—¿Todavía no has elegido, pequeño?
—¡No soy pequeño, hum! —replicó Sugar, haciendo un pequeño puchero ante el apodo que, últimamente, ya no escuchaba tan seguido de su compañero. Se giró y siguió mirando qué podía comer.
Si no fuera porque estaba ocupado eligiendo comida, Sugar ya se habría enfrentado a P'Café, que siempre le estaba molestando. ¡Ya verás!
—Jajaja. Anda, elige rápido. Te he visto pasear entre el puesto de ensaladas picantes y el de cerdo frito por un buen rato.
Después de haber terminado con sus tareas, el estudiante de tercer año de la universidad, Dragon, se ofreció a llevar a su "hermano menor" Sugar a buscar algo para comer fuera del campus, tal como habían acordado. En realidad, él quería ser generoso y comprarle todo lo que quisiera, pero a mediodía había sido regañado por el hermano mayor de Sugar por mimarlo demasiado. Además, en pocas horas ya sería la hora de la cena, así que Dragon decidió ser un poco más estricto por un día y dejar que Sugar eligiera solo una cosa para comer.
El pequeño Sugar se quedó indeciso entre el puesto de ensaladas picantes y el de cerdo frito, mirando de un lado a otro, lo que hizo que Dragon lo mirara con ternura. Sugar no podía decidirse porque quería comer ambos.
—¡Aaah, no puedo elegir! —exclamó Sugar.
—¿Qué tal esto? Tú eliges uno, y yo compro el otro, pero tendremos que compartir, ¿vale? No puedes comerlo todo solo.
—¡Yay! ¡Entonces elegiré la ensalada primero! —dijo Sugar emocionado. Corrió al puesto de ensaladas y pidió una ensalada de fideos instantáneos con una voz tan dulce que Dragon no pudo evitar sonreír ante lo adorable que se veía.
Después de pedir su ensalada, Sugar regresó con una enorme bandeja de espuma que contenía una ensalada de fideos instantáneos, la cual despedía un aroma delicioso. Pero lo que le sorprendió a Dragon fue lo grande que era la porción.
—Vaya, esa porción es enorme. ¿Te la dieron extra? —preguntó Dragon.
—Nop, la pedí especial, jeje —respondió Sugar con una gran sonrisa, lo que hizo que Dragon quisiera bromear aún más con él.
—En ese caso, no te dejaré comer el cerdo frito que compré —amenazó Dragon en tono de broma, provocando que Sugar inflara las mejillas en señal de protesta. ¡No podía ser! ¡Sugar quería comer los dos platos! ¿Es que Dragon no sabía que no debía interrumpir a alguien hambriento?
—¡No te hablo más! —dijo Sugar, dándole la espalda y alejándose enojado. Dragon, preocupado, se apresuró a pagarle a la vendedora y salió corriendo detrás de Sugar, que caminaba con el ceño fruncido.
—Lo siento, lo siento, solo estaba bromeando. Pero no te comas toda la ensalada, ¿vale? Si no, para la cena ya estarás demasiado lleno.
Sugar sonrió de nuevo, sabiendo que su enojo era solo de broma. Al final, sabía que Dragon siempre lo consentía, sobre todo cuando tenía hambre. Si fuera P'Ice, apenas le compraría un poco.
—Vamos a buscar un lugar para sentarnos. ¡Tengo muchísima hambre! —dijo Sugar mientras hacía un sonido de succión con los labios, indicando lo mucho que ansiaba comer algo picante.
Entraron a un edificio cercano, donde podían sentarse a comer. Dragon fue a comprar agua mientras Sugar, ansioso, miraba su comida. No pudo resistirse y decidió probar un trozo de cangrejo de imitación.
—¡Mmm, delicioso! —exclamó Sugar, encantado con el sabor. La ensalada era picante pero no demasiado, ya que había pedido que le pusieran menos chile, lo que le agradaba mucho. Sin embargo, alguien más podría pensar que el vendedor se había olvidado de agregarle el chile por completo.
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No me llames pequeño [อย่าเรียกหนูว่าตัวเล็ก]
RandomToda la historia comenzó cuando "Sugar" Un chico pequeño, lindo, hermoso, fresco y querido por las personas mayores en la facultad. Hasta que " Dragón", la luna caliente de la facultad de tercer año lo llamó 'pequeño' desde el primer encuentro.