Enamorado sin ti

El último

Kit no vio a Ty hasta la cena de esa noche. Ninguno de ellos habló con el otro mientras se sentaban en lados opuestos de la mesa. Dru miró entre los dos sospechosamente, al igual que Julian y Emma, pero Kit intentó actuar lo más normal posible. No era como si él y Ty estuvieran peleando o algo así, ambos sólo necesitaban un momento para respirar y considerar su charla con Livvy. Kit estaba seguro de que para mañana Ty tendría otra solución para encontrar y enviar de vuelta a cualquier dimensión alternativa de Livvy que pudiera haber caído en su mundo.

Ty se encontró con sus ojos desde el otro lado de la mesa, una pregunta silenciosa formando en su rostro. ¿Está todo bien? Kit aún no lo sabía del todo, pero quería que fuera, así que le dio a Ty una sonrisa tranquilizadora. Ty no había hecho nada malo después de todo, Kit simplemente fue sorprendido desprevenido por la dirección en la que la conversación anterior había ido. Con suerte, si el tema fuera abordado de nuevo, Kit sería capaz de superarlo sin tener un ataque de pánico.

Cuando Kit miró a Ty vio que los auriculares del otro chico estaban envueltos sobre sus orejas, aunque Kit no estaba seguro de si estaban tocando algún tipo de música o no. Kit se había acostumbrado tanto a los invitados al azar en la mesa de la cena que la multitud de esta noche parecía muy pequeña. A pesar del hecho de que el Instituto había añadido a Jaime, Ash y Kit a su mesa, la falta de Cristina, Mark, Magnus, Alec, e incluso Tessa, Jem y Will hicieron que la habitación se sintiera más pequeña de alguna manera. Julian parecía estar en una misión para evitar el contacto visual con Kit a toda costa, lo que estaba más que bien con Kit, aunque Emma parecía estar apuntando hacia lo contrario.

Se sentó a su lado y se metió el pelo detrás de la oreja antes de asentir a través de la mesa en Ty, cuyos ojos se volvieron hacia el techo.

—¿Problemas en el paraíso?—, Preguntó en voz baja.

Kit le disparó un resplandor.

—No. No es asunto tuyo si hubiera problemas de todos modos.

—Oh, Kit—, se rió Emma, —Todo lo que pasa por aquí es asunto de todos los demás. ¿Seguro que te acuerdas?

—Julian y tú hicieron un buen trabajo para mantener a todos fuera de su negocio—, razonó Kit. Levantó las cejas con diversión —. Quiero decir, hasta que se convirtieron en gigantes en llamas o lo que sea.

Emma se rió de nuevo y Julián miró entre los dos en la confusión, la cara se ablandó cuando su mirada aterrizó en Emma. Emma continuó.

—Rompe su corazón y te romperé las rótulas.

—¿Por qué todo el mundo siempre quiere romperme las rótulas? ¿Por qué alguien no puede romper las rótulas de otra persona para mi? — Kit se preguntó en voz alta. Junto a él, del otro lado, Ash se despertó.

—¡Voy a romper las rótulas de alguien para ti!— Ash dijo emocionado. Emma tosió en la palma de la mano, los ojos brillando de risa.

—¿Sabes qué? Yo me encargo. Gracias hermano—, sonrió Kit. No es que le pidiera a Ash que rompiera las rótulas de Ty, pero fue bueno que alguien se ofreciera.

Los ojos verdes brillantes de Ash se iluminaron.

—¿Acabas de llamarme hermano?

Oh no.

—Sí, supongo, pero en el tipo más coloquial de tipo —amigo—, o —hombre—...

—No, ahora somos verdaderos hermanos, no hay vuelta atrás.

Kit estaba demasiado agotado emocionalmente para discutir. Puso la cabeza sobre la mesa sin pensar y se sorprendió de nuevo por la voz de Emma.

—Uh, Kit? ¿Estás bien?