10. Después de una caída

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Narra Albina

Digamos que la mente la tenía algo nublada, caminaba hacia el bosque y nada más esperando que de la nada supiera a dónde ir.

Albina: (Caminando) Mm si yo fuera Irbis, ¿a dónde iría después de morir? (sigue caminando)

Nada más caminaba por el bosque mirando para tratar de buscar algo que me dijera a dónde se pudiera haber ido, pero nada.

Digamos que me quedé hasta la noche, todavía no me rendía, era bastante tarde y me faltaba la cena, nada más bebí algo de agua del río e imaginaba cosas.

Albina: (Bebe agua y se lame los labios) Mm genial, ¿ahora qué hago? (suspira) Yo no nací para ayudar a los animales ni a nadie (camina hacia afuera)

Me quedé un rato viendo las estrellas, bueno en realidad veía las nubes, ya que era una noche muy nublada como para ver estrellas.

No sé muy bien qué pasó, pero de la nada veía un brillo singular que parecía que me miraba, pensé que era una luciérnaga, pero era bastante grande, así que lo seguí.

Albina: (Caminando) Wao, qué bonita, jeje espérame (corre detrás de la luz)

Se podría decir que corrí por casi toda la ciudad, y llegué justo a la bahía, la verdad ya ni sabía en dónde estaba, pero lo que sí es que perseguí la... cosa esa hacia unas rocas altas en la playa.

Ya ni recuerdo si estaba en la playa, eran unas rocas que estaban como a unos 5 metros, no soy buena midiendo.

Albina: (Caminando por las rocas) Hey, ¿a dónde vas? (mira abajo) ¿Qué?

Fue entonces cuando vi lo que estaba haciendo, estaba encima de las rocas a unos 5 metros sobre el nivel del mar.

Quería bajarme, pero una voz en mi cabeza me decía que podía volar, y que saltara hacia adelante, la verdad fue un momento aterrador.

Albina: (Mirando) Ehhh ¿ahora qué hago?

Quise bajarme, pero de la nada sin darme cuenta salté de las rocas, clavé mis garras sobre lo que tuviera de agarre, aunque no logré mucho fue algo, y el agua amortiguó mi caía.

Albina: (Saliendo) Ok, eso no fue nada lindo, ¡sobre todo porque no sé nadar!

Y bueno, con las fuerzas que tenía trataba de salir, y luego unas olas me trajeron de vuelta a la orilla, casi ni le di mucha importancia, así que me quedé dormida en donde estaba.

Narra Ryder

Estaba tranquilo en el cuartel jugando algunos videojuegos antes de acostarme, después de apagar mi comunicador decidí mirar por el balcón un rato.

Y vi que no era así, la pequeña Albina estaba durmiendo en medio de la playa, y yo preguntándome que hacía ahí, fue corriendo hacia allá a mirar.

Ryder: (Mira abajo) Ouh, pobrecita (la carga y la lleva al cuartel)

Me quedé el resto de la noche junto a ella, ya sabía lo que había sucedido en el santuario con la leoparda, pero no creí que fuera a pasar esto.

A la mañana siguiente mientras los cachorros jugaban llamé a Darla y Cylia para que la recogieran y se la llevaran, si es que no volvía.

Darla: (Entra con Cylia) ¿Qué pasó Ryder?

Ryder: Pasó que encontré a la chiquita a la orilla del mar a mitad de la noche, ¿qué pasó para que se alterara tanto?

Darla: Mm creo que sé que es, pero espera un momento

Ryder: Por favor Cylia sé consiente, tenerla en ese estado emocional es muy riesgoso, alucinaciones, pensamientos duros, tienes que conseguirle ayuda

Cylia: Trataremos, y ehh gracias Ryder, por todo

Ryder: No hay de qué, iré a ver los cachorros, las dejaré solas (sale del cuartel)

Darla: (Acaricia a Albina quien está dormida) Ay Albina, ¿qué más puedo hacer?

Albina: (Despierta lentamente) ¿Darla?

Cylia: Aquí estamos amiga, y siempre lo estaremos

Albina: Quiero ir con mi prima Sweetie, por favor

Darla: (La mira amablemente y afirma)

Cylia: (Suspira) Veremos qué hacer

Albina: (Sonríe y vuelve a dormir)

Continuará.................................................

Hoy llevo AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora