Cap.5.: Sospechas.

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Nombre: James.

Apellidos: Alan Hetfield.

Nacimiento: 3 de Agosto de 1963.

Nacionalidad: Estadounidense.

Ocupación: Músico, compositor.


-Vale, pues sus datos principales son lo de menos, pero igual gracias...-Comentó el doctor. Los chicos habían ido a la clínica tras una semana sin que James pudiera moverse desde la caída aquella noche fría.

-...-Lars no dijo nada, simplemente se mantuvo callado, después se mostró menos tímido-Doctor... ¿Qué le sucede?-Interrogó finalmente muerto por la preocupación el muchachito, el hombre de melena canosa y corta suspiró un poco.

-El fémur de James ha sufrido una dislocazión intensa e inoperable que ha ocasionado que su cadera se quedara inmóvil a causa del impacto. Estamos observando y analizando cuidadosamente todo su sistema porque creemos que la lesión puede ser crónica y esto ocasionaría que se quede inválido para lo que le queda de vida-Describió, los muchachos se miraron entre ellos y no pudieron evitar sentirse fatal por lo ocurrido-James no volverá a la clínica hasta dentro de dos semanas. Por mientras, para que no tengáis que cargarle cada dos por tres, le otorgaremos una silla de ruedas para que pueda desplazarse él sólo, si os parece bien la solución, os la daremos en seguida-Sonrió, los tres chavales lo hablaron entre ellos y dieron con la conclusión en unos tres minutos.

-No es ninguna molestia tener que cargarle. Mi colega Jason puede con él perfectamente, además lo prefiere así, puesto que no le gustan mucho las sillas de ruedas y...-La voz de Kirk fue cortada por la de Newsted.

-Denos esa silla. Kirk, no es nada bueno tener que estarle cargando, ni para nosotros ni para él. Si hace falta acudir a estas ayudas médicas, se hace-Dijo el bajista, fue entonces que Hammett asintió razonando que no era bueno para ninguno hacer eso con la explicación de su amigo.

Y eso hicieron. Le contaron a James que, por el momento, debería permanecer en silla de ruedas debido a una grave lesión de cadera. Él se sintió super mal por ello, pero su actitud postiva no desvaneció.

Una vez estaba en la silla de ruedas, comenzó a conversar con sus compañeros.

-La verdad es que me siento muy mal por esto, pero me ha gustado mucho que hayan sido considerados y hayan propuesto soluciones, como la de la silla-Esa adorable sonrisa no se la borraba ni aunque le tocase vivir un cáncer.

-Sí, es estupendo. Ahora, sólo tenemos que esperar-Comentó Lars tirando más de la silla, el rubio se giró un poco y le miró sonriéndole en respuesta.

A pocos metros de ellos, pudieron ver que las chicas que conocieron en el campus estaban allí. Les sorprendió, porque se veían realmente serias y preocupadas, también estaba la muchacha misteriosa que no quiso hablar con ellos el primer día. La curiosidad y preocupación les mató desde el primer momento.

-Hey, chicas, ¿qué hacéis aquí?-Cuestionó simpáticamente James, estaban todas menos Daniella, se giraron a verles.

-¿Y tú? ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás en silla de ruedas?-Preguntó Dafne, él rió tímidamente con la cabeza agachada.

-Es una larga historia... Prefiero no hablar del tema...-Contestó lo más natural posible, no estaba asustado en aquel entonces.

Más tarde, Daniella salió por una puerta que parecía estar a la derecha de los jóvenes, ellos la miraron. Tenía unas pequeñas manchas de sangre en su boca, las manos vendadas por completo, su camiseta blanca de Ramones empapada en sangre y una mirada llena de rencor. Ni les saludó, sólo se dirigió hacia la máquina expendedora a sacar una lata de cerveza.

-¿Qué demonios la ha sucedido?-Preguntó enormemente preocupado Jason, era la primera vez que se mostraba tan compasivo.

-Ha tenido un ataque de histeria incontrolable. Comenzó a arrancarse la piel de las manos con los dientes, posteriormente empezó a morderse la lengua al mismo tiempo que arañaba con fuerza la pared dejándose las uñas en esto y, finalmente, rasguñó su pecho fuertemente. Eso que véis es el resultado de la tragedia-Explicó Carla, los muchachos la miraban que se daba golpes pequeños en la cabeza, no podían entender por qué la ocurrió todo eso que veían.

Hetfield, quién ahora estaba por debajo del pecho de cualquiera, movió un poco la cabeza hacia delante hasta divisar bien a la chica que huyó de allí sin darse a conocer. Con sus propias manos, tomó las anillas de la silla y comenzó a desplazarla hasta que estuvo en frente de la muchachita, al parecer nadie le vio. De ojos azules y cabello rubio al igual que él, alzó la cabeza hasta encontrarse con la encantadora mirada del vocalista de Metallica.

-Dicen que sabes algo acerca de una maldición o algo así que sucederá aquí... Dime, ¿tiene todo esto algo que ver con esa supuesta profecía?-Preguntó, la niña no elaboró respuesta al principio, más tarde pudo oír su hilillo de voz.

-Si te lo explico... Esto no saldrá a la luz... Si lo haces, la maldición te perjudicará a ti más que a nadie. Es importante que mantengas todo esto para ti sólo-Le respondió, él se acomodó un poco más en la silla y se agachó hasta tener sus ojos a la altura de los de la jovencita.

-Soy una auténtica lápida, confía en mí. Necesito... Que me des una respuesta de inmediato...-Le dijo, un silencio hundió aquella zona en la que se situaban, hubo un cruce de miradas muy intenso, algo realmente horrorizante estaba a punto de escaparse de la boca de aquella chica tan enigmática...

La profecía de Downey (Metallica, Suspenso, Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora