Emma tendrá que enfrentarse a un desafío aún mayor: viajar a otro mundo donde hay hombres lobos. Allí, conocerá a tres lobos que la reclamarán como suya y harán lo que sea por protegerla. ¿Podrá Emma resistirse a su encanto?
—Además no es ninguna "Puta" Una puta es la que entrega su cuerpo a la satisfacción de los deseos sexuales de otra persona, a cambio de dinero — explica, Analía — tu no cobras.
Ruedo mis ojos. ¿Es enserio?
—Entonces sería "Casi puta" — dice divertida Alison, Analía la golpea en el brazo y me mira con los brazos cruzados.
—¿Le diste su merecido a ese maldito?
—Le di una cachetada y le dije que sus hermanos son mejores que él.
—¿Una cachetada? Yo le hubiera dado una patada en sus partes y una piña en el ojo, después lo cast...
—Ya, ya entendimos — la interrumpo, río viendo sus gestos furiosos — es un idiota.
—Un idiota que te tiene caliente.
—¿De qué lado estás?
—De ninguno — me contesta Alison.
Tomo un poco de mí taza de café. El tierno de Lucas me trajo acá para distraerme y no pensar en esas palabras tan horribles.
Chris es un idiota.
Un idiota que no me merece, cree que con pidiéndome perdón va arreglar el dolor que me provocó. Me hizo acordar a lo mal que mí madre me hacía sentir, ninguna madre debe decirle a su hija esa palabra, ella no es mi madre. En mi cabeza ronda el nombre de "Linda", tengo mucha curiosidad de saber quien es.
—Daniel le dijo " Acuérdate que ella no es linda".
—¿Linda? Me suena.
—¿De dónde? — me inclino en la mesa mirando a Analía.
—No sé — hace una mueca — deben ser imaginaciones mías.
—¡Hola! — Maiden entra con una sonrisa y besa la mejilla de Alison ganándose un golpe de ella. Reprimo una risa — Me encanta la forma en que me amas.
Es una copia de Lucas, pero más suelto. Tuve la oportunidad de conocer a los chicos de Ali, primero está Nicolás que es el mayor y está un caño, pero no más que mis hombres. Todos son parecidos, cabellos castaños y ojos grises, menos Analía que ella es rubia.
Cómo decía primero están Nicolás, Federico, Maiden y Andrés. Los cuatros tienen distintas personalidades, aún así todos me caen muy bien.
—Cállate Maiden.
—Que sexy suena mí nombre en tus preciosos labios. Me tienes loco.
—Eres asquerosamente directo — Analía dice mirando a su hermano.
Maiden ríe haciendo que en su mejilla se le note un hoyuelo.
—Puedes irte, estamos hablando de follar — Analía me guiña un ojo.
Maiden abre los ojos como plato y después sonríe pícaro hacía Ali, me tapo la boca viendo como se acerca a ella y Alison suspira.
—¿Quieres que te enseñe algunas cosas en mí cuarto? — le pregunta coqueto.
—Si, ve tu primero.
—¿Si?
—Ve — lo empuja apartándolo de ella. Él hace lo que le ordena no sin atender mirarla confundido y con un brillo de deseo en sus ojos grises.
— No vas a ir, ¿Cierto?
—No.
Suelto una carcajada. Esta Alison.
(....)
—Bonita — Me llama Lucas, levanto mí cabeza de su pecho y lo miró — quería saber si ¿estás bien? Chris...lo que te dijo es decepcionante, jamás creí que él fuera capaz y te pido disculpas. Tu no eres ninguna...me entiendes, eres la mujer más hermosa y divertida. Me alegra mucho que tú seas mí mate y yo no quiero perderte por un error de mis hermanos, yo haría lo que fuera por ti, bonita.
Yo no puedo evitar sonreír enternecida. No lo merezco.
Sus ojitos me miran arrepentidos y tristes —No vas a perderme y no tienes que disculparte por el idiota de tu hermano.
—Lo sé. Tengo miedo de que todo esto sea un sueño — confiesa haciendo que mí corazón de un vuelco.
Tomo sus mejillas y estampo mis labios con los suyos.
Lo beso.
Quiero hacerle entender que no me iré, porque lo he decidido. Me gusta estar con ellos.
Me separo de esos deliciosos labios y lo miró, sus pupilas están dilatadas haciendo que sus ojos brillan como luciérnagas. Su mano que está en mi espalda baja hacia mis glúteos y aprieta uno.
Muerdo mi labio.
Lo deseo.
Me acomodo mejor en su regazo haciendo que mi centro este chocando su erección, ahora es él quien me besa. Nuestras agitadas respiraciones se mezclan entre ellas, nuestras lenguas se encuentran y se acarician con ganas.
—Bonita. — jadea cuando balanceo mis caderas adelante y hacia atrás.
Alguien se aclara la garganta, bufo, justo iba a sacarme la remera y me giró viendo a Daniel de brazos cruzados mirándonos con una sonrisa divertida.
—¿Qué? ¿Quieres unirte?
—¡Emma! — chilla, Lucas sonrojado.
Rio y beso sus mejillas.
—¿Quieres salir a comer? — me pregunta Daniel, acercándose a nosotros y pausando la película que estábamos viendo — ¿Están viendo porno?
Detuvo en la parte que Hardin y Tessa lo hacen en la habitación mientras los demás están festejando.
—No, es una película.
—Exacto.
—Bien. Entonces ¿Salimos?
—¿Nosotros tres? — sonrió picara.
—Si.
Me guiña un ojo.
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