Cap.8.: The Clairvoyant.

69 10 0
                                    

A los pocos días de la protésis, James pudo caminar de nuevo si necesidad de muletas o sillas de ruedas. Le dolía un poco la zona pélvica debido a que todavía no se había acostumbrado, pero ya le pillaría el tranquillo.

Sus colegas querían hacer algo productivo con él el día que empezó a andar sin dificultad alguna. Sin embargo, él no aceptó excusándose con que se sentía cansado y quería dejar que pasasen unos días más.

Y digo excusándose, porque para nada se sentía así. Él lo que hizo fue irse a otro lugar mientras ellos no estaban en casa. ¿Qué lugar? A la biblioteca de Downey.

Como ya le contó anteriormente la muchacha más callada del grupo de jóvenes, habían muchos misterios de por medio que giraban en torno a un demonio del cual no se sabía mucho. Y pensó que allí sí encontraría información que dijese quién era Talhei en realidad.

Un fragmento de un libro, decía así:

Talhei era como todos nosotros. Existió hace miles y miles de años y a día de hoy podemos sentir su odio hacia nosotros. Talhei es el nombre que se le dio a un ser humano como tal que una vez existió y vivió tranquilamente. Pero su vida se volvió su mayor enemiga cuando le arrebataron a su familia y le torturaron hasta su sentencia. Ante esto, desde las entrañas de la Tierra, juró que se vengaría de aquellos humanos que vivían en su misma zona y que destruiría sus almas por completo.

Eso le dejó helado. Entonces, todo el odio que tenía a los humanos era por eso mismo. El error fue de los antepasados de aquel lugar entonces.

Ya conocía el porqué. Pero ahora... Necesitaba conocer de alguna forma si podría salvarse a sí mismo y a sus amigos de este alma en pena que quería verlos morir. No tenía muchas esperanzas, pero quería creer que conseguiría hallar una forma de poder protegerlos.

Según esta leyenda, Talhei no se llevará a todos a su cueva. Un único alma será la que consiga vencerle y ser invulnerable al poder de este traidor de Dios. Ese alma, será denominada como el Caballero de la Medianoche, y recibirá la llave que le abrirá el portal a su libertad. Sólo este alma sobrevivirá y saldrá ilesa de sus garras. Si se quiere huir de la furia de Talhei a tiempo, la única forma de conseguirlo, es huir de este pequeño paradero.

Eso le hundió por completo. ¿Sólo un superviviente? Y él no sabía quién era ese héroe. ¿Y si uno de ellos sería el elegido mientras que el resto morirían? Si quería salvarlos, tenía que advertirles del peligro que corren sus vidas.

Regresó a su casa y esperó que ellos volvieran para comunicárselo. Como seguramente no le creerían si decía lo de la maldición, ideó alguna excusa para poder hacerles creer que están en peligro.

-¡Ah! Qué bien que habéis vuelto. Quería contaros una cosa-Empezó, le prestaron atención en seguida y dejaron sus chaquetas colgadas del perchero de la entrada-Chicos, no ha sido buena idea venir aquí. Creo que es mejor que volvamos a San Francisco porque además, dentro de poco reempezamos la gira. Este sitio nos ha traído muchas desgracias y creo que no será bueno para nosotros si nos quedamos mucho más tiempo. Aparte, me trae muy malos recuerdos estar aquí y preferiría que volviésemos a nuestro hogar cerca de Los Ángeles. ¿Qué me decís? ¿Os parece bien?-Preguntó alegre y convencido de que dirían que sí, pero la expresión facial de Lars no pensaba igual.

-Pero... ¿Qué mosca te ha picado? ¿Volver a San Francisco? Yo no veo ninguna desgracia aquí. Estamos muy bien y más apartados de lo que viene a ser la alborotada y ruidosa ciudad. Además, tú adoras la soledad, ¿por qué ibas a querer volver a una ciudad tan grande como San Francisco? Y esos malos recuerdos ya no los tienes, James. Recuerda que hace mucho que no tienes malas memorias de este sitio. Yo no estoy de acuerdo con lo que dices y opto porque nos quedemos aquí-Mierda, tenía que insistir para salvarlos y poder hacer que cambiasen de opinión.

-No, Lars, no es buena idea. Si seguimos aquí, al final no van a pasar cosas buenas. Escúchame, por favor, se nos vienen cosas muy malas por encima, yo lo sé. Hazme caso, por favor, no quiero seguir llevándome disgustos-Suplicaba, eso le extrañó a su compañero, ¿un James pidiendo favores? Eso no se ve todos los días...

-Por Dios, James. Deja de parecer un niño pequeño, no tienes cinco años. Si digo que nos quedamos aquí, es que nos quedamos aquí. No nos ha pasado nada malísimo, lo único lo de tu cadera pero ya está arreglado. Y si lo dices por esa tontería de lo de la maldición y lo de tus pesadillas, déjate de pensar en mierdecitas de demonios y ve a un psicólogo si sigues soñando cosas feas. ¿Qué más quieres que te diga, tío? Todos estamos encantados aquí. El único que se queja eres tú, cuando deberías estar tremendamente alegre de estar de nuevo en tu casa-Se resistió, los otros dos parecían estar de acuerdo, y eso le alteraba más.

Tal vez, debido a la educación que le dieron de niño, James era más vulnerable a creer en esas cosas. Pero pensaba que era mejor prevenir que curar, mas los otros tres chavales no lo veían igual...

Tenía que salvarlos en tan sólo cinco días que eran los que faltaban para que la primera luna llena de octubre llegase. ¿Cómo haría para evitar que ese monstruo se los llevase a todos ellos?


La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora