Atalía
Brujas.
Aquellos seres con dotes mágicos que suelen ejercer para distintas ocasiones. Tanto buenas como malas.
Si bien el límite del bien y el mal es subjetivo, eso no elimina el hecho de que hay acciones que colectivamente se clasifican de una manera, sea está mala o buena.
El asesinato por ejemplo, ética y moralmente está establecido como algo malo, algo incorrecto, algo indebido. Pero ¿Qué hay si esa persona lo merece? ¿Si esa persona ha cometido tantas injurias como para merecer la muerte? ¿Si ha traicionado de la manera más cruel y sádica alguna vez vista? O si nos vamos al caso de los violadores, no hay ninguna excusa para ellos y desde la perspectiva de una persona abusada sexualmente jamás me compadeciera de alguno, y se que muchos me respaldan.
— El debe morir —Dictamina
— Pienso lo mismo, pero no le haré eso a Renato.
— Hasta donde me pusieron al corriente juraste matarlo.
— Todos hablamos de más en momentos de cabreo.
— Esto es simple, Atalía. Debe morir. Los traicionó a todos ustedes y bien que me divertire con su alma.
Suspiro resignada — No le voy a hacer eso a Renato, Astaroth.
— Si no lo matas tu lo voy a hacer yo, hija.
— No le vas a tocar ni un pelo, no sin mi consentimiento.
Se cruza de brazos. Después de haberlo visto en su verdadera forma me es raro observar su forma humana — Lo matas tú, o lo mato yo. Pero de que muere, muere.
— Si alguien lo hará seré yo, pero con consentimiento.
Bufa — ¿Consentimiento para matar?
— No soy nadie para decidir si alguien vive o muere. Dejaré la decisión en manos que merecen manejar la situación.
— ¿No es irónico? Me des el discursito de moralidad cuando bien tú has asesinado sin remordimiento.
Tragó saliva — No me vengas a restregar cosas en la cara cuando bien tu fuiste quien me abandonó.
— Cosa que hice para protegerte.
— Cambia el discursito, Astaroth. El punto es que no le vas a tocar un pelo a Renjy. Si alguien lo mata seré yo, si alguien va a tener su último aliento voy a ser yo. Y tú no vas a influir en esa decisión.
— Va a morir.
— Eso será algo que ni tú ni yo decidiremos.
— ¿Y quién entonces?
— Renato —Dictaminó rápidamente.
La única persona que considero coherente para decidir sobre Renjy es él.
— ¿Y qué harás si dice que no? —Inquiere.
— Respetaré su decisión. Y si él decide eso no me va a temblar el pulso para detenerte si intentas algo.
Enarca una ceja — ¿Amenazando a tu propio padre?
— No tengo padre —Siseó entredientes.
El me mira de arriba hacia abajo con desdén en su mirada — Déjame informarte que si lo soy, participe de forma activa en tu creación. Así que soy tu progenitor.
Sonrió — Tu mismo lo dijiste. Progenitor, no padre. Solamente diste el esperma que fecundo el óvulo que dio paso a mi existencia —Doy un paso hacia adelante —. No sabes nada de mi, no estuviste estos dieciocho años en nada —Lo apunto con un dedo —. No eres mi padre.
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Princesa del Infierno #2 [✓]
Fantasy[SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO] La amenaza que los agobiaba ya no se encuentra presente pero eso no quiere decir que estén totalmente a salvo, no cuando Astaroth se encuentra frecuentemente en la tierra. Un nuevo secreto...