Amor Letal [En Proceso]

Capítulo IV: Corridas.

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Después de estacionar al frente d la casa de la señorita Gudson, la madre de la niña a la que tengo qué cuidar. Daniel baja conmigo y los chicos van a sus casas.

Toco el timbre dos veces y sale la señorita.

— ¡Alana! ¡Estas gigante! — saluda con emoción, viene y me abraza con efusividad. — Que emoción que vinieras.

— Gracias. — le digo.

Ella ve a Daniel y abre los ojos.

— ¿Y es tú novio? — pregunta. Yo niego, pero Daniel se presenta.

— Hola, soy Daniel, encantado de conocerla. — ella le corresponde la mano y después lo abraza.

Daniel me da una mirada incrédula y yo me encojo de hombros.

— Pasen, adelante. — nosninvita y nosotros pasamos con educación. — En serio, muchas gracias por venir. Tengo un montón de cosas qué hacer en la oficina y Amaloha no puede quedarse sola. La niñera no pudo venir, así que pensé en decirle a tú madre. — me explica y yo asiento.

— Sí, tranquila. Cuando la niñera no pueda, estaré aquí disponible. — le digo amablemente.

Ella asiente con una sonrisa.

— Hice el almuerzo, está en la cocina, esperó qué les guste. Amaloha ya comió, en estos momentos está viendo videos, así que no les molestara por ahora. Solo necesito qué la vigilen, pero en realidad ella es una chica bastante tranquila. — nos explica. — en la nevera hay cualquier refrigerio qué quieran, pueden agarras y hay consolas de juego, pueden hacer uso de ellas.

Daniel me da un leve empujón. Recuerdo qué antes hacíamos competencia mientras jugábamos a los videojuegos. Mi hermano se nos unía y le contagiamos el vició.

Yo le sonrió picaronamente.

— Bueno, los dejo. Voy tres minutos tarde. — nos da un beso en la mejilla a ambos y agarra sus llaves y cartera. — me llaman cualquier emergencia qué ocurra, estaré pendiente.

— Adiós, señorita Gudson. — me despido con la mano, al igual que Daniel.

— Uy no. No me llames así, llámame Xio.

Ella se llama Xiomara.

— Vale. — asiento con una sonrisa y ella sale de la casa. Escuchamos las ruedas del carro sonar y alejarse.