Epilogue.

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—Minari, en serio, te extraño ven~ —Nayeon llevaba una hora insistiéndole a Mina que terminara rápido su clase para que viniera al departamento, era un caos. Sana simplemente rodaba los ojos con una sonrisa.

Las nueve habían decidido que vivirían en los departamentos estudiantiles, querían comenzar una vida más independiente y junto a sus respectivas parejas. Lo que no esperaban era tener las habitaciones tan cerca una de la otra.

Nayeon, bebé, de verdad, me quedan solamente quince minutos, ¿sí? —Se escuchó desde el otro lado de la línea. La coreana hizo un puchero, esperando que por arte de magia la japonesa con lindos lunares la viera.

—Está bien, igual, apúrate. —Y cortó. Aquella chica dramática miró a la la otra japonesa, viéndola tranquila sentada en el escritorio que compartía junto a Tzuyu, mientras estudiaba. —¿Acaso no extrañas a Chou?

—Obvio que sí.

—Entonces, ¿por qué no la llamas? —La coreana se atrevió a preguntar. Sana se dio la vuelta para mirarla con una ceja enarcada.

—Porque no soy una dramática que no entiende que ella tiene clases. —Im iba a responderle pero fue abierta por una morena.

—Hey, ¿de qué me perdí?

—¡Chewi! —Gritó Sana y fue corriendo a sus brazos con una sonrisa. La nombrada también sonrió y recibió muy a gusto aquel abrazo.

—Hola Tzu. —Saludó la coreana cabizbaja.

—Hola Im, ¿qué te ocurre?

—Pasa que esta loca de barrio anda con cólicos y extraña a Mina para que la trate como un bebé de cinco meses. —Alguien más entró a la habitación y era Chaeyoung, que cómo siempre, venía a molestar a Nayeon.

—¡OYE, NO TE METAS!

Tzuyu observó todo con una sonrisa, le daba mucha gracia ver como Son e Im peleaban por pequeñas cosas. Todos había comenzado antes de graduarse del instituto, Son se había enterado que Nayeon se moría de celos al verla cerca de su novia. Y desde ahí se ha atrevido a gastarle una que otra broma.

—¿Cómo estuvo tu día, Ardilla? —Le preguntó Chou mientras esta vez dirigía su mirada hacia su novia. Sana creía que podía morir con sólo tener la mirada de Tzuyu puesta en ella.

—Pues bien, tranquilo aunque te extrañé muchísimo hoy, ¿sabes?

—Yo te extrañé mucho más. —Ambas se miraban con cariño y se apegaban más a la otra, sin darse cuenta que alguien las miraba.

—¡QUIERO A MINARI CONMIGO! —Gritó la coreana al borde del llanto. La pareja la observaba muy sorprendida, ¿tanto extrañaba a su novia? Pero el gran golpe de una puerta abriéndose las sorprendió aún más.

—¡LLEGUÉ! —Era Mina, quién recién llegaba y había escuchado el gran grito de su pareja.

—¡MINARI! —Y sin dudarlo, la coneja saltó a los brazos de su adorada novia. Sana rió y observó nuevamente a la morena que mantenía sus brazos alrededor de su cintura.

—Será mejor dejarlas solas, Chewi.
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Sus manos y sus dedos entrelazados encajaban perfectamente, era la sensación más pura que Sana había podido sentir alguna vez. Ni sus peluches de ardillas que Tzuyu le había regalado eran tan suaves. Ambas caminaban por el campus, ya que a esa hora no había casi nadie y podían aprovechar la tarde juntas.

—Recuerdo cuando choqué por primera vez contigo, deseaba que fueras tú la chica de las notas. —Confesó la morena. Sana se sonrojó y agachó su cabeza con una sonrisa. Tzuyu al notar esto paró y tomó a su chica de las mejillas, queriendo que la mirara. —Eres tan linda cuando te avergüenzas, Minatozaki.

—Yah, déjame, sabes que me da vergüenza cuando empiezas a decir esas cosas. —Chocó con la mirada de la taiwanesa, haciendo que se avergonzara aún más. A veces se preguntaba cómo logró conquistar a Chou.

—Gracias, Sana, por hacer de mi vida más alegre e interesante, te amo. —Habló la taiwanesa. —Creo que sin tu existencia todo hubiera sido realmente aburrido, tu sonrisa me da energía y hacen que me den ganas de seguir adelante.

—También te amo y sabes perfectamente que estaré contigo pase lo que pase. —Y juntaron sus labios.

Sana estaba feliz, o mucho más que eso. Había logrado lo que siempre quiso desde que vio a Tzuyu. Enamorarla. Robarle el corazón y cuidar de él siempre y cuando su ahora novia lo permitiera. Ahora simplemente hay que vivir.

Fin.






Bueno mi gente, eso ha sido todo. No quise escribir y alargar todo aún así espero que estén satisfechxs y les haya gustado. No será la última historia que haga pero necesito un tiempo para terminar la que tengo guardada y subirla. Si tienen alguna duda, tan sólo pregunten.
¡Muchas gracias por su apoyo!

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