DOS

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Sueños perturbadores

Me desperté de mala gana y mire el reloj, 10:42.

-¡Mierda!- Grité despertando a las demás chicas-.
-¿Que rayos te pasa?-Preguntó adormilada Perrie-.
-Se nos hace tarde.- Les empece a lanzar almohadas para que se despertarán, pero ellas se negaban a pararse.-¡Simon se va a enojar! Pero con ustedes porque yo ya me voy-.

Se me hacia algo grosero dejarlas, pero era su problema. Yo las había intentado ayudar, pero ellas no quisieron.

Me di una ducha fugaz y me puse unos jeans y una blusa blanca con alguna palabra en el medio de color negro. Me puse mis converse y salí hacia la disquera.

10 minutos después, llegue a la disquera con mucho miedo de la reacción que tendría Simon, al ver que las demás no habían llegado.

Entre a su oficina con la cabeza viendo hacia el suelo , cuando la alce me encontré con esos ojos azules verdosos que creí jamás volver a ver.

-¿__?- Él al verme, no tuvo otra opción que caer desmayado al suelo-.
-Dios mío...-

Me tape las boca con las manos y sin pensarlo dos veces corrí a ver si estaba bien. Sus compañeros de grupo lo llevaron hasta el sillón que Simon tenia en su oficina. Simon, corrió hacia la mini cocina y trajo una toalla con agua, me la dio y se la puse a Louis en la frente. A los 15 minutos Louis por fin abrió los ojos.

-__...- Me miró-.
-Louis...- Corrí a abrazarlo-.
-Te extrañé mucho.-Su voz se quebró-.
-¿Se conocen?- Dijo uno de pelo chino pero largo y ojos verdes-.
-Que si nos conocemos...- Dijo él y soltó una risa dándole paso a sus lágrimas-.
-No llores Tommo.-Dije y no pude evitar soltar algunas lágrimas-.

Se acercó lentamente y rozó mis labios. Él estuvo a nada de besarme.

-¡___! ¿Ya despiertas?- Dijo Jesy moviéndome de lado a lado. -¡Despierta floja!-.
-Louis...-Susurré y abrí los ojos-.
-¿Que rayos estabas soñando?-Me miró mal.-llevo media hora diciéndote que te despiertes y lo único que haces es susurrar "Louis, Louis". Estuve por poco de llamar a una ambulancia-.
-¿Que? ¿Y las demás?-Me paré sobresaltada-.
-¡Se fueron hace quince minutos porque no te despertabas! ¿Ya viste la hora?-.

Voltee a ver el reloj de mesa, 12:38. Ahora si, estaba muerta.

-Arréglate, te espero abajo.-Dijo con la voz más calmada. Salió por la puerta y la cerró.

Same MistakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora