FEELINGS

78

Si a Hyunjin le hubieran dicho que ir a Australia era meterse a un nido de MONSTRUOS se la habría pensado 2 veces, pero teniendo en cuenta que lo hacia solo por Felix hubiera ido de todas formas.

El rubio ya había perdido la cuenta del número de veces que se encontró con arañas GIGANTES cuando salían de paseo, incluso en la playa se encontraron un pulpo rarísimo en la arena y un caracol que media más que su antebrazo completo.

En otra ocasión se encontraron con un caimán que fácilmente medía 5 metros de largo y como uno de ancho, y al volver en el jardín de los Lee se terminaron por encontrar una lagartija de un metro y medio de largo.

Había gritado más veces en esos días que en prácticamente toda su vida.

Y lo peor de todo es que Felix solo se reía, porque él vivió en Australia toda su vida y ya estaba acostumbrado a animales así de grandes y extraordinarios. La única ventaja de eso es que el menor lo abrazaba mucho y le besaba el rostro para mimarlo. La desventaja es que a partir de ahora tanto Chan como Felix tendrían como burlare de él por el resto de sus vidas.

Faltaban pocos días para navidad, por lo que su tiempo en Australia llegaría a su fin y podría regresar a su fría, tranquila y segura Corea.

Por ahora estaban en casa, pues Olivia estaba en su academia de verano de artes y Rachael en su oficina, terminando sus últimos trabajos para que pudiera pasar el resto del año sin molestias, los señores Lee habían salido a pasear solos pues ir con Hyunjin y Felix era gritadera segura, Hyunjin por miedo y Felix por la risa.

Era temprano, cerca de las 10 am así que aún estaban en la cama.

Felix dibujaba patrones en el pecho de Hyunjin, debido al calor a veces solía dormir con una playera muy ligera de tirantes o directamente sin nada más que su ropa interior, tenía esa confianza pues Felix siempre cerraba el cuarto con seguro, un par de veces Olivia fue a intentar despertarlos saltándoles encima como siempre hacia con Felix llevándose la sorpresa de no poder abrir la puerta.

El rubio se mantenía con los ojos cerrados, medio dormido medio despierto, pero disfrutando de las caricias suaves en su piel, estaba agotado y ese día no tenía ganas de salir a que algo lo asustara de muerte, así que Felix le concedió quedarse en cama.

—¿Qué crees que tu familia me haga hoy? —preguntó el rubio con voz ronca moviéndose un poco para apegar más al menor.

Felix terminó por subir encima de su novio para recostarse sobre él.

—No te harán nada—dejó un beso en la piel de su cuello—has pasado la prueba—sonrió orgulloso.

—¿De verdad?

—Si ¿Por qué crees que no dijeron nada cuando les pedí que nos dejaran hoy en casa?

—Oh...—pasó sus brazos sobre la espalda de Felix, llevando una de sus manos para poder acariciar su cabello—Entonces está bien...—se alzó un poco para dejar un beso en su cabeza y suspirar de alivio—Creo que ahora dormiré de nuevo...—murmuró cerrando los ojos en automático, tener que mantener la compostura todo el tiempo era agotador, con Felix las cosas siempre fueron relajadas y fluidas, pero estando en Australia tenía que comportarse.

Felix alzó el rostro para verlo cuando ya no sintió las caricias en su cabello ¿de verdad se había dormido?

Sonrió al encontrarse a su novio completamente dormido, incluso estaba roncando levemente, demostrando que estaba en un sueño profundo.

Se quitó de encima con cuidado y lo dejó dormir, él fue por un poco de jugo.

Cuando llegó a la cocina se encontró ya con algunas de las compras necesarias para la cena de navidad, probablemente irán a la playa para dar la fiesta ahí y comer mucha carne y platillos ricos, las cajas de decoración también estaban afuera, en la espera de sacar todo y poner la casa más "navideña".