Se adentró a la sala junto con sus amigos. Era una de las casas que sí habían cambiado: se había vuelto más amplia y extravagante.
Contempló el interior algo embobado y luego vio a Bebe después de todos esos años. Su rostro no era muy diferente de como recordaba, pero sus curvas y su atractivo general eran impresionantes. Al verla derrochar tanta seguridad y carisma, pensó que de no ser gay quizá se podría haber fijado en ella, sin embargo, después de las experiencias con chicos que había tenido, su interés por las chicas se había vuelto prácticamente inexistente.
-¡Tweek! ¡No has cambiado nada!
Estaba por contestar, pero quedó distraído cuando por accidente cruzó miradas con Craig, luego de notar que Clyde estaba con él y que no dejaba de mirar a Bebe, embobado.
Un golpe en la cabeza lo trajo de vuelta.
-¡Deja de verle tanto las tetas! Ya todos sabemos que se volvieron aún más enormes.
-¡Agh! ¡No es verdad! ¡Yo no lo hice! -exclamó en su defensa. Cuando vio a Bebe apretar su puño, se encogió en su lugar, pero el impacto nunca llegó.
-¡Ouch! ¡¿Qué carajos te pasa?! -se alegró de ver que en lugar de ir contra él, Bebé le había dado un puñetazo a Cartman en el brazo.
-¡Cállate, Cartman!
-¡Sí, cállate, Cartman! -intervino Kenny y le pasó el brazo por la cintura a la chica, que se sonrojó furiosamente-. No le hagas caso, Bebe. ¿Por qué no vamos a platicar un rato por ahí?
Apenas se fueron, Cartman la insultó.
-¡Qué perra!
-¿Por qué no se lo dices en su cara, culón? -se burló Kyle-. No me digas que le tienes miedo.
-Claro que no, judío. ¿Qué te pasa?
Avanzaron, y mientras tanto Tweek los observó con curiosidad. No le parecía que actuaran del todo como enemigos; a pesar de lo mucho que hubieran peleado el día del concierto casero.
Comprendía que no le sorprendía mucho del lado de Cartman, sino de Kyle, que solía mostrar verdadera aversión por el otro.
-Sé lo que estás pensando -intervino Butters-. Han pasado de odiarse y ser amigos en secreto a simplemente llevarse bien disfrazándolo de peleas. No han cambiado mucho, en realidad, excepto porque todos sospechamos algo -murmuró lo último-. ¿Verdad, Stan?
-Ahg... Ni lo menciones -pidió tocándose el puente de la nariz.
Tweek no necesitó más explicaciones para comprenderlo, pues era lo mismo que él pensaba. Entonces, con eso aún en mente, se sentó en uno de los espacios disponibles junto a los demás, con un mal presentimiento sobre el acercamiento de esos dos, que se fueron por su lado. Sin embargo, su preocupación quedó olvidada cuando una de las amigas de Bebe les ofreció unas bebidas.
-¿Quieres cerveza, Tweek? -preguntó amable la chica. Él no la recordaba, pero aceptó de inmediato.
-¡Si quiero!
Ella rio ante su respuesta entusiasta y le dejó unas botellas.
-Si quieres más me dices -le guiñó el ojo, y Tweek la observó marcharse con una sonrisa.
-¡No es justo! -protestó Butters-. Acabas de llegar y ya le gustas a una de las chicas.
-Más importante, pensé que no tomabas -observó Stan con su cerveza en mano.
-¿Por qué? -preguntó desconcertado.
-Pensé que te daría un ataque de ansiedad sobre lo que podría pasarte si bebes alcohol.
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Para conquistar a Tweek (CREEK)
Hayran KurguTweek y sus padres se han mudado, dándole fin a la relación de Tweek y Craig para siempre. O eso habían pensado ellos: después de haber cumplido los 17 años, los padres de Tweek deciden volver a South Park y tiene lugar el inesperado encuentro. Solo...