Cap.11.: El caballero de la Medianoche es...

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La noche seguía y seguía su curso... Y todo el pueblo pareciera que estaba poseído por el que inició esa sanguinolenta y pesadillesca velada.

Sólo quedaron dos supervivientes: Daniella y James. Tanto él como ella, habían decidido regresar al bosque y de ahí en adelante, correr hasta encontrar una salida.

La pregunta es... ¿Quién sería el elegido? ¿Ella o él?

Empapados de la sangre de sus amigos y otros ciudadanos, huían como si su vida dependiese de ello. De hecho, literalmente, si querían sobrevivir, debían huir y no detenerse ni un sólo instante.

Se defendían con los escombros que encontraban con el suelo. Ya fuera un pedazo de hierro oxidado, una roca, etc., y lograban darles esquinazo por un corto período de tiempo a los que antes eran humanos como ellos. No obstante, ese lapso era mínimo, y no podían detenerse.

Una vez lograron llegar a la arboleda, el camino se les complicó debido a las raíces, piedras y demás seres inertes o plantas recónditas en la tierra. Pero nada les hacía descansar, ambos trataron de salir victoriosos y sin ningún rasguño del sendero.

En mitad del camino, justo cuando las bestias no podían divisarles, ocurrió algo que ninguno se esperaba: Daniella se tropezó en una roca y acabó con un enorme rasponazo en la pierna. Eso llamó la atención del varón.

-¡Vamos, Daniella! ¡No te detengas! ¡Conseguiremos salir de esta!-Gritaba tratando de reanimarla, pero la joven no reaccionaba.

-James... No puedo...-Susurraba sin soltar el brazo de su compañero.

-¡Sí que puedes! ¡Levántate! ¡No te rindas ahora! ¡Casi estamos a punto de ser libres de este infierno! ¡No puedes quedarte aquí ahora!-Chillaba intentando contener las lágrimas, ¿y si tal vez no era un rasguño?

-James... Mi pierna... No puedo moverla...-Se quejó con un hilillo de voz.

-¡¿De qué diablos estás hablando?! ¡Es sólo un maldito rasguño! ¡Has llegado muy lejos, no te puedes venir abajo!-Rechinando los dientes, la chica desató todo su frustramiento.

-¡¿Quieres hacer el favor de escucharme?!-El muchacho se sorprendió al oirla así, tanto... Que soltó su mano-James... No puedo moverme... ¡Tienes que salir de aquí y liberarte tú de esta masacre!-Se lamentaba mientras sus ojos se humedecían más.

-¡Podemos ser dos los que nos salvemos de ello! ¡Te cogeré en brazos si hace falta pero, por favor, no te quedes ahí tirada ahora! ¡¿Me oyes?! ¡Podemos escapar juntos y dejar el dolor atrás!-Continuó la discusión.

-¡No puedes subestimar al Dios Talhei! ¡Él sólo decidió dejar libre a uno! ¡Si rompes las reglas, moriremos igual, porque te burlaste de su poder!-Su voz desgarrada apenas podía hacerse oír a kilómetros.

-¡Y al cuerno con eso! ¡No pienso irme sólo si puedes venir conmigo! ¡Allí a lo lejos está la salida, llegamos a ella y huimos como putos condenados! ¡¿Entiendes que no puedes terminar esto así después de todo lo que has hecho para poder salvar tu vida?!-Sin contenerse más, su dolor salió en su totalidad.

-¡¡Cállate de una jodida vez y escúchame!!-Y eso hizo, no volvió a abrir la boca, estaba tan helado que al final tuvo que obedecerla-Siempre pensé... Que tal vez merecía la pena seguir adelante...-Comenzó su... ¿Último discurso?-Pero hace muchísimo tiempo que me rendí... No creas que es ahora cuando me doy por vencida...-Intentó moverse, y él intentó abrir la boca, pero no le dio tiempo-Tuve una visión... Hace tantos años... De que este pequeño paradero se vería destrozado algún día. De que... Nosotros, los humanos que creciesemos aquí... Tendríamos el mismo destino, y ese era acabar en las garras del dios Talhei. Él nos odia, y nosotros le tememos. No podemos vencer a un dios así como así, sólo uno de nosotros sería el que saldría ileso sin ser capturado. Ese elegido... No es como todos. Su alma es inmune a los pecadores que sólo traerían la destrucción y harían de la Tierra un auténtico apocalípsis. Él es fuerte, valiente, tiene una coraza que lo protege de todo lo que es el mal tanto en la tierra como en el cielo. Él guarda sin saberlo una personalidad inmune a toda acción que le haga caer en la desgracia, la miseria, la locura y la tristeza en la que se sumergen aquellos que no le fueron fieles al Señor. Él es... El caballero de la Medianoche-Pausa, la cara de sorpresa de Hetfield no desaparecía, incluso éste sentimiento se volvía mayor-Sin saberlo ninguno de nosotros... Existe y será el único capaz de derribar a uno de los aliados del Diablo. Y cuando tuve esa visión... Pude tener una imagen muy nítida de su aspecto físico. Sus ondas rubias caían por su espalda, protegido por una armadura dorada y su corazón inpenetrable. Sus hermosos ojos azules me miraron... Y me dijeron que él protegería a todos los seres vivos mientras su presencia estuviese entre todos los humanos. Que nada podría pararle una vez ocurriese esta pesadumbre-Esa descripción... Era tan equivalente al físico de James... ¿No será que...?-Y ahora te miro a ti... Y esa imagen vuelve a mi mente... Es lo mismo una y otra vez, no hay ni una sola diferencia...-Alzó la cabeza y de su mirada no paraba de brotar el agua salada que discurría como río en su lecho-¿Entiendes por qué te digo que eres tú el que debes huir? ¿Comprendes ahora por qué insisto en que seas tú el que te liberes de esta condena? Sí, lo veo en tus ojos... Eres el héroe que podrá contar esta historia a sus descendientes dentro de unos años. Eres aquel que salvará al resto del mundo de ser un alma en pena vagando por el infierno. Eres el que conseguirá mantener libre a toda la humanidad y el que todos admirarán desde el cielo por ser un milagro de Dios. Eres... El caballero de la Medianoche...-La cara del vocalista no podía representar otra cosa que asombro y confusión, ¿él era el elegido? ¿De verdad él sería el que sobreviviría a esa maldición? No podía creérselo...

-Daniella... Llevas toda una vida siendo torturada por estas visiones. Tengo evidencia de tu perturbación en tu excéntrico carácter y tu forma de actuar en ocasiones, a pesar de que te conozco de hace poco tiempo. No te culparé... Porque ni tú sabías que esto sucedería. Sin embargo... ¿Hay algo que pueda hacer... Para no rendirme yo también?-Sus ojos comenzaron a empaparse, ella sonrió tristemente.

-No te rindas. Puedes salir de esta. Tú fuiste elegido hace siglos por los dioses para ser el que derrote a Talhei. No tires por la borda esa habilidad ahora, por favor... Tienes que ser fuerte. Huye de aquí y ten presente siempre que... Allá donde vayas... Procura mantener protegidos a tus seres queridos. Porque ese poder... Siempre vivirá en ti...-Sonrió sujetando la mano de su compañera, dejando escapar el líquido salado que se formó en sus cuencas, mientras se escuchaban gritos y gruñidos a lo lejos-Están viniendo, tienes que marcharte. Huye de ellos y no dejes que nada te ataque de ahora en adelante. Recuerda que siempre serás el hombre que pudo contra la furia del todopoderoso Talhei...-Se alejó sonriendo tristemente, al mismo tiempo que la chica era agarrada de su tobillo, derramaba más lágrimas y esperaba a que su condena llegase-Se libre, caballero...-Y esas fueron sus últimas palabras antes de que unas fauces rodeasen su cabeza y se cobrase la vida de la chavala.

Dejando que la tristeza invada su ser, se dio la vuelta y salió corriendo del bosque. Ahora era el momento... De alcanzar la libertad.


La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora