capítulo nueve

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Ayuda

Jungkook miro a sus amigos contento, feliz de lograr su cometido.

Abrazo a la rubia por ayudarlo y tomo aquel libro viejo, empezando a buscar en este.

— Espero no arrepentirme de esto... — suspiro el mayor de todos, viendo las acciones del pelinegro.

— Rosie tiene razón Yoongi — Comento la pelirroja —, Jungkook es joven y tiene que vivir su vida, además, ¿Cuando lo vimos tan emocionado por alguien? Exacto, nunca, sería una linda experiencia.

Yoongi asintió aún no conveciendose con las palabras antes dichas de la pelirroja.

— ¡Lo encontré! — Ante el grito del menor, los tres mayores a él se acercaron apresuradamente.

— ¿Que cosa? — hablo la rubia, está vez volvió su tono tímido y bajo.

— Encontré el número de alguien que nos ayudará...
































— ¿Todos los pacientes están en cama? — pregunto el de cabello pelirosa.

— Si doctor, excepto los pacientes del ala B, ellos ya salieron a tomar aire — Dijo otro enfermero que estaba detrás de él.

Antes de que el menor dijiera algo más su teléfono sonó, interrumpiendo el momento.

— Mmm, ve a descansar, tengo que contestar — El enfermero asintió y se dio la vuelta, volviendo a su lugar —, ¿Hola? ¿Con quién tengo el gusto de hablar?

Su formalidad era algo admirable por parte de sus compañeros, aunque esté no opinaba lo mismo.

— ¡Jimin! Hace cuanto no hablamos, ¿Como estás? — la voz alegre del chico al otro lado de la línea, lo hizo reconocer quien era.

— ¿Jeon? ¡Hasta que te acuerdas de mí nambre! — El pelirosado río y entró a su oficina dejando los papeles que llevan en el escritorio — Estoy bien gracias, ¿Y tú? ¿Como te encuentras?

— ¡Bien, bien! Gracias...

Jimin escucho el suspiro al otro lado de la línea y entendió todo.

— Bueno, haciendo cuentas y suposiciones, me llamás solo por un favor, ¿No es así? — Aunque el menor no pudier verlo, Jimin había alzado una ceja, intrigado por saber si había acertado.

— Buee... Estas en lo correcto... ¿Cómo supiste?

— Bueno, nos conocimos hace cinco meses y ni una vez llamaste, suponiendo eso, y el ahora de tu llamada, deduzco que necesitas algo.

— Pues... Si... Justo necesito algo, y necesito tu ayuda... — Jimin alcanzo a escuchar una que otra voz — pero primero, ¿En que centro psiquiátrico trabajabas?

— En el del Sur, ¿Por qué?

— Mmmm, de casualidad no hay, un- ¡ay! — El mayor frunció el ceño al escuchar el golpe y la queja del menor —, digo, ¿Cuales son los requisitos para ser internado?

Asylum [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora