Un asesino muy buscado y popular por matar a sus víctimas y dejar marcas de puntos negros en ellas...
Un chico enmascarado.
Su cuchillo ensangrentado.
Vestido con trajes negros y elegantes.
Una mascara donde se reflejan sus ojos azules grisáceos, mo...
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Sentí un repentino mareo, haciendome ver todo dando vueltas. Me agarro de los bordes de la tina para salirme y me levanto sacando mis pies del agua para colocarlos en el frío suelo. Enrollo mi cuerpo con una toalla blanca y dejo mi cabello escurrir.
Abro la puerta del baño con cuidado y lentitud, primero observo por mi rabillo del ojo y encuentro la luz apagada.
Recuerdo perfectamente cuando la había dejado encendida.
Frunzo el ceño y mis manos empiezan a temblar. ¿Qué esta pasando? ¿Es el asesino?
Entrecierro los ojos tratando de acostumbrarme a la oscuridad. Trató de correr hasta el interruptor y lo prendo con rapidez.
No hay nadie.
Mi pulso vibra, mi pecho sube y baja con rudeza y mi corazón bombea como si de un tambor se tratase.
Reviso detalladamente la habitación, hasta debajo de la cama y no hay nada.
Me seco y me visto rápidamente y salgo hasta la habitación de mi hermano, a ver si es que me esta haciendo una mala broma.
Toco la puerta de su habitación pero nadie contesta, así que la abro y lo encuentro plácidamente dormido en su cama y roncando.
No fue Alan.
Voy hasta donde mi mamá y abro la puerta sin más. La encuentro doblando ropa y guardandola en la gabeta.
— ¿Madre? — le pregunto.
Ella voltea y me ve con una mueca extraña.
— ¿Qué sucede?
Me pienso unos segundos decidiéndome si contarle o no lo que acaba de suceder. No quiero preocuparla.
— No, nada. Solo escuche un ruido extraño y quería saber si estabas bien. — ella me sonríe y asiente.
— Estoy bien, hija. — ella me ve con una carita reluciente y yo le sonrió.
— Entonces qué tengas buenas noches. — me despido y ella me contesta.
Cierro la puerta para dirijirme a mi habitación.
Tal vez si fui olvidadiza y si apague la luz, no lo se.
Apago la luz y me acuesto en mi cama, tratando de calmar mi pulso y cierro mis ojos tapandome por completo con mi sabana de olor a fresa.
Ya estoy paranoica con ese asesino.
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|21 de Abril del 2018.|
Me termino de arreglar, hoy es el festival y estoy muy emocionada. Teníamos muchísimo tiempo sin hacer ninguna celebración en el pueblo, pero hoy, eso cambio.