5. Una tarde en el centro comercial.

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-Me llamo Odette, soy nueva en este instituto.- Respondí antes de que lo hiciese Andrew.

- Encantada Odette, soy Angy. Bienvenida a nuestro instituto, si necesitas algo me tienes para lo que sea.-

- Gracias Angy, te lo agradezco.-Ella me sonrío.

El chico que chocó la mano con Andrew se acercó a mí, me cogió la mano y me dijo:

-Preciosa, yo me llamo Zack. Encantado de conocerte Odette. –Me besó la mano ligeramente y me miró.

Podía notar como mis mejillas se coloraban por lo que acababa de hacer. Hay que decir que Zack es un chico bastante guapo y encantador.

-Odette, Zack siempre es así y no eres la única a quien le ha besado la mano. Ves con cuidado, es un tira cañas. – Todos empecemos a reír menos el tira cañas.

-Oye, yo le hago eso a las chicas que se lo merecen.-

Sonó el timbre antes de que nos lo esperásemos  y nos dirigimos a clase.

Al llegar a mi optativa me senté en el primer lugar que encontré libre, y Andrew se sentó a mi lado.

Al cabo de unos minutos Andrew me dio una nota en la que ponía lo siguiente:

''Sé que nos hemos conocido hoy, pero déjame invitarte esta tarde a un café en el centro comercial y enseñarte un poco la ciudad, te pasaré a buscar a las 18.00hs. ¿Qué me dices?

Att: Andrew.''

Sonreí  y enseguida le contesté: 

''Me encantaría, te lo agradezco de verdad.  ¿Pero cómo me pasarás a buscar si no sabes dónde vivo?''

Andrew:

 ''¿Te dejo cuando acabemos el instituto?''

Odette:

''Voy en moto, pero si quieres te puedo enseñar donde vivo al salir.''


Vi como leyó la nota, me miró y asintió.

Las siguientes horas de classe pasaron lentamente y eran aburridas. Al salir de clase Andrew y yo nos despedimos de los demás. Yo cogí la moto y él su coche y me empezó a seguir.

- Esta es mi casa- Dije después de subirme la visera del casco.

- Es preciosa. Entonces te vendré a recoger a las 18.00hs.

- Perfecto, ¡nos vemos!

- Nos vemos preciosa, me guiñó un ojo y se fue.

Al cabo de unas horas Andrew ya había venido.

- Señora.. - Me dijo Andrew tendiéndome la mano y abriendo la puerta de copiloto de su coche.

- Muy amable por su parte señor, pero no me hagas más vieja de lo que soy.- Los dos nos reímos.  Él entró y arrancó el coche.

El viaje hasta el centro comercial se hizo corto entre risas. Lleguemos al bar y nos dirigimos hacia una mesa.

-Señorita...  Siéntese.

- Mucho mejor. Me gusta tratar con usted, es muy caballero.

- Hay que ser caballero con las chicas hermosas.- Me sonrojé y el me dio una sonrisa.

Se acercó una chica joven y nos preguntó que queríamos tomar.

- Un cappuccino por favor.

- ¿Y usted señorita? -  Me miro con mala cara y se la devolví.

- Un café corto de café por favor.

Dejó una nota frente a mi y se fue a por lo que pedimos. Cogí la nota y la leí.

- Parece ser que has ligado Andrew.- Le dije con una sonrisa de lado.

- ¿Cómo?

- La chica me ha dejado una nota en la que pone: ¿Tomando un café en la primera cita con un chico así? Chica, aléjate de él que no te lo mereces.- Los dos nos reímos.

- Verás ahora.- Me dijo seguro.

La chica llegó y directamente su mirada fue hacia Andrew.

-Perdona guapa, ¿cómo te llamas?- Dijo Andrew coqueto.

- Me llamo Sasha, ¿y tú cielo?- El rubia me miró con cara de triunfadora y volvió a mirar a Andrew.

- Yo soy Andrew. Por cierto, ¿podrías taparte un poco más? Con ese pecho en vez de provocarme me asustas si me lo pones en la cara.- Le dio una sonrisa de lado y le guiñó el ojo. Yo no aguanté y me puse a reí y ella me miró mal y se fue.

- ¡Muy buena Andrew!- Choquemos las manos y nos echemos a reír.

- Oye Odette, ¿por qué te mudaste aquí?

- A mi padre lo trasladaron de trabajo y tuvimos que venir aquí. - Dije mientras le ponia azúcar a mi café.

- Si te digo la verdad y sin ofender, me alegro de que a tu padre lo trasladasen aquí.- Me sonrojé y miré hacia abajo.

- La verdad es que ha sido un gusto conocerte, pensé que estaría sola el primer día de instituto.

- Pues ya ves que no. Siempre me pongo en la situación de la gente nueva y no me gustaría, por eso intento que se sientan cómodos.

- Eres muy buen chico.- Le sonreí.

- Muchas gracias. Y dime,  ¿qué te apetece hacer después de este café?

- ¿Hay tienda de animales?

-¡Por supuesto!

Después de bebernos las bebidas y charlar dejó el dinero en la mesa, me cogió de la mano y nos fuimos rápidamente hacia la tienda de animales. Ni me dio tiempo a decirle que ya pagaba lo mio. Había mucha gente apreciando los animales y tocándolos.

-¿Cuál es tu animal favorito?- Me dijo Andrew con una sonrisa.

- ¡Los gatos!- Respondí entusiasmada.

- Ya se como acabarás de grande entonces..- Se río y yo abrí la boca con un tono de sorpresa, le pegué flojo y me crucé de brazos dándole la espalda. - Es broma tonta, con lo preciosa que eres irán mil hombres detrás de ti.- Me dio un abrazo corto y ligero con un brazo.

- Si, ahora inténtalo arreglar..

Fuimos a ver todos los animales y después de eso acabemos con un helado en la mano. Entre risas y bromas la tarde se nos pasó volando y era hora de llegar a casa.

-Muchas gracias por este día, sin ti hubiese sido peor el comienzo del instituto. –Le dije y le di un leve abrazo.

- No me lo agradezcas, te lo tengo que agradecer yo por aceptar la cita de esta tarde. –Le sonreí y el hizo lo mismo.

- Bueno, será mejor que ya entre a casa. Nos vemos mañana en el instituto.

- Claro, buenas noches. –Nos despedimos con dos besos y me dirigí hacia la puerta de mi casa pero me detuve al grito de Andrew.

- ¡Odette! Encantado de conocerte y recuerda que no acabarás con muchos gatos cuando seas mayor, no lo permitiré.- Me guiñó el ojo y se fue. Yo me reí y asentí.

Había cogido mucha confianza con Andrew igual que él a mí y se me hacía extraño. Nos acabamos de conocer y con esa tarde ya sabíamos bastante de nuestras vidas. Esta tarde me ha dado la oportunidad de conocer sus gustos mejor, también conocer un poco más sobre las amistades del instituto con las que próximamente pasaría en la hora del comedor.

El sexto vagónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora