Tomó la mano de Lucas que me ofreció para bajar del auto, salgo y sonriendo los tres nos dirigimos hacia la entrada, suelto un bostezo.
—Alguien quedó agotada — Dice divertido Daniel, riendo lo empujo.
Mientras subíamos las escaleras se escucha un trueno, me detengo y alzó la vista al cielo, camino más rápido hacia la puerta principal escuchando la risa de los otros dos, ruedo mis ojos.
Claro, ellos son lobos y no deben tener miedo a nada.
Abro la puerta e ingreso. Me doy media vuelta esperando a mis dos bombones, llegan hasta donde estoy yo y ambos me dan un casto beso haciéndome sonreír como idiota.
Ambos ingresan primero mientras cierro la puerta, cuando me aseguro que está trabada corro hasta la espalda sexy de Daniel. Él pone sus manos en mis muslos y me sostiene riendo, mi cara se dirige directamente a su cuello ¿Ya dije que huele muy bien? su fragancia me vuelve adicta.
De repente dejó de caminar y lo sentí tensarse, frunció el ceño y sacó mi cabeza de mi segundo lugar favorito, el primero son sus brazos.
—¿Daniel? — lo llamo. Asomo mi cabeza para verlo, está mirando al frente con una expresión extraña.
Hay una chica de cabello rosado en la sala abrazando a Chris cariñosamente ¿Perdón? Mis manos forman un puño. Me aclaro la garganta llamando la atención de la parejita, Chris se separa rápidamente y hace una mueca, la rosita me mira.
—¿Katie? ¿Qué haces aquí? — Daniel luce realmente sorprendido.
—¡Daniel! Vine a visitarlos — le contesta entusiasmada acercándose a nosotros. Abrazo fuerte a Daniel dejando en claro que ni loca voy a dejar que lo toque, él es mío.
La tal Katie no es para nada fea, es bonita, alta, ojos azules, lleva puesta un vestido negro corto y unos tacones del mismo color.
Entrecierro los ojos en su dirección. No me gusta para nada la forma en que ve a Daniel.
—Oh, Hola Lucas. — sonríe tocándose su cabello, gruño, eso la hace ver muy tierna.
—Katie, ¿Vamos acostarnos? — me pregunta Lucas acariciando mi brazo, con una sonrisa lo miro.
—Si.
—¿Y ella quién es? — oigo que pregunta.
Soy la que va a golpearte si no dejas de mirar con lujuria a mis chicos.
Me bajo de la espalda de Daniel y me acerco a ella.
—Soy Emma.
Sus ojos azules me repasan de arriba a abajo —Emma, encantada de conocerte. — sonríe falsa.
Asiento y tocó el brazo de Daniel.
—¿Vamos a acostarnos? — hago un puchero — Estoy muy agotada.
—Claro, mi amor.
Sonríe y toma mi mano.
—¿Cariño, vienes? — estiro mi mano hacia Lucas.
La acepta gustoso —Por supuesto.
(....)
Siento algo húmedo en mi cuello, me remuevo, molesta.
—Amor. Despierta.
—No. — me giro abrazando fuertemente a Daniel, suelta una risa qué provoca que me estremezca.
—Son las una de la tarde.
—¿Y?
—¿No tienes hambre? — inquiere, acariciando mi espalda suavemente.
Abro los ojos y levantó la cabeza, sonrió picara.
—¿Qué?
Me siento en la cama y me subo a horcajadas de él, sus manos van hacia mis glúteos. Daniel definitivamente tiene algo con mis glúteos.
Miro a mi lado izquierdo y veo que está vacío.
¿Dónde está Lucas?
—Tuvo que ir a ver el edificio que está construyendo, me dio esto para ti — estira su mano y me entrega una carta.
"Buen día, bonita. Lamento haberme ido así, me hubiera gustado estar abrazándote todo el día hasta que tus bellos ojos se abran.
Prometo que te lo recompensaré. Lucas"
Es tan tierno.
Dejo la nota donde estaba encima de la mesita de luz y contemplo esos ojos grises que me observan con amor. Llevo mis manos a los hombros de Daniel.
—¿En dónde estábamos?
—No lo sé.
—Quédate tranquilo que yo te haré acordarte — le susurro y me quito la única prenda que me impide tapar mi desnudo cuerpo.
—Si, hazme recordar — gruñe.
Dejo un beso en su cuello y voy bajando lentamente hasta detenerme en su maldito bóxer, lo quitó de su cuerpo lentamente con su ayuda. Mis ojos no quitan la vista de su grueso miembro que pide mi atención, yo encantada se la daré, lo tomo entre mis manos escuchándolo jadear y antes de que pueda llevármelo a la boca la puerta se abre.
Mierda.
Rápidamente tomó la sábana que está detrás mío y tapó por completo a mi hombre subiéndome encima de su erección, ni loca dejo que lo vea esa intrusa.
—Lo siento, no quise interrumpir — admite, Katie fingiendo estar arrepentida.
Levantó una ceja. Claro y yo me llevo de maravilla con mi mama.
—¿Katie? Te dije que est...— Chris entra a la habitación y nos mira, bueno más bien me mira a mí con un brillo de deseo. ¿No era qué no le interesaba?
—Pueden irse. —Me señaló dejando en claro que estoy desnuda.
Katie arrastra del brazo a Chris el cual se había quedado embobado viéndome desnuda, gruño molesta cuando abandonan la habitación.
—Alguien está celosa — canturrea Daniel divertido.
Tomó la primera almohada que encuentro y lo golpeó en el rostro.
—Alguien se quedó sin sexo oral — canturreo, riendo me levanto de la cama oyéndolo suplicar que vuelva.
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Emma
Hombres LoboEmma tendrá que enfrentarse a un desafío aún mayor: viajar a otro mundo donde hay hombres lobos. Allí, conocerá a tres lobos que la reclamarán como suya y harán lo que sea por protegerla. ¿Podrá Emma resistirse a su encanto?