Capitulo tres: Fantasía

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Izuku tocaba su ocarina mientras el carro en el que iba era tirado por los caballos, su familia estaba entre las pajas del granjero que acepto sus pocas monedas por movilización, en estos tiempos cuando el reino parecía turbio lo mejor era migrar ...

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Izuku tocaba su ocarina mientras el carro en el que iba era tirado por los caballos, su familia estaba entre las pajas del granjero que acepto sus pocas monedas por movilización, en estos tiempos cuando el reino parecía turbio lo mejor era migrar a otro pueblo que no estaba tan unido a las leyes que dictaban la familia real que recién estaban afirmando sus cimientos.

Mientras tocaba las notas musicales que le había enseñado su maestro antes de ir por su propio camino para seguir contando historias, su pequeña y más nueva integración a la familia estaba cantando mientras intentaba animar a su padre adoptivo que cantara con ella.

-Déjalo descansar Eri, Aizawa está demasiado cansado por el viaje- Dijo uno de los mayores de la familia de gitanos.

Si, eran un grupo con cero semejanzas sanguíneas, pero con lazos creados con sinceridad que tenían más poder fraternal que la sangre misma.

El peliverde sin apellido, pero con un nombre que le dio su maestro dejo de tocar su instrumento para mirar el paisaje del nuevo pueblo que llegaron, estaba tan alejado de la capital y el castillo entre las montañas, se podía notar con una simple mirada al gran mar que rodeaba la costa.

El agua celeste y ese aroma salado hizo que soltara algunas risas de felicidad, esperando quedarse más tiempo en esas tierras pesqueras y no tener que huir por su nula adulación a la corona y todas las ideologías con poder.

Mientras el granjero que muy amable les transporto le decía que este era el lugar que habían pedido ir, él intentaba con su fuerza bajar las bolsas con cosas de sus amigos-hermanos. Ochako estaba bromeando con Tenya que parecía apenado por no estar ayudándolo, pero el solo negó mientras seguía a Aizawa en busca de un lugar para quedarse.

Haciendo todo eso él seguía dando ojeadas al mar. Pasando de vez en cuando a cerrar los ojos por el fuerte sol, deberá ocupar las telas para cuidar más su piel y no se queme de forma dañina, sus pecas fueron algo provenientes de no ocupar la ropa correspondiente.

Durante ese intento de ver logro distinguir una figura, cabellos demasiados largos estaban muy pegados a la espalda de la persona -Seguramente mojados por el agua salada-. Era una imagen extraordinaria porque no solo el largo le sorprendió si no el extraño color del poseedor, blanco y rojo brilloso por el reflejo del sol de verano.

Sus instintos curiosos le pedían ir a ver.

-Aizawa ¿Cuánto falta para llegar? - Pregunto mientras aun dirigía sus ojos verdes a la figura para no perderla de vista.

-Lo que sea que tengan en mente chico problema será mejor que vayas rápido- Gruño para despues dejar las cosas en el suelo- ¡Nos vamos a tomar un tiempo para comer! - Los más jóvenes exclamaron felices al escuchar la noticia.

Con eso en mente, Izuku tomo rápidamente uno de los panes y unos trozos de queso que guardaban en papeles individuales cerrados. Eran el almuerzo que se podían dar en este viaje sin el miedo de vomitar y perder una buena comida que se pudo haber disfrutado más. Corriendo a la costa aun con la persona en la vista logro notar que estaba a muchos metros de distancia de la orilla y estaba sobre muchas rocas, eso era peligroso.

Tododeku Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora