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9 de la mañana y el departamento estaba en absoluto silencio, tanto Chan como Felix seguían durmiendo, eso era bastante común para ambos, pero no era conveniente para la situación debido a que en 2 horas Felix se tenía que ir y seguía tan inmóvil como una roca.

Las 3 alarmas que puso no sirvieron de nada, estaba tan cansado que ni siquiera las escucho, y no tenían el volumen suficiente para alertar a Chan que estaba peor de cansado. Gracias al cielo, el teléfono sonó, y la llamada si tuvo el suficiente volumen además de la vibración contra su mesita de noche para despertarlo.

Felix abrió los ojos con pereza y estiro la mano hasta tomar el teléfono respondiendo sin siquiera ver.

— ¿Hola? —respondió con voz soñolienta, rasposa y mucho más grave de lo que había dejado escuchar.

—Oh por dios...

Y con eso abrió los ojos de golpe.

— ¿Hyunjin?

—Dame un momento...—pidió colocando el teléfono contra su pecho para tapar la bocina y poder colapsar sin que Felix escuchara ¡¿Por qué tenía que responderle así?! Dios... necesitaba ir al baño, no era normal tener erecciones por escuchar un simple saludo.

Y en lo que esperaba se dio cuenta de la hora que era así que se levantó corriendo de la cama para preparar su ropa y cosas para la ducha, aparte tenía que maquillarse y preparar un desayuno para Chan con una nota porque ese hombre no se iba a parar hasta que fuera medio día.

— ¿Hyunjin? Tengo que prepararle algo de comer a Chan ¿me llamas en otro momento?

—Si, si ve, solo era para avisarte, dije que te llamaría—dijo aun un poco intranquilo.

—Bien, llámame cuando estés por llegar ¿bien?

—Seguro... adiós...

Y colgaron, lo que Felix aprovecho para primero hacer un almuerzo para Chan intentando hacer el menor ruido posible, para cuando estuvo listo le escribió una nota:

"Fui con un amigo de paseo, te deje el almuerzo hecho, no sé a qué hora llegare, pero puedes llamarme si estas preocupado, te contestare rápido si puedo, te quiero

Felix <3"

Después de dejarlo en la mesa donde lo encontraría se fue a bañar rápido, solo un enjuagon pues al volver de la cita con Hyunjin en el restaurante se metió a bañar para relajarse, así que no se tardó tanto, se secó bien el rostro para poder maquillarse y ocultar sus pecas, el cabello se lo dejo húmedo así que prosiguió a vestirse.

Suéter blanco, pantalones negros rasgados, tenis y una mochila donde llevaba jugo y galletas por si las dudas, su cartera, teléfono, audífonos y esperó a que Hyunjin lo llamara, lo que pasó unos 10 minutos después.

—Ya estoy aquí, pero no me dejan subir.

—No te preocupes, ya voy—colgó.

Salió del departamento y bajó por el ascensor hasta la recepción donde estaba el cuidador, lo vio ahí afuera, esperando mientras jugaba con su teléfono, llevaba el cabello suelto y eso lo hacía lucir hermoso, además de una playera blanca sencilla dentro de ese pantalón de mezclilla negra rasgada, sin querer iban casi iguales.

Se acercó y pico su costado, asustándolo, pero la sonrisa se instaló enseguida con solo verse.

— ¿No te falta nada? —preguntó el alto empezando a caminar con el platinado a su lado.

—No—se acomodó la mochila— ¿A dónde vamos?

—Primero a almorzar, después ya veremos.

FEELINGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora