Cap.2.: Son buenas chicas...

131 19 4
                                    

Pasaron entre 3 y 4 horas hasta que llegaron al lugar. Con el fin de ir directamente a su nuevo hogar, los chicos aparcaron en un parking gratuito cerca del bloque, no sin antes comenzar a descargar las maletas del vehículo, porque siempre es mucho mejor quitarse el equipaje del medio cuando vas de viaje, y así hicieron.

-James, tú y yo subiremos lo más pesado. Lars y Jason que suban lo más ''ligero'' por así decir-Decía Kirk cargando una pesada maleta de un metro de largo y como 0'35 metros.

-Kirk, tampoco es que sean unos debiluchos. Ellos también son fuertes, pasa que menos que nosotros...-Decía el rubio, Hammett iba como una bala, nada más pararse en frente de la puerta del piso y ni descansó un poco el cuerpo para volver a cargar las maletas, introdujo las llaves en la cerradura y abrió ésta misma, saliendo disparado hacia su habitación.

En resumen, todo ese rato fue muy movido, subiendo maletas y colocando ropa, comida y etc. en su respectivo lugar. Tenían planeado hacer todo eso nada más llegar, luego iban a comer para reponer fuerzas y, finalmente, ir a algún lugar para conocer gente nueva y tratar de socializar un poco con la gente de allí.

James, quién se conocía perfectamente el lugar, pues había nacido allí, les contó que podían ir al campus del instituto en el que él había estudiado, pues allí habría gente con la que podían contactar y pasar el rato, e incluso entablar amistades, y eso hicieron.

Se vistieron algo casuales y normalitos sin arreglarse mucho, sólo se retocaron un poco el pelo y, sin andarse con más tonterías, abandonaron su casa. Salieron bromeando y conversando sus idioteces o cosas de música que era lo que ellos mejor sabían hacer, el único que no reía y no hablaba era, como no, Jason, aunque si era cierto que en alguna que otra ocasión sonreía o, incluso, soltaba una risita silenciosa, tampoco es que el chaval fuese un amargado de tal manera que no se reía ni de las bromas y conversaciones que tenían sus colegas, al fin y al cabo era sólo muy reservado, pero sabía reírse y sonreír cuando podía hacerlo, así que no desaprovechaba la ocasión.

Llegaron entonces al campus del que el de ojos azules les había hablado. Allí se encontraron en la entrada a un grupo de chicas que estaban hablando entre ellas y bromeando. Estaban conversando acerca de chicos y de música, al parecer tenían los mismos gustos que ellos, con lo que podían aprovechar para conectar con gente con sus mismos gustos.

-¡Hey! Ya veo que os gusta el metal... ¿Nos conocéis? No es por presumir, tranquilas. Somos Metallica, esa banda de heavy cañera que surgió de L.A., acabamos de mudarnos aquí-Comentó Lars alegre, las chicas les miraron impresionadas y muy contentas, se notaba que les conocían.

-Oh, sí, ya sé quién sois. Bueno, nosotras también hacemos música, pero no tuvimos la misma suerte que vosotros y no somos un grupo-Dijo una chica alta de pelo negro como el carbón y ojos color miel, parecía la líder de aquella pandilla-Yo soy Daniella, encantada. Ellas son mis amigas, están muy locas, y yo también-Dijo la muchacha, los chicos las saludaron, las chavalas hicieron lo mismo.

-Yo soy Dafne, y no es por tratar de ligar ni nada, pero toco la batería, me inspiraste mucho, cabrón-Dijo una muchacha de pelo rizado y color rojizo de ojos verdes, se la veía muy simpática. Lars se sonrojó cuando ella le señaló diciendo eso, Jason le golpeó en el hombro alzando ambas cejas, el batería le sacó el dedo del medio.

-Bueno, de mí no hay mucho que saber. Me llamo Marina y toco el bajo, tú y el pobre de Cliff me habéis inspirado muchísimo, porque a Flotsam & Jetsam también los adoro-Dijo una jovencita de pelo rubio ondulado señalando a Jason, éste se tapó la cara con las manos y los otros se rieron ante este gesto, dándole una palmadita en la espalda.

-De mí menos. Soy Carla, no toco ningún instrumento, simplemente soy una colega de estas guarras-Aclaró una chavalita de cabello negro corto y rizado, los chicos sonrieron y la de pelo negro liso la miró por un momento.

-Lo de guarras te lo podías haber guardado, ¿no crees?-La preguntó seria y con sarcasmo, Carla sonrió pícaramente.

-Sabes lo mucho que me gusta joder-La respondió, todos rieron y la muchacha alta la sacó el dedo.

-Ya veo... Sóis muy majas-Dijo entre risas James, luego volteó a mirar a la izquierda, observando a una chica de pelo rubio rizado sin peinar, completamente solitaria, sin nada que hacer, pensó que podría ser amiga suya-¿Y esa chica por qué no habla?-Preguntó preocupado, las chicas se giraron a mirarla, Daniella se movió un poco y miró hacia arriba por un momento.

-¿Vas a saludar o vas a quedarte como siempre ahí sin decir nada?-La preguntó, hubo un silencio corto hasta que la chica se levantó y caminó hacia delante, dándoles la espalda por completo-Pues nada... Cómo siempre, se va ella sola a quién sabe dónde. Está un poco loca, su padre se suicidó, tenía esquizofrenia o qué sé yo, se las pasa contando historias raras y que nadie se cree de este sitio-Comentaba la chica, James no apartó su vista de la joven que caminaba solitaria en el callejón oscuro, hasta que desapareció en el lugar-Bueno, en fin, es un placer teneros aquí. Si queréis juntaros con alguien, nos tenéis para ello-Todos afirmaron alegres y riéndose, James se quedó algo pensativo teniendo en mente la imagen de esa muchacha tan misteriosa.

¿Quién era? ¿Por qué se alejaba? ¿Acaso tenía algo que ocultar?     

La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora