Cap.1.: Volvemos a casa...

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Corría el año 1986, día 29 de Septiembre, hacía ya dos días después de la muerte del bajista de la banda de heavy metal Metallica: Cliff Burton, fallecido en un accidente de autobús la madrugada del día 27.

Los miembros restantes de la banda, en especial el vocalista, James Hetfield, siguieron adelante a pesar de la tragedia sucedida y, en tan sólo 24 horas, ya habían conseguido un bajista que sustituyera al ahora inerte Clifford Lee Burton.

Su nombre era Jason Newsted, venía de una banda llamada Flotsam & Jetsam, y su carácter era cuanto menos diferente al de los otros.

Era demasiado callado y reservado, apenas abría la boca, y cuando sus amigos le preguntaban por qué no hablaba, él siempre respondía así: ''No debo hablar siendo prisionero del silencio'', con lo que sus colegas le tomaron por raro, diciendo que el nuevo era una excentricidad. Aunque Kirk Hammett, guitarra líder de los cuatro jinetes, ya dijo en cierta ocasión que podría tratarse de un trauma o enfermedad mental, pero los otros hicieron caso omiso de aquello.

Volviendo al tema principal, era día 29 de Septiembre de 1986, la mañana se despertó fría pero soleada, el reloj marcaba las 7:30 am.

-¡Arriba! ¡Debemos irnos!-La voz de Lars Ulrich, el batería, los levantó a los tres de manera incómoda, menos a James, quién se quedó con los ojos cerrados, roncando y la cabeza apoyada en la almohada.

-¿A dónde?-Preguntaba Kirk mientras Jason comenzó a vestirse.

-Lo sabes muy bien. Tienes abajo el desayuno. Al resto os digo lo mismo-Tras esto, dirigió su mirada a Hetfield, que continuaba babeando la almohada-¡Eh, tú! ¿Qué no quieres volver a tu ciudad natal? ¡Vamos, mueve ese culo gordo que tienes!-El rubio se frotó los ojos con la mano izquierda mientras se espabilaba.

Jason ni se inmutó, siguió vistiéndose mientras James se levantaba de la cama. El nuevo dirigió su mirada al larguirucho.

-¿Qué? ¿Nunca has visto a alguien levantarse, mudo de mierda?-Le preguntó de mal humor James, el más bajito miró abajo y caminó por la habitación hasta dirigirse a la salida de ésta-Como siempre te preguntan y tú sin decir ni una puta palabra. Pues sigue así-Comentó el de ojos azules con sarcasmo, el bajista cerró la puerta y bajó a la cocina para desayunar por fin.

-¿Era necesario despertarnos a estas horas?-Se quejaba Kirk, Lars era demasiado hiperactivo y nervioso y a consecuencia de esto pues no dormía una mierda nunca.

-Si porque si no luego es un caos cuando lleguemos allí, así que hay que madrugar-Kirk rodó los ojos mientras Jason se sentó al lado del guitarrista, quién le sonrió amablemente.

-¿Qué tal has dormido, Jason?-No hubo respuesta, solo silencio, Hammett probó otra vez-¿Tienes ganas de ir a Downey?-Lo miró, pero no respondió, Kirk trató de hablarle una vez más-¿Te ocurre algo? ¿Has tenido alguna pesadilla o algo así?-Nada, Jason sólo comía su desayuno, Kirk puso una mueca y volvió a sí mismo comiendo su propio desayuno, luego James bajaba por las escaleras.

-¿Y tú qué pasa contigo? ¿Te crees que es un día normal y corriente y te puedes levantar cuando a ti te plazca?-Le preguntaba Lars mirándole como si James hubiera cometido algún crimen que los perjudicase o lo que fuese.

-Es un día normal y corriente, imbécil. Pasa que hoy nos mudamos, ya está-Le respondió sentándose y comenzando a comer su desayuno, Lars fue yendo a las habitaciones.

-En fin, iré a hacer las maletas, vosotros comed vuestro desayuno-Dijo Lars, los otros obedecieron y el batería comenzó a subir las escaleras.

Jason se mantuvo callado, no decía ni una sola palabra, ni un solo comentario. Kirk comenzó a mirarle y a dirigirle la vista una y otra vez. Comenzó a mirarle una vez, Jason le devolvió la mirada sin decirle nada, James solo alzó la vista, el guitarra volvió a mirarle, otra vez el bajista le miró sin respuesta, ya le miró una tercera vez y al ver que repetía la misma acción, perdió su paciencia.

-¿Llegará el día en que hables de una vez por todas?-Le preguntó levantándose de la mesa, el de ojos verdes le dirigió la vista-En serio, ¡no hablas nada! ¡No tienes relación con nosotros! ¡Simplemente estás callado sin hacer nada! ¿De verdad tienes algún motivo para no hablar a tus amigos? ¿Eh?-Le gritaba, hubo un profundo silencio, Jason no apartaba su vista de él.

-El silencio es un gran amigo... Tal vez sea buena idea si me quedo a su lado... Al menos hasta que me libere y me suelte estas cadenas...-Dijo, los otros se quedaron en blanco, como... ¿Asustados? No, eso no, pero si les inquietó la respuesta de su amigo.

¿Cadenas? ¿De qué diablos hablaba? O es que era verdad que estaba loco, o es que algo les ocultaba...

-¡Idiotas!-Lars bajó las escaleras cargado con todo el equipaje, no se había caído de estas de milagro...-¡Vamos! ¡Al coche! ¡Venga! ¡Moviendo el culo!-Se levantaron y se fueron corriendo al vehículo, menos Jason, quién andó tranquilo.

Lars salió corriendo del chalet, sin recoger los platos de desayuno y con él yéndose con el estómago vacío. Cerró con llave la puerta y luego dejó las maletas en el maletero y la baca del auto, luego abrió la puerta y se montó.

-Jason... Si tienes un problema, habla conmigo, no estés en silencio-Le dijo James mientras se abrochaba el cinturón, luego Jason le tomó de la mano derecha, James levantó la vista para ver a su compañero.

-El silencio es un buen amigo... Me quedaré con él mientras esté entre sus manos...-Se abrochó el cinturón dejando a James con la mirada perdida, parpadeó un poco los ojos y miró hacia delante, ignorando el comentario de su amigo.

No pasó mucho tiempo para que Lars arrancase la camioneta y abandonase el lugar, olvidando todo lo malo para empezar una nueva vida.

La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora