Epílogo.

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Aquí estoy tomándole la mano suave y algo fría de mi mejor amiga, a mi hermana de otra madre.

Ya pasaron cinco meses, Astrid ya tuvo a su primera hija "Elena" Es una beba muy hermosa desafortunadamente no soy su madrina, aunque eso no significa que no la malcrié.

Emily está a punto de tener a su hijo "Bautista", la he visto muy nerviosa y ansiosa. Me alegro mucho por ella, con Evan se la ve muy enamorada.

Alison está luchando por su vida y yo trato de alentarla, y estar todo el tiempo posible a su lado. Evito llorar cuando estoy con ella porque no quiero que sufra, ya perdió bastante cabello, le aparecieron varios hematomas en el cuerpo y, aun así, sigue siendo la misma gruñona. No quiero vivir sin mi hermana a mi lado, quiero que sea mi acompañante cuando esté frente al altar. La madrina de mis futuros hijos porque sí, sorprendentemente deseo tener hijos con mis tres ardientes lobos.

Y yo estoy felizmente comprometida con mis tres amores, desde el día que sentí que iba a morir en manos de un loca estuve muy pegadas a ellos con miedo a desaparecer. Katie fue encerrada en un calabozo por intento de asesinato y por asesinar a su hermana, fue muy duro para Chris. Él de verdad no se lo esperaba, al principio se había echado la culpa por haberla trato muy bien y me juró que jamás tuvo otras intenciones con ella. Solo quiso ser su amigo.

Tuve el placer de ver una foto de Linda, era muy bonita y se notaba que era de un buen corazón. No se mereció lo que le sucedió, las personas toman decisiones equivocadas, Katie fue una de ellas.

Hace unos treinta minutos salimos de la casa de Alison, discutimos porque se niega a salvar su vida, pero sé que sus lobos podrán convencerlas. ¿Cómo lo sé? Porque vi un brillo en sus ojos cuando Nicolás la abrazó ¡Y no lo golpeo! Así que me fui para darles privacidad.

—¿Estás nerviosa? — Me pregunta Chris acariciando mi brazo.

—Algo — susurro mirando como las puertas del ascensor se abren dándome la bienvenida a mi oficina. Salgo del ascensor con mis hombres detrás mío y miro a mi alrededor, veo cómo varias personas me observan sorprendidos.

Una bruja llamada Agatha hizo un portal para que pueda visitar a mi mejor amigo.

—¡Alan!

El se da vuelta rápidamente al escuchar mi grito y me mira con los ojos brillosos, no dudo en salir corriendo hacia él.

Me envuelve fuertemente en sus brazos.

—Dios mío, estás aquí — balbucea con la voz entrecortada.

—Aquí estoy mí vida.

Unos gruñidos se escuchan detrás mío haciendo que ruede mis ojos. Me separo de Alan y tomo sus mejillas.

—¿Me extrañaste?

—Jamás creí que diría esto, pero si. — Mira sobre mi hombro curioso.

Me giro y miro a mis tres bombones de brazos cruzados mirándome serios.

Se ven tan jodidamente calientes, celosos.

—Alan, te presento a mis esposos.

—¿¡Qué!? — chilla sorprendido — No hagas bromas.

—No es una broma. — alzó mi mano donde un hermoso anillo plateado con un diamante en forma de flor que tengo en mi dedo anular.

Jadea impactado.

—¡Por fin! Mi deseo se cumplió.

—¿De qué hablas pitufo? — me cruzo de brazos.

—Me tenias harto de estar yendo de cama en cama, así que en mi cumpleaños desee que se te cortara esas salidas. Pero no creí que ¡Te casarías! ¡Esto es mucho mejor!

EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora