Same Mistakes

OCHO

Un nuevo día comienza.

Desperté por el tremendo frío que había. Me paré de mala gana y cerré la ventana. Caminé hasta mi escritorio dónde había dejado mi teléfono la noche anterior. Desbloqueé la pantalla y lo primero que hice fue mirar el clima.

-20, impresionante.

El clima había bajado increíblemente. Jamás creí que en Los Ángeles hubiera tan baja temperatura.

Volví a bloquear el teléfono y lo deje nuevamente en el escritorio. Caminé hacía el baño e hice todo lo que tenía que hacer; me bañe, cepillé los dientes, etc.

Me puse unos pantalones calientes, una blusa de manga larga y bajé las escaleras con mis calcetines de felpa. Hoy era un día del cual, no me preocuparía por nada.

Tomé mi iPod y lo conecté a las bocinas, puse el disco de Sam Smith y no pude evitar comenzar a cantar. Me preparé el desayuno, y me senté a leer un libro.

***

Después de mi mañana de relajación, decidí salir a recorrer la ciudad. Tal vez a conocer a algunas fans.

Tome mi abrigo y me lo puse, abrí la puerta y millones de flashes me llegaron a la cara. Había muchas preguntas y micrófonos a mi alrededor.

"¿Por qué huiste ayer?" "¿Tu y Louis tenían una relación?" "¿Por qué no contestas ninguna pregunta?" "___ ayer cometiste un fallo en la canción, ¿será así todo el tour?"

Caminé lo más rápido que pude y logré subirme al coche. Suspiré. Esto iba a ponerse mal. Muy mal.

Arranqué el auto y me dirigí al parque más lejano. Cuando llegué aparqué el coche en algún lugar del estacionamiento y me bajé.

Caminar entre la nieve era muy complicado, pero después de dar algunas zancadas por el parque llegue a una banca y me senté a reflexionar. Apoye mis codos en mis rodillas y cubrí mi cara con mis manos. ¿Por qué mi vida era tan complicada? ¿Era tan difícil vivir una vida normal? Pude haber cumplido mi sueño, pero había sido un error. El error más grande que había cometido.

Quité mis manos y me acomodé en la banca, subí mis piernas y seguí pensando.

Louis era otro tema, ese idiota nunca me tomó en cuenta. Estuve esperándolo cuatro años a este reencuentro, para que él lo hubiese arruinado desde el día que me fui.

Giré mi cabeza y la escondí entre mis rodillas. No quería llorar. No era el momento. Seque las lágrimas que habían comenzado a salir. Acomodé mí gorro verde de lana que Louis me había regalado hace años, lo tomé y lo lancé al suelo. No me importaba congelarme, no quería nada que me recordara a él. Me puse el gorro de la chaqueta y saqué mí cabello por un lado.

-Creo que se te cayó esto-Dijo una voz conocida-. ___ ¿verdad?
-Sí, y tu eres Harry ¿cierto?-Él asintió.
-Entonces, sí es tu gorro ¿verdad? Porque si no, acabo de quedar como estúpido-. Soltó una risa nerviosa.
-Sí, tranquilo-. Me paré y lo tome-¿Y que haces aquí?-Pregunté.
-La verdad, escapé de la disquera. Louis no deja de decirse a si mismo lo idiota que es. Simon esta en un tipo dé crisis nerviosa ya que las chicas no han aparecido-Se meció en sus talones.- ¿Y tú?
-Quería escapar del mundo y desconectarme por un rato, pero con los paparazzis y todo eso es imposible hacerlo.-Reímos juntos.
-Sé lo que se siente, es mi vida diaria.-Suspiró-¿Quieres ir por un helado?
-¿Helado? ¿Ahora?-Pregunté soltando una risa.
-¿Por qué no?
-Estamos a temperaturas bajo cero y vamos por un helado.-Reí.
-Claro.-Dijo sin problema.
-Estas mal, mejor vamos por un chocolate caliente.-

Caminamos un rato hasta qué llegamos a la cafetería más cercana. Entramos a la cafetería y en seguida me quité mi chamarra. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana y se acercó una mesera a tomar nuestra orden.

-Buenas tardes, ¿que les ofrezco?-Preguntó sacando su libreta para tomar nota.
-Para mi un chocolate caliente-Pedí.
-Que sean dos.-Dijo Harry al instante.
-Muy bien, en seguida se los traigo.-Se dio la vuela y se dirigió a la cocina.
-Y bueno __... háblame de esta amiga tuya...-Dijo mirando a la ventana.
-¿Cual?-Dije mirando hacía dónde en miraba.
-La morena de rulos y pelo negro...
-¿Leigh?-
-Sí, Leigh.