila una caja delgada y alargada, y abriéndola—: una varita mágica nueva. Treinta y cinco centímetros, madera de sauce, con un pelo de cola de unicornio. Y tenemos todos los libros —señaló una mochila grande que había debajo de su silla—. ¿Y qué os parece los libros monstruosos? El librero casi se echó a llorar cuando le dijimos que queríamos dos.

Celeste se rió, recordando que el librero de hace unos días también tuvo esa misma reacción.

—¿Y qué es todo eso, Hermione? —preguntó la chica Black, señalando no una sino tres mochilas repletas que había a su lado, en una silla.

—Bueno, me he matriculado en más asignaturas que vosotros, ¿no te acuerdas? —respondió Hermione—. Son mis libros de Aritmancia, Cuidado de Criaturas Mágicas, Adivinación, Runas Antiguas, Estudios Muggles...

—¿Para qué quieres hacer Estudios Muggles? —preguntó Ron volviéndose a Harry y poniendo los ojos en blanco—. ¡Tú eres de sangre muggle! ¡Tus padres son muggles! ¡Ya lo sabes todo sobre los muggles! Y Celeste, tú también has sido criada por una muggle o squib.

A muchos les pareció desconcertante que la heredera de los Black y los De Martel viviera en una pequeña casa de dos pisos con una squib. Si no fuera por Ron, que lo gritó accidentalmente en la biblioteca, Draco no habría abierto su boca anormalmente grande y se lo habría contado a sus padres, que están intentando más que nunca quitarle la custodia de Arabella.

—Celeste, ¿estás bien... con todo? —dijo despacio Hermione mientras los chicos hablaban de Quidditch.

—Estaré bien... Mione.

Pero la sonrisa triste que le dedicó Hermione le hizo saber a la pelinegra de pelo rizado que ni siquiera ella podía mentirle a su mejor amiga.

² CARPE DIEM ━━ harry potter. . . 🇪🇸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora