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Clack, clack, clack, clack, clack – era el único sonido que se escuchaba en la habitación.

Valentina levantó la vista de su libro y por decima vez en el día la enfoco en Víctor. Le envió una mirada asesina pero se ve que él no la recibió ya que ni siquiera levantó la mirada de su computadora.

Me tiene harta esa computadora

Desde que había llegado, él estaba muy concentrado en el aparato. “No voy a tardar mucho" le aviso. Ella sólo asintió y se quedó esperando. Los llamaron para almorzar y ella seguía tranquila. Supuso que después de comer iba a dejar de lado el aparato, pero eso nunca paso. Luego del almuerzo, apenas se adentraron de nuevo al cuarto del chico, éste volvió a enfocarse en su computadora y desde ese momento ya habían pasado dos horas.

En ese tiempo ella pensó que leer era una buena idea pero se equivoco de nuevo. El sonido constante que hacía el teclado de Víctor era realmente estresante y la desconcentraba de su lectura.

Devolvió la vista a su libro y trató de concentrarse. Ni siquiera sabía de qué se trataba.

Clack, clack, clack – el sonido ya le hacia eco en el cerebro. Estaba a punto de revolotear el libro

Tranquila, solo ignora el molesto e incesante ruido

Respiro hondo y cerró los ojos. Trato de volver a tomar el hilo de la lectura. Iba bien, aunque seguía sin entender de que iba el libro ella siguió leyendo. Lastimosamente nada es para siempre.

Clack, clack, clack – cerró su libro de un movimiento en seco y levanto la vista tratando de contener toda la rabia que tenia adentro de su cuerpo.

Ni siquiera levanta la vista de esa cosa

Se quedó mirándolo por un rato, quería ver si sentía como con la mirada le estaba clavando dagas en la piernas

Tonta, nunca las va a sentir si se las clavas ahí. Mejor clávaselas en los dedos para que los deje quietos unos segundos por lo menos

Y su conciencia apareció. Esto se ponía peor a cada segundo.

Clack, clack, clack – el seguía escribiendo como si no hubiera un mañana.

Que mierda está escribiendo, ¿la Biblia acaso?

Ya cansada, dejo su libro de lado y se acercó a Víctor

Ya terminó – dijo mientras seguía escribiendo. Parecía una máquina.

Rodo los ojos y con su mano bajo la pantalla de su computadora, quedando las manos de Víctor entre medio del teclado y la pantalla

¿Qué rayos te pasa? ¿Acaso no ves que estoy escribiendo? – pregunto con el seño fruncido.

Oh si, claro que lo veo – dijo obvia -- ¡hace más de cuatro horas veo como escribís como un maldito maniático! – no se quería alterar pero el momento lo ameritaba.

Oh bueno, perdóname por no prestarte atención por estar trabajando – dijo sarcástico. Valentina respiro hondo

Mira...yo no tengo problema en que trabajes – se notaba más tranquila – pero por lo menos avísame así no vengo y no pierdo mi tiempo viéndote escribir

Bueno en eso tenés razón, esta vez me equivoque yo – él también estaba más calmado – perdóname si te hice perder tu tiempo – dijo sincero – pensé que no iba a tardar tanto y que lo iba terminar rápido…pero como ya vez no fue así – dijo obvio mientras sonreía.

No pasa nada – le sonrió – solo espero que para la próxima te acuerdes – lo amenazo.

Víctor levantó la mano – quédate tranquila que lo voy a tener en cuenta – juro. Se rieron.

Desde cero || Víctor Gutierrez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora