Cap.3.: Aquella figura en la oscuridad...

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Habían pasado casi toda la tarde desde que salieron de su casa tras una comida relajada con las chicas que conocieron cerca del campus universitario del que James les habló. Al joven nativo de aquel pueblecillo de California le extrañó mucho el comportamiento de una de las muchachas que se largó sin decirles nada, pensó que a lo mejor tendría un mal día y no quería hablar, pero igual le extrañó y le pareció realmente curiosa esa forma de actuar de la chavala.

Surgió que cerca de las 20:15 que estaba empezando a anochecer y una de las chicas se acercó a los muchachos.

-Oíd, vamos a ir a un bar un buen rato a tomarla. ¿Os apetece veniros?-Era Dafne, los chavales se miraron entre ellos antes de dar su respuesta, menos James, que seguía mirando hacia abajo.

-Pues... La verdad es que no hemos deshecho ni las maletas, la verdad. Creo que sería mejor otro día, si no os importa...-Contestó tímidamente el rubio, todos le miraron con repulsión, él se sonrojó.

-Pero, tío. Que se jodan las maletas. Vamos un rato a emborracharnos-Le decía Lars sin comprender ese gesto del de ojos azules, ¿por qué actuaba así?

Normalmente, James no decía que no a las borracheras y juergas. Si lo hacía, era porque se encontraba enfermo o por asuntos más importantes como temas familiares, de la hipoteca... ¿Por qué dijo que no? Muy curioso.

-No, Lars. Luego venimos a casa con resaca y tal a las tantas y las maletas jamás se colocan. Mejor otro día-Respondió el vocalista de la banda. ¿A qué vino ese comportamiento en él? Se mostraba impasible y con un tono de voz apagado, ¿cuál era la causa?

-Pues, nada... Chicas, tendrá que ser otro día. Ya si eso lo acordamos, ¿estáis aquí mañana?-Dijo Ulrich mientras miraba por el rabillo del ojo algo cabreado a su colega de pelo rubio.

-Sí, estamos todas las tardes aquí. Si queréis mañana os pasáis y tal-Le comentó Daniella, el danés sonrió y se fue echando hacia atrás al igual que el resto de sus compañeros.

-Pues estaremos aquí ya mañana por la tarde. Encantados de conoceros-Aclaró el baterista de baja estatura, luego las chicas les despidieron con la mano y los chavales se fueron alejando de allí. Lars miró a su colega que ocupaba una de las guitarras con cara de pocos amigos-¿Qué te pasa? ¿Te comió la lengua el gato? Tú amas ir de juerga y emborracharte, no deberías preocuparte por las jodidas maletas. ¿Qué coño te ha dado?-Le preguntaba reprochándole lo que había cometido, el rubor irradió sus mejillas.

-Sabes perfectamente que debemos hacer eso. Además, si nos lo quitamos de en medio antes, mejor-Respondió el rubio, los tres de al lado se extrañaron... Ese no era James.

Resumen de lo que ocurrió hasta el anochecer: Colocaron todas las cosas de las maletas y cenaron tranquilamente. Estuvieron charlando un poco acerca de las chicas y de como les parecía por el momento el lugar hasta que se pusieron sus pijamas y cada uno se fue a dormir a su habitación.

Todos yacían en un profundo sueño. Los ronquidos estaban presentes en toda la casa. No había chico que estuviera con el cerebro activo, todos realmente durmiendo como crías de osos.

Pero... Sobre las 3:00 am, uno de los miembros abre los ojos... Era James.

Miró el reloj de su mesilla y ya marcaban, como se dijo, las 3:00 am, y él sintió que algo andaba mal en la casa. Apartó las sábanas de su cuerpo y se sentó en el borde de la cama, segundos más tarde, se vistió con sus vaqueros y su camiseta de Ride the Lightning sin saber él por qué, hasta que se oyó un ruido como de cristal roto. El joven levantó la vista ante ello y separó su cuerpo de la cama, dirigiéndose hacia la puerta, dónde abrió el mueble de madera.

Asomó su cabeza hacia la izquierda, tratando de ver con claridad si algo se ocultaba en la oscuridad, al negarse este hecho, dio unos pasos hasta salir por completo de su habitación.

Caminó lentamente por la oscura y estrecha zona, sentía un olor a incienso, pero no sabía de dónde venía. Estaba algo nervioso, pero trató de calmar sus nervios para concentrarse más en lo que venía a ser la búsqueda de aquel olor y el sonido a cristal roto que había sentido en su habitación.

De repente, oyó como una respiración intensa en su cuello, se dio la vuelta rápidamente bastante asustado, no había nadie. Siguió su trayecto ahora mucho más asustado e inseguro de sí mismo, apoyó sus manos debajo de sus codos como había hecho al principio, encogió los hombros y... De nuevo una respiración en su cuello, ahora más intensa, se dio la vuelta mucho más rápido e incluso gritó un poco, se detuvo al sentirse ahora más asustado que nunca.

Dándole la espalda a la oscuridad del pasillo, una especie de pasos se oyeron detrás suyo, como de alguien corriendo, volvió a darse la vuelta asustado. Dando la espalda a la luz de la luna, otra vez se oyó a un ente corretear, se giró otra vez bruscamente, el pulso le temblaba. Tras unos segundos, se oyeron como murmullos en el oscuro pasillo de nuevo, él se volteó lentamente.

Una figura amorfa le miraba con una maléfica sonrisa, el chico dio unos pasos hacia atrás muerto de miedo hasta que cayó por las escaleras que conducían a la parte baja de su apartamento, pues vivían en un ático.

Los chicos, desde sus habitaciones, abrieron los ojos al oír el impacto en el suelo. Se preocuparon mucho y todos abrieron la puerta de sus cuartos.

-¿Qué ha ocurrido?-Preguntó Lars, Kirk y Jason le miraron fijamente, los dos encogieron los hombros.

-No lo sé... ¿Dónde está James?-Preguntó Kirk, los ojos como platos cuando formuló esa pregunta, se dirigieron a la barndilla y veían al joven rubio en el suelo retorciéndose de dolor, un pequeño charco de sangre se formó en la zona de su cadera.

-¡James! ¡Ya voy!-Dijo el batería, los otros jóvenes le miraban asustados, Hammett con la mano en la boca y Jason preocupadísimo. El de ojos verdes llegó al final de la escalera y, estando con el cuerpo de Hetfield entre sus brazos, tomó su cabeza con su mano derecha y le miró, el joven estaba confuso-James... ¿Qué ha...?-No terminó la pregunta hasta que su amigo se colocó un poco en el suelo, movía con dificultad sus piernas.

-No lo sé, Lars... ¡Ah! ¡Mi cadera! ¡No me puedo levantar!-Le dijo el chaval, éste le apartó el pelo del cabello y se miraron a los ojos.

-No pasa nada, a lo mejor estabas medio dormido y te tropezaste... No te preocupes, yo te levanto-Concluyó el chico procedente de Dinamarca tomando sus piernas con su brazo izquierdo y con el derecho le sostenía de la espalda.

Subió por la escalera cargando el cuerpo de su compañero con suavidad. Les dijo a sus otros dos amigos que fueran a dormir debido a que dejaría a su compañero tumbado en su habitación y al día siguiente, si no se movía, llamarían al médico.

Y eso pasó. James no recordó nada de lo sucedido y fue llevado hasta su habitación donde su compañero le tumbó en la cama y le arropó porque no tenía la capacidad de hacerlo. Luego, todos volvieron a sus habitaciones cayendo de nuevo todos en un profundo sueño.

La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora