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En los pasillos de los dormitorios Alex arrastraba la silla de Víctor hasta su nuevo dormitorio.

No me digas que me cambiaste de dormitorio? – Alex no le dijo nada , estaba concentrado tratando de no chocarlo contra nada. Era complicado manejar una silla de ruedas – Alex! – se quejó – no se vale, mi cuarto era el más grande – le reprocho

Quédate tranquilo que no te cambie de cuarto – Le contesto Alex para que se tranquilizará. Después de algunos choques contra las paredes y algunos muebles por fin llegaron a la puerta del cuarto de Víctor – pero si hice algunas remodelaciones – le dijo abriendo la puerta.

Víctor entró a su nueva habitación estaba cambiada pero no drásticamente. Lo primero que le llamo la atención es que la cama de Manuel ya no estaba y la antigua suya tampoco, en su lugar había una cama más grande como para dos personas. Los discos y vinilos en las paredes seguían pegados pero todas las cosas de Manuel no estaban. Estaba casi vacío el cuarto.

La cama y las cosas de Manuel? – le pregunto a Alex. Era raro ver la habitación casi vacía, sin el piano ni la cámara de Manuel.

Como Manuel ahora está en la residencia decidimos que este cuarto lo ibas a usar vos solo – le explico mientras recorría la habitación mirando todos los discos pegados en la pared.

Pero donde quedaron sus cosas? Y si algún día quiere quedarse o algo? – Víctor lo bombardeó de preguntas a Alex.

Algunas de sus cosas se las llevó y las otras están en su cuarto – le respondió Alex

Como que su cuarto? – Víctor no entendía nada.

Ah claro! Jajá me olvidé de decirte que le hicimos un cuarto a Manuel.  Mamá sentía que su cuarto era muy grande así que lo dividimos y uno quedó para Manuel – dijo mientras se tiraba en la cama y se acomodaba – uhm que cómoda que es esta cama! – agrego mientras se estiraba

Wow, tantas cosas hicieron mientras yo no estaba! – dijo sorprendido – falta que me digas que adoptaron un perro y ahí si que me tiro por la  ventana – se río y miro a Alex que lo estaba mirando con los ojos abiertos – no me digas que adoptaron un perro? – pregunto asombrado y emocionado. A él le encantaban los perros.

Por ahora no – Alex bajo la cabeza – Mamá no me dejó – dijo haciendo un puchero con la boca.

No te preocupes – trato de animarlo – quizás juntos y con nuestros encantos podemos convencerla – dijo sonriéndole y guiñándole un ojo.

A quien van a convencer? – dijo Paula desde la puerta observándolos con los brazos cruzados sobre su pecho. Ambos chicos saltaron en sus lugares del susto.

Mamaaá! – dijeron los dos al unísono

Nos querés matar de un susto – agregó Alex mientras se tocaba el pecho, su corazón estaba muy acelerado.

No seas exagerado hijo – le dijo Paula adentrándose en la habitación y parándose al lado se Víctor – además yo no soy la que se esta complotando en contra mío – les lanzo a ambos una severa mirada diciéndoles “no me van a convencer"

No es un complot en contra tuyo mamá – le aseguro Víctor – solo es una alianza entre mi hermanito y yo para tratar de convencerte de que nos dejes tener un perro – le explico sonriéndole tiernamente pero Paula sabia que tenía una doble intención esa sonrisa, era burlarse o era tratar de comprarla. Alex se río.

Bueno, sea un complot o no, van a tener que hacer mucho mérito para que los deje tener un perro – aseguro sonriéndoles de la misma manera– ahora, vamos a la mesa que ya esta la comida – les aviso antes de salir de la habitación.

Desde cero || Víctor Gutierrez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora