Capítulo XI: Interrogatorio.

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Polícias invadiendo el colegio único y privado del pueblo Aralicia es lo qué más pánico le causa al pueblo, incluido a los estudiantes. El saber que los policías están ahí por otra muerte. Una muerte que se une a otras pasadas que han marcado en su totalidad al pueblo enriquecido en flora.

Al dar las identificaciones y luego ver como El asesino de Negro sale del parcadero, dejando una nube de humo — gracias a su picadero de llantas —, llamo la atención de muchas personas. Su último mensaje me puso los pelos de punta, pero eso ya es una reacción típica de mi cuando su presencia y su aura me aturden.

Rápidamente guardo el celular y de manera inmediata suena el reloj mayor, —que está ubicado en el ultimo ventanal del colegio— anunciando la pronta entrada hacia nuestros salones de clase.

Daniel entrelaza nuestras manos, haciendo qué muchas personas volteen a vernos. Para nadie es un secreto qué Daniel y yo eramos mejores amigos, de hecho, muchas fueron las travesuras qué nos hicieron llevar varios castigos y ganándonos la fama de los chicos quisquillosos y traviesos del colegio. Y, al vernos ahora juntos, de nuevo, es impresionante para la vista de muchos.

Daniel y yo siempre fuimos uno.

— Estas pálida y tú mano tiembla. ¿Seguro estas bien? — vuelve a preguntar Daniel, con una preocupación bastante notoria. Vuelvo a asentir.

Preocuparle es lo ultimo qué quiero. Tiene bastante peso con la muerte de uno de sus mejores amigos, una muerte cruda qué todos aquí saben que a él le dolió muchísimo. También tuve en mente contarle todo sobre el asesino que me asecha, pero, algo me lo impide. Algo dentro de mi me dice qué si se lo llegará a contar, acabaría muy mal, o lo metería a él en muchos problemas.

— Vamos, te escolto a tú salón. — menciona Daniel con cierta picardía. Yoel rueda los ojos y a mi se me sale una pequeña sonrisa.

— No los tolero juntos ni un poco. — vocifero Yoel, pero vemos a Raúl pasar por en frente saludándonos y Yoel se nota nervioso.

Avanzamos hacia nuestra primera clase. Daniel se despide de mi en la entrada de mi salón y me da un pequeño beso en la comisura de mi labio. La primera clase pasa de manera lenta y muy aburrida, todos estamos recientemente anonados por el nuevo ataque de El Asesino de Negro. La segunda clase me toca con Daniel, historia. Amo historia solo porque el está ahí.

Avanzo por los pasillos mientras hago mis sensuales pasos de baile con alegría, varias personas me miran con confusión y otras con un semblante divertido. Dejo de bailar cuando estoy en frente del aula y paso tranquilamente. Daniel ya se encuentra en uno de los últimos asientos y mantiene su cabeza contra la mesa, oculta dentro de sus brazos. Por mi mente cruza qué esta dormido, pero no lo esta porque observo como uno de sus dedos golpea la mesa como sí eso estuviera entretenido.

Amor Letal [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora