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"Nota #29. Acabo de escuchar que lo tuyo con el rojito es oficial. Me puso mal, pero como dije, es tu vida y descubrirás el tipo de persona que es él. Como sea, estaré aquí para ti".

Tenten rodó los ojos y arrojó el papel al cesto de basura. No quería que Gaara lo encontrara. Neji, por otro lado, había estado insoportable desde que le dijo que no gustaba de él y que no dejaría a Gaara solo por sus prejuicios y mentiras; nunca más se lo topó en el ascensor, pero a cambio decenas de notas aparecían en su puerta cada mañana.

—¿Lista para irnos? —preguntó el pelirrojo colocando su barbilla sobre el hombro de la chica.

La morena suspiró y aclaró su mente: —Claro, vamos.

Salieron tomados de la mano del apartamento de Tenten y caminaron hasta el ascensor entre charlas y risas. Una vez que el ascensor llegó, abrió sus puertas dejándolos entrar.

—No puede ser. —musitó ella al ver quién, más bien quiénes estaban ahí.

Una cabellera despeinada azabache y una castaña ligeramente más arreglada estaban frente a ellos. Sasuke borró su sonrisa en cuanto vio quien estaba ahí y con quién.

En cuanto Tenten notó que Neji no se inmutó por su presencia, le pidió al Uchiha que no dijera nada colocando su dedo índice sobre sus labios, a lo que Sasuke asintió.

Pasaron segundos de silencio, hasta que un carraspeo del más alto lo rompió: —Hey Neji, ¿acaso no es una chica bajita y bronceada la que te gusta?

Era obvia la burla. ¿Por qué creyó que podía pedirle un favor?

El Hyuga sonrió sin emitir sonido.

—No lo sé, Sasuke, ¿acaso esa bonita chica bronceada de la que hablas huele a menta y chocolate a la vez?

—¡Dios! Esa mismo es de quién hablo.

Gaara miró a Tenten desconcertado, pero ella solamente deseaba que el viaje del elevador terminara para poder irse.

—¡Santo Cielo! No me digas que la hermosa Tenten está aquí.

—No quiero ponerte nervioso, pero ¡Si, ella está aquí!

Tenten se dejó golpear la cabeza por la puerta del ascensor deseando estar muerta.

—¿Cómo me veo? Perfecto como siempre, ¿no? —cuestionó Neji continuando con la broma.

La carcajada que ambos amigos soltaron no fue nada agradable ni para el pelirrojo ni para su acompañante.

—¿Qué sucede? —le preguntó Gaara.

La chica sólo lo tomó de la nuca y lo besó: las carcajadas que antes se escuchaban de parte del Hyuga y el Uchiha desaparecieron de golpe.

El resto del tiempo que el elevador tardó en llegar fue así. Silencioso. Incómodo.

Unas horas más tarde.

Las clases terminaron, Tenten salió casi volando de su salón para ir a buscar a Gaara y regresar juntos.

En el camino se encontró a varios de sus compañeros que le veían de manera inusual. No entendía por qué.

Al llegar a donde se suponía que vería al pelirrojo, se llevó una gran desilusión: su "novio" besando a una de sus compañeras de la clase de Teatro. Pero no era un simple beso, era uno donde parecía que el propósito era devorarse. Horrible y doloroso.

Con su mano sobre su boca, sus ojos llorosos y un corazón roto se fue del instituto. Ni siquiera quería hablar con él.

Llegó corriendo, sudada y con los ojos dolidos hasta su edificio. Solo quería llorar con libertad, llorar hasta que dejara de doler, llorar hasta olvidar.

Afortunadamente la recepción estaba vacía, no había rastros de Ino por ningún lado, y eso significaba menos explicaciones. Llamó al ascensor.

—Neji. —dijo en un suspiro de alivio al verlo como antes en el ascensor.

—Joven Tenten, un gusto volverla a ver.

La morena entró y se colocó al lado del Hyuga sin apartar su mirada de él. De cierta forma lo admiraba: siempre sonreía, nunca lo había visto serio o triste, ni siquiera enojado.

—¿Qué tal la escuela? —preguntó el chico girando su cabeza a ella.

—Nada nuevo. —mintió. Mordía su lengua con fuerza para evitar dejar salir un sollozo— Clases, lecciones, apuntes, tensión... mentiras. —lo último lo susurró.

—Que bien. Me alegro de que estés disfrutando todo. La preparatoria es una de las etapas más maravillosas de la vida.

—¿Tú asististe alguna vez?

Tenten pensó que estaría fuera de lugar porque no era de su incumbencia, pero le intrigaba saber la respuesta.

—Antes de quedar ciego, si. Era lo mejor.

—¿Entonces eres mayor que yo? —volvió a preguntar.

—Mmm, tal vez unos dos o tres años. Tampoco estoy tan viejo. —bromeó.

El ascensor se detuvo y abrió sus puertas en el piso nueve: —Te invito a tomar algo, ¿aceptas?

—Pero tendríamos que volver a bajar. —respondió el chico en puchero.

—Lo sé. Por eso tomaremos algo en mi apartamento.

La morena lo tomó de la mano por inercia y lo guio hasta el lugar.

Pasaron un par de horas charlando uno junto al otro; Neji le había hecho olvidar lo sucedido con Gaara con su contagiosa sonrisa y fabulosas conversaciones.

Sin darse cuenta Tenten ya estaba a centímetros del castaño que seguía contándole aventuras extraordinarias que pudo vivir estando en sus cinco sentidos; sin embargo, el Hyuga percibía muy bien lo que sucedía, así que sin pensarlo dos veces se aventó a besar los labios de la chica con temor de no atinarle, pero lo logró, ambos estaban unidos por aquellas extremidades que se abrazaban en un son agradable. Familiar.

Después de algunos segundos, Neji se separó, con sus labios hinchados y un corazón acelerado.

—Lo siento. Sé que te gusta Gaara... pero no pude evitarlo.

Tenten ni daba crédito a lo que recién pasó. Neji la había besado y ella lo correspondió.

—¿Sigues ahí? ¡No me digas que te mordí la lengua!

Tenten sonrió embobado.

—No, aquí estoy. Es sólo que... —hizo una pausa y suspiró— ¿Podrías besarme de nuevo?

El castaño se mordió el labio inferior antes de acercarse y volver a hacerlo; la piel de la morena se erizó al tacto y respiró profundo al dejarse llevar.

Day Dream 》NejitenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora