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Ver a mi padre en un uniforme naranja me parte el alma en mis pedazos, saber que está encerrado por una vil y cruel injusticia me asfixia lentamente. 

Lo sigo con la mirada desde que sale por la reja que le es abierta hasta que toma  asiento enfrente mío.

Sus ojos apagados, con grandes ojeras, sus labios resecos, sus manos esposadas y con el corazón débil.

—Hola papá.

—Hola hija.

—¿Cómo estás?

—Bien —No estaba bien, se nota —¿Cómo estás tú?

—Bien papá, con Duan estamos progresando un poco con tu sentencia y debido a tu diagnóstico creo que te pueden dar la casa por cárcel.

—No me va a alcanzar la vida para pagarle todo lo que está haciendo por nosotros.

—Por tí. —lo corregí —Lo hace por tí.

—Él es un buen chico, Kat.

—Si claro, lo mismo dijiste del otro y mira en que resultó.

—Si está bien, me equivoqué y me arrepiento con todo el corazón pero todos no son iguales...

—Papá, basta con ese discursito ya estoy demasiado grande como para que me hables de eso.

—Ok.

—Bueno solo venía a decirte eso; el caso a avanzado por desgracia no tenemos pruebas a favor pero te pueden dar la casa por cárcel y pagar una gran suma de dinero.

—¿Cómo vas a conseguir el dinero?

—Por eso no te preocupes, Duan se ocupará de eso.

—Le debo la vida al novio tuyo.

—Bien, yo me voy, nada más me dió permiso hasta las nueve y mira que horas son. —me levanto de mi puesto y voy hacia el, le doy un beso en la frente —Te quiero papá, cuídate por favor.

—Hasta luego Kat.

Salgo de la cárcel y paró un taxi después de cinco minutos. Diez de la mañana. Mierda.

Me voy a llevar un regaño de mierda. Por muy novio mío que Duan sea también es mi jefe y aunque se que no me va a regañar tengo que mantener mi trabajo.

Tocó la puerta del señor Duarte: jefe de esta empresa y mi novio.

—Adelante —escuchó desde adentro.

Respiró ondo y abro la puerta, entro y cierro. —Buenos días señor Duarte.

Él alza la vista de las hojas que tiene desplegadas sobre su escritorio y me mira gelidamente. Se levanta de su silla y camina hasta a mí.

—¿Que son estás horas Lee? —su voz varonil y cariñosa a la vez.

—Lo siento —agachó la mirada —Se me fue el tiempo hablando con papá.

Sombras Del Pasado | Borrador 2021 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora